Un símbolo, también para el pop español

«Quiero hacer un llamamiento para que sólo se hable de él como un gran cantante, y dejen su vida privada en paz». Quien habla así es Juan Aguirre. «El que de verdad quiera saber algo sobre Michael Jackson, que escuche «Billy Jean» o lo que grabó con los Jackson 5», continúa el guitarrista de Amaral. Como anécdota cuenta que, en el concierto que ofreció el norteamericano en Zaragoza, en 1996, él trabajó en el montaje: «Fui el encargado de sacar el atrezzo junto a unos amigos. Fue un directo impactante. Era un cantante bestial, una referencia, como Sinatra».

Carlos Jean, el productor y mitad del dúo Nawjajean, va más allá y piensa que «más que el rey del pop, era el de la industria musical. Revolucionó el concepto del videoclip, de los superconciertos. No sólo era un fenómeno mediático, sino que encima era bueno. No había nadie como él encima del escenario, era bueno componiendo y uno de los mejores bailarines de la historia». En cuanto a los escándalos que salpicaron su biografía, afirma que «no era tan excéntrico. Además, cuando llevas más del 90 por ciento de tu vida dedicado a la música, desde los cinco a los 50 años, tienes que serlo. Hoy todos los blancos quieren ser negros a base de rayos UVA, y nadie se mete con ellos. Un día como hoy, me quedo con sus canciones».

De la misma opinión es Rubén, de Pereza: «Hay que fijarse en los discos, darse cuenta de la dimensión épica que tiene su carrera. Era el artista perfecto, un portento de la Naturaleza. Con 23 años hizo «Thriller» y no ha sido superado en cuanto a ventas. Es normal que luego venga el declive».

«Un eslabón clave en la historia del pop», afirma Alejo Stivel, productor y componente de Tequila. «De él se puede aprender de todo: música, canto, baile...». Y añade una curiosa observación: «El rey del pop ha muerto a los 50 años, y el del rock murió a los 42. Será que las grandes dosis de fama e idolatría afectan a la salud».