EN SU PUNTO
Espartaco, conmocionado
Ha pasado un año desde su traumático divorcio con Patricia Rato
Ha pasado un año desde su traumático divorcio con Patricia Rato y hoy el tiempo demuestra que siempre ayuda a la hora de encarar las cornadas que da la vida. Con el diestro estuve en la boda de Carmen Solís Tello y al que encontré fue a un hombre adorable y educado, discreto y en su lugar, que evita el morbo todo lo que puede mientras lucha en silencio por recuperar el trato diario con sus hijas mayores que con el pequeño Juan nunca le ha faltado.
Durante todos estos meses siempre ha habido quien ha buscado posibles nuevos amores del torero que, hasta el momento, sigue soltero y sin muchas ganas de complicarse la vida. Como él mismo me ha declarado en alguna ocasión lógcamente tiene buenas amigas en Sevilla y fuera de allí con las que queda de vez en cuando sin que eso suponga más compromiso. Hoy su prioridad no es tanto volver a enamorarse —«la mujer de mi vida ha sido Patricia»— sino acostumbrarse a su nueva vida. Vive en el campo, a una hora de Sevilla, pero busca casa cerca de sus padres para no estar todo el día en la carretera. Fue al final de la boda cuando Espartaco se enteró del accidente de coche de su amigo Ortega Cano. Desde entonces está conmocionado por los hechos y sigue a diario toda la información. No hay que olvidar que en el mundo del toro Ortega es un referente que se escribe con letras de oro.
En cuanto a su ex, lo que no le ha sentado nada bien a Patricia es que una revista publique unas imágenes suyas con un amigo sacerdote, Ignacio Sánchez Dalp, muy conocido en Sevilla porque, entre otras cosas, es el asesor espiritual de la duquesa de Alba. Juntos celebraron la llegada a la alcaldía de Sevilla de José Ignacio Zoidopero hoy Patricia se duele de que salgan fotos de esa noche y su amigo cura pierda la tranquilidad mediática que siempre ha tenido.
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