Irene Rosales, el gran apoyo de Kiko Rivera: «No se ha quitado un peso de encima, siente un dolor mayor»
La colaboradora televisiva se pronuncia sobre el enfrentamiento entre su marido e Isabel Pantoja. Considera que «esto es el comienzo de algo muy duro»
La guerra en Cantora entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja está servida. No es algo para tomarse a risa ni con una pizca de morbo, el asunto es muy grave y Kiko es quien peor lo está pasando desde el punto de vista emocional. El pasado viernes, el dj se sentó junto a Jorge Javier Vázquez y una carpeta de documentos en «Cantora, la herencia envenenada», el programa de Telecinco donde contó que el 2 de agosto descubrió en la habitación de Paquirri de Cantora todos los objetos personales de su padre (que le pertenecen a él y a sus hermanos, Francisco y Cayetano Rivera ), los mismos que a finales de la década de los ochenta Isabel Pantoja afirmó que no tenía porque alguien había entrado en Cantora y se los había robado.
«Todo lo que hay ahí es tuyo», le dijo Pantoja a Kiko cuando le pidió explicaciones el pasado mes de agosto. Kiko sabía que esos objetos no eran solo de él. Entendió entonces que sus hermanos han tenido razón todos estos años, cuando decían que Pantoja se inventó aquel robo para no darles los objetos de su padre. Pero el enfrentamiento de Kiko con la tonadillera no solo responde en las veces que él la ha defendido sobre este asunto o las situaciones en las que ha echado en falta a su madre y no al personaje de Isabel Pantoja, también tiene que ver con las cuestiones económicas relacionadas con Cantora , pues Kiko acaba de descubrir que su madre vendió parte de la finca en su nombre cuando él era menor de edad. Además, sobre Cantora, de la que él es propietario, ha habido desde 1986 varias hipotecas que Kiko sigue teniendo a día de hoy , cuando además atraviesa dificultades económicas.
«Primero tengo que solucionar todo esto, ver qué pasa con Cantora y después, sin duda, recuperaré el tiempo perdido con los Rivera, mi otra familia», afirmó el viernes al final del programa, que duró casi cuatro horas y que hizo un número de audiencia histórico. El mejor apoyo para Kiko Rivera en estos momentos está siendo Irene Rosales. Su mujer, y madre de sus tres hijos, le acompañó a Madrid para acudir al programa. «Es duro para todos nosotros escucharlo, imagínate cómo está él. Está temiéndolo todo. Esto es el comienzo de algo muy duro », aseguró Rosales ayer en «Viva la vida».
«Cuando terminó la entrevista Kiko llegó al hotel destrozado y triste , sin ganas de hablar , tanto yo como los que estábamos allí con él le dejamos tranquilo porque no queríamos saturarle más. Se fue a la cama con un dolor de cabeza terrible, decía que la cabeza le iba a estallar . No se ha quitado un peso de encima; de hecho, el dolor que siente es mayor que si se lo hubiera quedado en casa», aseguró Rosales, al tiempo que añadió que sufrió mucho viendo la entrevista: «Hubo momentos en los que lloré porque no puedo hacer más por él que estar a su lado».
Rosales siente mucha impotencia al ver sufrir a su marido. Ella nunca imaginó que la situación llegaría tan lejos. «Desde el 2 de agosto no está bien y, aunque él no sea una persona rencorosa, aquello le hizo mucho daño . Me asombró que fuese tan sincero y contase todo eso públicamente, cuando él empieza a hablar se suelta y fue lo que pasó», explicó. Y agregó: «Él nunca había visto esas cosas allí, ese día al pasar por la habitación digamos que no estaba el panel que siempre ocultaba el cuarto y lo pudo ver, qué vamos a hacer».
Corroboró también las declaraciones de Kiko Rivera donde afirmó que Isabel Pantoja hizo un «paripé» cuando él estaba luchando contra sus adicciones: «No ha ido a las citas con los médicos, siempre ha ido solo, con su amigo Fran o conmigo. Él ya lo dijo ayer, que ha echado en falta que su madre haya estado más pendiente del tratamiento que tenía». « Yo me siento súper orgullosa de él por cómo lucha para superar su problema» , concluyó.
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