¿Qué fue de Marilia, excomponente de «Ella baila sola»?

Con «Ella baila sola», Marta Botía y Marilia demostraron que dos chicas con guitarras eran algo más que un producto; ellas, que venían de tocar en pequeños garitos de Madrid, a pie de obra. Un periplo que puso su punto final en 2001, y que en 2012 había vendido un total de 5.000.000 de copias de sus discos. Hace trece años de aquello, que es casi el tiempo que Marilia ha tardado en volver a subirse a un escenario. ¿El pretexto? Su disco «Subir una montaña», que salió a la venta en septiembre de 2013 . «Cuando se disolvió el grupo tuve muchas ofertas para seguir grabando, incluso con dinero por adelantado, pero decidí esperar », confiesa. Una decisión muy personal de la que reconoce que quizá «no fue el mejor plan estratégico», como tampoco lo fue disolver el grupo: «Pudimos seguir tocando, grabando, ganando más dinero... y no lo hicimos», matiza.

Sin ser muy precisa en qué ha hecho en todo este tiempo, admite que ha estado colaborando con diferentes proyectos, que ha viajado y que ha seguido componiendo, un hábito que cultiva «desde los 11 años». Critica esa imagen de que «si no sacas disco, significa que estás quieto» pero no ha sido hasta hace algo más de un año cuando ha visto que ese era el momento de editar una nueva colección de canciones. «Lo he hecho de forma independiente porque se ajustaba más a la libertad creativa que necesitaba, aunque para ello haya tenido que poner el dinero de mi bolsillo», cuenta.

De sus tiempos con «Ella baila sola» pinta una época que guarda «con mucho cariño, aunque no volvería atrás». Y de Botía, su excompañera de escenarios, reconoce que «ya no hay esa amistad de antes»: «El cariño está ahí pero cuando decidimos dejarlo cada una fue por un camino distinto». En esa senda suya, muy suya, acampan sus canciones «en salas pequeñas», que, cuando se da la oportunidad, combina «con bolos más grandes». «El éxito es hacer las cosas como uno quiere», afirma. Parece que no ha hecho otra cosa que corroborarlo.