Genoveva Casanova: «Me voy seis meses a India. No pienso en una relación»

El próximo 25 de julio, los hijos del conde de Salvatierra y Genoveva Casanova celebran su cumpleaños . Ese día estarán con sus padres y también ese día Genoveva se despedirá de sus pequeños para viajar a Calcuta y ponerse a trabajar en la Fundacion de la Madre Teresa. «Me han dado visado para seis meses, por lo que estaré todo ese tiempo -salvo cuando viaje a España para estar con mis hijos o por motivos de trabajo-», me explica. «Hace muchos años que tengo el sueño de poder estar una larga temporada entregándome de verdad en labores humanitarias, y ahora ha llegado el momento de cumplirlo», añade. Lo dice porque este curso escolar los pequeños Luis y Amina estudiarán en un internado fuera de España y eso lo permite poder hacer realidad ese proyecto.

Desde hacía unas semanas circulaba por las redacciones y mentideros el rumor de una posible relación de la mexicana con el abogado José María Michavila, que enviudó hace unos meses, días después del nacimiento de su quinto hijo . Aquello fue un golpe durísimo para el expolítico, que de la noche a la mañana se quedaba sin el amor de su vida y con unos hijos destrozados por esa pérdida. «Es verdad que tenemos una buena amistad desde hace tiempo, pero te aseguro que hoy mi prioridad es viajar a India. No es el momento de pensar en una relación», me aclara Genoveva, quien también ha dejado su trabajo en la Fundacion Casa de Alba, donde cree que ya ha cumplido su tiempo. «Tengo pendiente presentar en septiembre unos cursos con la fundación», puntualiza. La mexicana quiere dedicarse por completo a sus viajes, a sus fotografías, como las que expone este verano en el Sha Wellness Clinic.

Fuentes muy cercanas a Genoveva me aseguran que la amistad con Michavila viene desde hace muchos años, concretamente desde 2002, cuando los dos matrimonios se veían en la finca sevillana de Cayetano. Todos congeniaron rápidamente, pero el distanciamiento llegó con los problemas matrimoniales de Cayetano y Genoveva frente a la estabilidad de los Michavila, cuyas ideas sobre la moral o la religión son muy tradicionales. El posterior divorcio de los condes de Salvatierra tampoco sirvió para estrechar esos lazos y por eso cada uno siguió su vida.

Pero la muerte de Irene dio un vuelco a esta historia. Los amigos de Michavila se volcaron en hacerle todo más llevadero, y en ese grupo también estaba Genoveva. Ya antes había colaborado con la Fundación Alas de Shakira, que gestiona el despacho de Michavila, donde también se llevan algunos asuntos legales de Casanova. Sus amigos comunes -como los Ponce, Patricia Rato o Paloma Segrelles- organizaban reuniones y actuaban en lo que podían para que las cosas en la familia de Michavila fueran menos complicadas. Si el roce hace el cariño, lo que ha ido pasando entre el viudo y la exnuera de la duquesa de Alba se podría describir como una amistad muy especial. Sus cercanos insisten en que no hay una relación, pero nadie descarta que esa amistad con la ayuda del tiempo pueda derivar en algo más.