Perlas, sombrero de gánster regio y resopón estilístico de la boda de Teresa Urquijo y Martínez-Almeida
PUNTADAS CON HILO
Las claves del nuevo elegante: sobriedad de estilo, joyas escasas y rotundas, y un accesorio de cabeza, si procede
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El buen gusto y la elegancia que practican nuestros reyes no tiene fisuras. No es peloteo, es que su última aparición, en el funeral de Fernando Gómez-Acebo, me ha dejado con la boca abierta. El porte de ambos, la Reina del brazo del Rey y él sujetando el paraguas, y la discreción de los trajes escogidos -no confundir con sosería o minimalismo soporífero- han sido tan sobresalientes que he tenido que escribir sobre ello, a pesar de las circunstancias.
Dos apuntes que merecen ser alabados: la chaqueta cruzada de Felipe VI y el vestido nuevo, adornado con broche histórico, que fue un guiño cariñoso, de doña Letizia a la familia del fallecido. Los Reyes y la Familia de Rey nos enseñan que a los funerales hay que ir de negro y que las joyas de las señoras tienen que ser escasas, pero favorecedoras, y con estas coordenadas, nada mejor que las perlas lucidas por la Reina, la infanta doña Cristina y Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón- Parma.
Esta señora es maravillosa y su estilo destila elegancia por los cuatro costados. El día de la boda fue una de mis favoritas y la más generosa, ya que cedió la finca para celebrar el enlace y el traje de su 'sí quiero', que antes había prestado a su hija. María Isabel Ortiz lo cuenta con todo detalle en Estilo ABC. El tejido tiene 63 años de antigüedad y el modelo original fue realizado por el gran Pedro Rodríguez, uno de los maestros que conformaron la Edad de Oro de la Alta Costura española. Tanto el 'couturier' mencionado como Pertegaz, Asunción Bastida, Santa Eulalia y el Dique Flotante, o Cristóbal Balenciaga, como colaborador desde París, y más tarde, Elio Benhayer formaron una generación única y sin paragón a nivel mundial.
Los mayores expertos de aquella época son Lorenzo Caprile (gran coleccionista que atesora muchos diseños de aquella época es modista y jurado del programa de televisión 'Maestros de la costura), Amalia Descalzo (profesora de historia de ISEM Busisness Fashion School Universidad de Navarra) y Lydia García (coleccionista también y directora de la colección López-Trabado). Los tres nos pueden enseñar cuáles fueron las señas del éxito de nuestro pasado dorado para aprender y buscar soluciones brillantes para el made in Spain del futuro.
Las creaciones únicas, elegantes y discretas son las que destacan siempre por encima de modas y tendencias. Por eso quiero hacer una mención especial de la boda de Teresa Urquijo a las invitadas: Sofía Palazuelo, que vistió un Devota & Lomba, y a Carla Pereyra, con un diseño de The IQ Collection (marca de Inés Domecq y Virginia Pozo) y tocado de Mimoki. Tres marcas que ejemplifican la buena salud del made in Spain del siglo XXI.
En Ámsterdam encontramos a otra reina atestada de elegancia y estilo. Me refiero a Máxima de Países Bajos que, con el vestido firmado por Oscar de la Renta, salones de Gianvito Rossi, el sombrero de gánster real, y joyas de zafiros y diamantes nos indica que vestir del mismo tono (azul royal), de arriba abajo es, además de tendencia regia, un detalle estilístico de distinción y refinamiento.
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