Mujeres con poder... maridos en la sombra
Sus esposas les eclipsan con su éxito. Son los hombres que sufren el «síndrome del marido de Thatcher»

Nunca ha sido fácil adaptarse a los cambios de rol en la pareja. Las mujeres encuentran difícil conciliar lo profesional y lo familiar y los hombres no logran digerir el éxito, superior, de ellas. Esta tendencia se ha agudizado aún más con la crisis, que ha dado al traste con grandes negocios y brillantes carreras de las que dependía más de un ego masculino. Si eso coincide con un despegue laboral de la esposa, novia o compañera, el drama puede estar servido. ¿Llega el «síndrome del marido de Margaret Thatcher»?
Denis Thatcher (fallecido en 2003), cónyuge de la legendaria «dama de hierro», fue en su día el emblema del hombre totalmente oscurecido y anulado por la carrera de su mujer. Se bromeaba sobre su lugar en el protocolo y en el mundo. Pues qué poco tienen que ver a veces mito y realidad: de todos los hombres históricamente puestos en semejante tesitura, Denis Thatcher es de los que ha hecho mejor papel.
Cuando conoció a Margaret Roberts ella era una gran promesa conservadora todavía sin cumplir y él era un próspero empresario que venía de un divorcio muy doloroso. Quizás esto le determinó a trabajar duro para que su segundo matrimonio no naufragara. Lo dio todo por su esposa. Financió su bautismo de fuego político, fue su más fiable asesor y mejor cómplice, y hasta aceptó que le nombraran «baronet» sólo para que ella pudiera ser llamada «lady Thatcher» antes incluso de apearse de la Cámara de los Comunes.
Si juzgamos esto desde un prisma ideológico, quizás sorprenda que un caso tan modélico de marido feminista se dé en una de las familias más conservadoras que el mundo ha conocido. En cambio, a muchos otros que presumen de modernos, de progresistas, les cuesta mucho ponerse a la altura de sir Denis Thatcher. Dicen no tener «ningún problema» con el avance de la mujer. Siempre que no sea la suya, se entiende.
Falta de autoestima
Karen Gail Lewis , especialista norteamericana en terapia de familia, advierte contra la tentación femenina de autosabotear la propia carrera para salvar una relación de pareja. Atención, que no estamos hablando de dejar conscientemente y consecuentemente el trabajo para perseguir otras prioridades, como por ejemplo el cuidado de los hijos. Hablamos de renunciar no a trabajar más sino a trabajar mejor, a picar más alto . Sucede cada día en las universidades, en las oficinas, en las empresas. La psicóloga avisa de que a largo plazo esto es campo abonado para la sensación de injusticia y el resentimiento.
Además, suele ser inútil porque no corrige el problema de fondo, que según la psicóloga suele ser «la falta de autoestima» de la parte celosa. Como lo habitual es que el marido bloquee estos sentimientos negativos y no los reconozca, Karen Gail Lewis recomienda que sea la mujer la que tome la iniciativa. Por ejemplo, haciéndole ver a su pareja que la ama y la estima por lo que es, no por el cargo que ocupa o el dinero que gana.
Ocurre en casa
Claro que muchas veces el problema de la mujer es la virulenta frustración que sufre al llegar a casa tras un largo día de trabajo, y encontrarse al marido ocioso (o mucho menos estresado) frente a la tele, los niños sin bañar y la cena sin hacer. ¿Será por eso por lo que muchos buenos maridos en la sombra pertenecen a estratos sociales altos, donde el reparto de tareas siempre es más dulce? A Bill Clinton le encanta bromear sobre el hecho de estar en el paro, mientras su esposa Hillary es secretaria de Estado . Claro que Bill no tiene que fregar los platos. Y por supuesto haber sido presidente de Estados Unidos suele consolidar la autoestima.
Otros lo llevan en la sangre, como Felipe de Mountbatten, duque de Edimburgo y marido de la reina Isabel II de Inglaterra . Hay quien asegura que su mítica falta de tacto, las salidas de tono que acumula durante seis décadas como consorte, son una sutil (o no tanto) espita para evacuar las frustraciones.
Finalmente están los que se protegen quitándose de en medio. Joachim Sauer , marido actual de Angela Merkel , es un profesor de Química que va a lo suyo y elude los actos públicos. No es lo mismo que Denis Thatcher,pero el matrimonio parece que funciona.
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