Un informe médico considera que la operación a Morente precipitó su muerte
Tres peritos de parte ponen en entredicho la actuación del cirujano y su versión de los hechos
Un informe médico considera que la operación a Morente precipitó su muerte
La operación quirúrgica que el doctor Enrique Moreno practicó al cantaor Enrique Morente el 4 de diciembre de 2010 dio lugar a una complicación en su estado de salud que, a su vez, desembocó en una segunda operación y su posterior fallecimiento como consecuencia de una anoxia cerebral. Esta es la principal conclusión de un informe de 19 páginas que ha presentado al juez el abogado Ignacio Gordillo, ex fiscal de la Audiencia Nacional y desde la semana pasada representante de la acusación en nombre de la familia Morente. Firman el informe Pedro Carda Abella, catedrático de Patología Quirúrgica e la Universidad de Alcalá de Henares; José Antonio Lavalle Echevarría, especialista en Cirugía General y Aparato Digestivo; y Jacobo Benatar Haserfaty, especialista en Anestesiología y Reanimación.
Los hechos son los siguientes: Enrique Morente ingresó en al Clínica La Luz de Madrid el día 2 de diciembre de 2010. Allí fue operado por el doctor Moreno y a continuación trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde sufrió una complicación en su estado de salud. Por ese motivo, se le practicó una segunda operación en la que sufrió daños irreversibles que propiciaron su muerte el día 13 de diciembre.
El informe pone en duda la actuación del doctor Moreno y parte de su equipo desde el momento en que el cirujano decide someterle a una intervención quirúrgica. A tenor de estos especialistas, no era ni la única ni la mejor opción para tratar la enfermedad del cantaor . Tampoco consideran apropiada la información que el doctor Moreno y su equipo han ofrecido de lo sucedido en el quirófano durante la segunda intervención.
Para empezar, el informe pone en duda que el doctor Moreno facilitara a Enrique Morente o a sus familiares una información «clara y comprensible» de su diagnóstico, de las recomendables posibilidades terapéuticas y de la posibilidad de tratamientos de radioterapia y/o quimioterapia. Tampoco consta —continúan los médicos— que se les advirtiera de las posibles complicaciones o efectos adversos ni que se les diera una descripción de las opciones alternativas, con sus beneficios y riesgos. Además, los médicos aseguran que «existían otras alternativas» al tratamiento quirúrgico realizado por el doctor Moreno.
Por otra parte, el informe avala la actuación del equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos, que dirigía el doctor Antonio Maudes. En su opinión, la vigilancia fue «continua» y el paciente permaneció estable hasta la 1.00 del día 6, momento en el que sufrió «un dolor brusco», motivo por el que avisaron al cirujano Moreno. Según constata el informe, el paciente fue trasladado a quirófano 2 horas y media después del comienzo del dolor y más de una hora después de la valoración del doctor Moreno. En ese tiempo, Morente fue deteriorándose, lo que no le impidió llegar a quirófano «consciente». Una vez allí, asumió la asistencia del enfermo el anestesista, doctor Rubio , bajo cuya responsabilidad el enfermo sufre «una parada cardiaca por fibrilación ventricular», asegura el informe, que pone en entredicho las versiones aportadas tanto por el anestesista como por el doctor Moreno.
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