El cocinero de los Obama abandona los fogones de la Casa Blanca
Sam Kass ha sido una figura esencial en los esfuerzos de Michelle Obama y la Casa Blanca por mejorar la nutrición infantil y promover el uso de productos locales
Hasta hace poco, Sam Kass preparaba la cena de los Obama casi todas las noches. El mes que viene cambiará las cocinas de la Casa Blanca por algún despacho en Manhattan, donde se mudará, casi recién casado, con su mujer, la periodista televisiva Alex Wagner. El asunto no tendría gran relevancia –la familia Obama encontrará un sustituto antes de que el presidente o su mujer se tengan que colocar un mandil- de no ser por la importancia que Kass ha adquirido en el hogar presidencial … y en su agenda política.
Más que en un empleado, Kass es un integrante de los Obama. Amigo de Barack, confidente de Michelle y una especie de hermano mayor de Sasha y Malia. Les acompaña en sus vacaciones, es uno de lo compañeros de golf del presidente y ha conseguido algo poco habitual: tener a un presidente en su despedida de soltero. Los Obama también acudieron a su boda y el presidente dijo esta semana, cuando se anunció que dejaba su cargo, que Kass «había pasado de ser un amigo cercano a un miembro clave de mi equipo».
Ahora el chef ha decidido que es el momento de dejar la familia Obama y centrarse en la suya. «Quiero a esta familia y creo en el trabajo que hemos hecho y en la misión del presidente y la primera dama. Pero ahora que estoy recién casado, tengo que poner nuestro futuro en primer lugar», dijo en una entrevista a «The Wall Street Journal».
Asesor del presidente
Kass, de 34 años, ha sido el cocinero con más impacto político que se recuerda en Washington. Él ha sido el compañero de fatigas de Michelle Obama en su cruzada por los buenos hábitos de vida, sobre todo en lo que se refiere al ejercicio físico y la nutrición infantil. Desde la repercusión que le dio su puesto en la Casa Blanca y su cercanía con los Obama, Kass no se limitó a quedarse en la cocina sino que impulsó programas como «Let’s move» – una campaña para luchar contra la obesidad infantil -, organizó la reforma de la nutrición infantil en los colegios y facilitó la iniciativa Kids Live Well, por la que 42.000 restaurantes se comprometieron a ofrecer menús saludables para niños. También logró colocar a Michelle Obama y la Casa Blanca como un intermediario entre las grandes empresas de comida y los activistas sobre nutrición, para conseguir que en el mercado haya opciones más sanas y a mejor precio o mejorar cómo se vende a los niños la comida saludable.
Una de sus acciones más conocidas es el huerto de la Casa Blanca, que la Primera Dama ha promocionado sin descanso para impulsar el uso de productos locales. «Desde construir nuestro huerto hasta fabricar nuestra propia cerveza, Sam ha dejado una marca imborrable en la Casa Blanca», dijo Obama en su despedida. «Y con el trabajo que ha hecho para ayudar a que las familias y los niños disfruten de una vida más saludable, ha tenido un gran impacto en la próxima generación», recalcó. Kass llegó a convertirse en asesor de políticas de nutrición para la Casa Blanca, un puesto que nunca había ostentado nadie antes.
La idea del huerto presidencial surgió hace mucho tiempo, cuando Kass empezó a trabajar para los Obama como chef personal. Era 2005, y Obama había sido recién elegido senador. La relación con Michelle venía de mucho antes, desde que él era un adolescente en Hyde Park, el mismo barrio en el que vivían los Obama. Antes de mandar en sus fogones, aprendió cocina por medio mundo, en países como Austria, Nueva Zelanda, México e Italia.
Kass no abandonará los programas nutricionales de la primera dama, pero se pasará al sector privado, en labores de promoción de hábitos de nutrición saludables. Seguirá cocinando, pero ahora para su propia familia.
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