Encarnita Polo: «Ya ni los albañiles me dicen piropos»
La diva del flamenco pop vence un cáncer de mama y gana el juicio contra Bankia por las preferentes
Encarnita Polo quiere entonar las notas de «Paco, Paco, Paco» para el mismísimo Papa Francisco. «Es una manera de agradecerle a Dios por todo lo que me ha dado», explica la artista con su inconfundible acento sevillano. Lo suyo no es una mera expresión de deseos. La diva del flamenco pop ha aprovechado su fiesta de cumpleaños, celebrada el martes pasado en el histórico restaurante Casa Juan, para pedirle a su amiga Paloma Gómez Borrero que le intente concertar una audiencia con el Santo Padre. «Me encanta Francisco y he escrito una versión de ‘‘Paco, Paco, Paco’’ para él. Ahora no tengo más remedio que cantársela», dice con ese tono jocoso que hizo las delicias de la España del franquismo.
La intérprete de «Pepa Bandera» siente que tiene mucho que agradecer. En septiembre del año pasado los médicos le diagnosticaron un cáncer de mama. «Ahora estoy bien de salud. El día 13 de febrero tengo una revisión, pero me siento bien. Gracias a Dios han cogido a tiempo la enfermedad, pero no me atrevo a decir que estoy curada», admite.
También ve la luz al final del túnel de Bankia . Encarnita, una víctima más de las preferentes, asegura que pronto recuperará los ahorros que perdió con el producto financiero de la ex Caja Madrid. «Lo está cobrando todo el mundo y mis abogados me han dicho que es mi turno. Han sido tres años de lucha y hay gente que se ha muerto en la espera. Yo me tuve que mudar a una casa más pequeña y barata. Cosas que pasan», explica con resignación. «Los abogados me dicen que ya está arreglado. Ahora, la fecha de cobro ya es otra cosa...».
-¿El Gobierno ha afrontado correctamente el escándalo de Bankia?
-A mí me engañaron los empleados de Caja Madrid. Yo me fiaba mucho del director y de la subdirectora de mi sucursal. Ellos me dijeron que tenían una oferta especial para clientes como yo, con un interés del 7 por ciento. Me confié, compré eso y nadie me dijo que podía perderlo todo. Gracias a mis ahorros y al de muchos otros se costearon esas tarjetas black.
-Hay mucha gente indignada. ¿Usted es una de ellas?
-Las cosas están mal porque estamos metidos en una crisis que podría haberse evitado. Mire que habrán robado en este país. Los cuarenta ladrones de Alí Babá se quedan cortos. Me sienta mal que la gente mayor como yo, que lleva una vida cotizando, no tenga para comer o para pagar la luz... A los jubilados no nos regalan nada.
-Pueden quitarnos la vida, pero jamás nos quitarán el rímel, ¿verdad?
-La coquetería no se pierde nunca. Pero a mí ya no me llegan candidatos. Ya ni los albañiles me dicen piropos. Antes te gritaban desde un andamio: «¡Guapa!». ¡Qué linda era esa España!
-¿Volvería a cantar?
-Las televisiones no pagan, quieren que vaya gratis y eso me quita la ilusión. Voy a sacar un vídeo con un tema muy bonito, pero lo hago para distraerme. Los artistas morimos siendo artistas, pero a veces tenemos que dejar de trabajar porque no nos ponemos de acuerdo con los empresarios. En tiempos de la peseta con una gala te comprabas un apartamento. Ahora con el euro no te alcanza para nada.
-¿Y los políticos hacen algo?
-No creo en los políticos. Ni en los que estaban antes, ni en los que están ahora ni en los que vendrán.
-¿Votará a Podemos?
-Me siento estafada pero no para tanto. Yo no quiero nada que sea ni muy de derechas ni muy de izquierdas. Los extremos son peligrosos y creo que Podemos vendría a terminar de estropear España. Pero yo no entiendo de política. Solo entiendo de lógica.
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