Las cenizas de Rocío Dúrcal ya descansan en Guadalupe

Varios centenares de personas se reunieron este martes en la explanada de la Basílica de Guadalupe para despedir a Rocío Dúrcal, parte de cuyas cenizas ya reposan en el principal santuario católico de México, en cumplimiento de la voluntad de la artista.
Los mariachis Sonidos de América, Premier y De la Ciudad de México, grupos que en su día actuaron junto a la cantante española, interpretaron «México lindo y querido», que arrancó las lágrimas de los familiares y amigos de la artista. En su memoria, los músicos entonaron también «Amor eterno», «Costumbres», «Me nace del corazón» y «Fue un placer conocerte». Poco después, un sacerdote bendijo la urna que contiene los restos de Rocío Dúrcal, para que el arzobispo primado de México, Roberto Rivera, oficiase una misa-funeral en su recuerdo.
La familia de Rocío Dúrcal (Antonio Morales «Junior», esposo de la también actriz, y sus hijos Carmen, Antonio y Shaila) había llegado la víspera a la capital mexicana para cumplir una de las últimas voluntades de Marieta (nombre con el que la conocían sus íntimos), fallecida el pasado 25 de marzo.
Entre gritos de agradecimiento por haber llevado las cenizas de la artista a México, el público reunido (con fotografías de Dúrcal y pancartas como una en la que podía leerse «Rocío México te amará eternamente») pudo darle el pésame a la familia de la cantante.
«Gracias por haber bendecido la vida de mi madre con cariño, jamás lo podremos olvidar», fueron las palabras de agradecimiento que Carmen Morales dedicó a los asistentes.
«Les dejamos aquí un pedacito de ella para que nos la cuiden, la quieran mucho y le traigan flores, gracias por estar aquí», agregó la hija mayor de Rocío y Junior, al término de la misa. Las cenizas de la artista quedaron depositadas en una cripta de la Basílica de Guadalupe.
Rocío Dúrcal grabó varios discos en México, logrando un gran éxito con aquéllos en los que interpretó canciones rancheras del compositor mexicano Juan Gabriel, de quien se distanció en los últimos años de su vida.
Shaila, la menor de los Morales-Dúrcal, no quiso hacer comentarios sobre las relaciones entre su madre y el popular autor, después de haber realizado duras críticas al cantante mexicano. «Mi madre está aquí y por eso no voy a hablar sobre ello, les agradecería que no se tocará más el tema», pidió a los periodistas.
Pero, en el primero de sus conciertos en el Auditorio Nacional, con los que celebra sus treinta y cinco años de carrera, «Juanga» había dedicado un cariñoso homenaje a María de los Ángeles de las Heras, verdadero nombre de quien en México siempre fue considerada «la española más mexicana». Además de cantar las primeras estrofas de «Amor eterno» y de proyectar sobre el escenario una imagen suya junto a la Dúrcal, el cantante la recordó antes de interpretar, emocionado, «Abrázame muy fuerte», y le agradeció «haber nacido, haber cantado sus canciones y ser su amiga por siempre».
Centenares de personas se reunieron en la explanada del principal santuario católico de México para despedir a la artista española. Diversos mariachis interpretaron en su memoria canciones como «Amor eterno»
TEXTO: MANUEL M. CASCANTE, CORRESPONSAL FOTOS: EFE
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