Blogs de moda, las teclas del poder
En los últimos tiempos se han multiplicado. Aportan otra mirada a un mundo exclusivo
Eran, hasta hace dos días, una suerte de parias entre la aristocracia del planeta moda, unos bichos raros que, con audacia y descaro, conseguían colarse en la última fila de los primeros desfiles. Desde allí contaban lo que veían sobre la pasarela casi en tiempo real. Y si el momento era propicio, se daban una vuelta por el backstage para mostrar a millones de internautas qué hay en la puerta de atrás. Hasta que un buen día, Domenico Dolce y Stefano Gabbana, Karl Lagerfeld, Yohji Yamamoto, las hermanas Mulleavy (Rodarte) o Ana Locking les buscaron asiento entre los ilustres. Dejaron de ser una pandilla de pirados con el ordenador a cuestas cuando su opinión, sus apuestas, sus filias y sus fobias empezaron a tomarse en cuenta.
Internet, una vez más, ha obrado el milagro y aquello de que los últimos serán los primeros se ha cumplido gracias al poder democratizador y multiplicador de la red. En el ámbito de la moda, los blogueros/as tienen predicamento. Sin embargo, muchos buscan respuestas a preguntas inquietantes: ¿cuál es el impacto real de su discurso?, ¿son una alternativa al periodismo clásico?, ¿podrán alcanzar el prestigio de las editoras de moda?, ¿cuál es su autoridad?
«No sé hasta dónde llegará esa especie de pulso entre los blogs y la prensa tradicional —cuenta Cameron, responsable de "El diablo viste de Zara" (devilwearszara.elleblogs.es)—. Lo que sí es cierto es que se ha logrado modificar algo la orientación de las revistas de moda, pues ahora son un poquito más cercanas a la vida real. Hoy, por ejemplo, se incluyen más prendas low cost en los editoriales». Yolanda Sacristán, directora de «Vogue España», no lo ve como un contrapoder, sino como «una herramienta y otra manera más de comunicar. Las grandes editoras siguen teniendo acceso inmediato y privilegiado a toda la información de moda, mientras que los blogs juegan un papel fundamental a la hora de comunicar cierta información y, sobre todo, a la hora de crear opinión y generar debate: qué piensa la gente de la calle, cómo se interpretan las tendencias, lo que gusta, lo que genera rechazo...». Y es que el mecanismo de este complejo universo se basa en un principio indiscutible: «Un blog debe ser, ante todo, independiente. Aporta nuestra visión personal. Tiene que ser auténtico», explica Adriana de Icaza, de Making Icons (makingicons.blogspot.com) y bloguera de abc.es.
Resistentes e indiferentes
Auténtico, ahí está la clave. Y, se supone, resistente e indiferente ante el poder de una gran firma, aunque, en palabras de Mónica P., creadora de «Miss at la Playa» (missatlaplaya.blogspot.com), «esas firmas saben que en los blogs tienen una vía muy efectiva para exponer sus productos. Para los diseñadores jóvenes, además, resulta una manera útil de darse a conocer».
Y como cada prédica necesita su mesías, entre los miles de blogs que se ramifican en el ciberespacio han surgido algunos que, por los motivos más dispares, han hecho de sus autores auténticas celebridades. Por ejemplo, Tavy Gevinson (www.thestylerookie.com), una extraña cría de 13 años que se aproxima a la moda desde el humor y la extravagancia (hace suyos los looks de pasarela más arriesgados, como los de la diseñadora Rei Kawakubo para Comme des Garçons). O el divino Bryan Boy (www.bryanboy.com), un filipino de enorme influencia (Marc Jacobs, por ejemplo, lo adora) y pretendidamente ególatra, circunstancia que bien refleja la portada de su web, en una de cuyas pestañas reza la frase «Me, myself & moi». «Igual que hay streestyle blogs (por ejemplo, el prestigioso Jack & Jil), blogs informativos o blogs creativos, los hay centrados en el propio bloguero; qué hace, a quién conoce, qué ropa se ha puesto...», explica Mónica P. Incluso, la mismísima Donatella Versace se estrenó como bloguera ocasional y de postín para The Huffington Post (www.huffingtonpost.com/donatella-versace) hace un año, con un post en el que celebraba el regreso del glamour a la Casa Blanca.
Acaso, todo ese empeño en abrir tan exquisitos entresijos podría «restar algo del misterio y el misticismo que siempre ha envuelto a la moda», según María Giraldo y Patricia González, organizadoras del I Encuentro de Blogs de Moda. Pero, ¿cómo no echar un vistazo allá dentro?
Entre enlaces
Lo importante es no desorientarse en el tremendo galimatías de enlaces de la web: «No me extraña que la gente se pierda —reconoce Mireia Oller, de “My Daily Style” (mydailystyle.es)—. Es tanta la cantidad, que resulta imposible tener conciencia de todos. Mi blog de cabecera es el de Garancé Doré (garancedore.fr), pero para buscar lo mejor es hacer uso de herramientas como Bloglovin o un lector RSS». Y a correr, hasta que el cuerpo aguante. Como dice Cameron, «las nuevas tecnologías se caracterizan por sus cambios tan veloces. Primero fueron los foros, luego los fotologs, ahora los blogs; Facebook y Twitter comienzan a ser una plaga... Seguramente, el fenómeno blog tiene fecha de caducidad. Mientras, ¡intentaremos dar guerra!»
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