Cruzan a nado entre Menorca y Barcelona para desafiar al cáncer
Cinco jóvenes llevan a cabo la iniciativa solidaria de cruzar el Mediterráneo, con la ayuda del doctor Ángel Villamor y su equipo

Está ahí, al acecho, y cuando menos te lo esperas ataca. Aparece sin previo aviso, sin venir a cuento, sin necesidad alguna. De pronto se hace presente. En ti o en alguien a quien quieres. El cáncer, el maldito cáncer, esa enfermedad que no entiende de edad, sexo o raza. Cuando ese grupo de células enemigas -que se multiplica sin control- decide entrar en acción, lo hace.
Hasta que son detectadas. Entonces, hay muchas formas de luchar contra ellas. La batalla nunca está perdida y hay que ganarla como sea . Por eso y por mucho más, hay que ayudar. Siempre que se pueda. Como ha hecho Javier del Cerro. Que toma su propio pulso al Planeta y con solo 18 años, da ejemplo de cómo se puede conseguir algo cuando uno se lo propone. A este estudiante de arquitectura el cáncer le quitó a su abuelo del alma y después atacó a otros dos familiares.
Él se negó en rotundo a quedarse con los brazos cruzados . Lo tenía claro. Había que rendir homenaje a los suyos y a todos los que luchan contra esta enfermedad. A pesar de ser tan joven ideó un proyecto muy especial, por supuesto solidario, y decidió desafiar al mar, al mar Mediterráneo, ese que desde el jueves cruza a nado junto a sus compañeros del Mediterranean Challenge: su hermano Juan Carlos, su tío Raúl, Abraham Trigo y Chema López.
Brazada a brazada estos hombres, ninguno deportista profesional, toman el relevo cada hora para alcanzar los 240 kms que separan Menorca de Barcelona. Un reto con un único objetivo: recaudar fondos para la Asociación Española Contra el Cáncer. Lo que ya han conseguido gracias al tesón de Javier, que convencido de su idea, involucró al resto y les demostró desde el principio que iba a funcionar. Consiguieron 44 patrocinadores y ya llevan casi 75.000 euros recaudados para la AECC . Pero no están solos.
Para echar un pulso de esta categoría al mar necesitan ayuda médica, y la tienen gracias a la generosidad del doctor Ángel Villamor y su equipo de la Clínica iQtra Medicina Avanzada, así como el Hospital Nisa de Aravaca. Todos se han unido para controlar el estado físico de estos jóvenes maravillosos y les acompañan con un barco de apoyo durante las más de 60 horas que van a estar nadando.
Como explica Villamor, un ser excepcional, «los nadadores se enfrentan a medusas, la oscuridad de la noche (no pueden llevar luz porque atraen a los bancos de peces), la sal en las mucosas (se acaba pelando la lengua y los labios), el mareo, tirones y lesiones típicas de este deporte, o al cansancio. Estamos aquí para apoyarles».
Un reto. Sin duda. Para que las personas con cáncer no se sientan solas. Para que todos nos concienciemos de la importancia que tiene ayudar. Para ver una luz en el camino. La misma que proyecta Javier que, a pesar de ser tan joven, nos ha dado una lección de esfuerzo y solidaridad. Con esta prueba luchamos contra una difícil enfermedad, el cáncer. Este es nuestro auténtico desafío”, apunta. Que sea el de todos. Enhorabuena. Tú si que eres un “crack”.
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