Incluir una nota roja y granate en el look es un puntazo si no sigues el ejemplo de Pedro Sánchez

El rojo se oscurece este año y así aparece el granate como alternativa invernal. En los desfiles de temporada tenemos hasta 868 ejemplos de looks colorados y 340 de burdeos. Sin embargo, no hay una competición de tonos, sino más bien una inteligente alianza estilística entre ambos. La mejor representante de dicha unión es la reina Máxima de Países Bajos que incluye varias de estas tonalidades en un mismo look. Ahora toca vestir monocolor, pero si se hace declinaciones de esta gama en un solo outfit, el resultado es muy estiloso e incluso sofisticado, si se incluye una pamela. El traje de chaqueta con estampado de pata de gallo (Natan) es un fondo de armario de la soberana que ha lucido varias veces y en esta ocasión le incluye un broche (ojo a este accesorio que últimamente lo añaden a menudo en las americanas).

Pedro Sánchez no parece Papá Noel, pero le pasa lo mismo que a Jill Biden, que resbala al combinar los colores de su indumentaria. La corbata burdeos ha dejado de ser socialista para oscurecerse y unirse de manera desafortunada a una camisa blanca y a un traje de tono pitufo apagado. Si hubiera escogido una blusa celeste, habría ganado de estilo, aunque ese conjunto de dos piezas que suele vestir es un error en sí mismo no sólo por el color, sino también porque la chaqueta le queda corta de talle y larga de mangas.

Para largura perfecta, la de la Reina Letizia que viste un conjunto oscuro animado por una chaqueta de tweed, confeccionada por Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida (APRAMP). Esta prenda pone la nota fashion al look negro. También la capa, firmada por Carolina Herrera, se convierte en otro buen dato de lo que es tendencia este invierno. Su majestad saber lucir como nadie este tipo de diseños. Ya sea para looks de día como de gala. La última aparición ha sido magnífica y en forma de retrato firmado por Annie Leibovitz para el Banco de España. La joya de cotura, firmada por Balenciaga, es una cesión de la Fundación Antoni de Montpalau para la sesión de fotos. Un guiño histórico de la soberana a su suegra, ya que fue creada en 1962 por el modisto vasco para Carmen de Robert Giró-Cajigal, marquesa de Robert y condesa de Torroella de Montgrí, quien la lució en Atenas, en la boda de doña Sofía y don Juan Carlos.

Otra capa maravillosa, esta vez algo más folclórica que la impresionante obra de costura histórica de Balenciaga, es la lucida por Sharon Stone en el Festival de cine de Turín quien la vistió para recibir el premio Stella della Mole a su carrera como actriz. La pieza, realizada por Tony Ward, es un diseño de alta costura formada por flores de tela entrelazadas que decoran un vestido palabra de honor con escote corazón. Otra vez el rojo y el granate se unen de forma brillante para demostrars que la unión de tonos de la misma gama es un gesto altamente sofisticado.