en su punto
Genoveva Casanova: «Cayetana de Alba se siente orgullosa de mí»
La exmujer de Cayetano Martínez de Irujo pasará las vacaciones estivales en Calcuta
Este verano Genoveva Casanova (37 años) lo pasará en Calcuta trabajando para la fundación de la Madre Teresa. Reconoce que «podría vivir» en la India «siempre». De su afición por la fotografía y su lado solidario hablamos durante la presentación de su exposición «No Blink» en el Sha Wellness Clinic con la familia Bataller como anfitriones y a beneficio de Accem.
-¿Es necesario salir fuera de España para ayudar a los demás?
-No hace falta, aquí también hay problemas y yo intento colaborar en lo que puedo, como acudiendo a un comedor social. Pero la India es especial para mí.
-¿Hasta qué punto le pesa ser un personaje conocido para que le tomen en serio?
-La vida que he tenido me ha aportado cosas buenas y momentos duros, pero soy el fruto de todo eso.
-Hay quien piensa que uno no debe publicitar su lado solidario salvo para lavar su imagen pública o por vanidad.
-Lo entiendo, pero también creo que la repercusión mediática que yo pueda tener es útil para dar voz a trabajos como el que hacen en ACCEM. ¿No sería egoísta por mi parte no hacerlo? Para algo bueno tiene que servir ser conocido.
-¿Está conforme con la imagen que tienen de usted?
-Siempre que me han entrevistado he contestado como pienso, pero he comprobado que por más que uno se da hay quien recibe sólo lo que quiere. Intentas que te conozcan, pero prefieren mantener esa idea preconcebida de mí. Me he dado cuenta de que, en ese sentido, no hay nada que yo pueda hacer.
-Su nombre siempre estará unido al de la familia Alba por lazos familiares y porque trabaja en su fundación. ¿Qué supone haber sido parte de la familia?
-Responsabilidad y orgullo. Siempre he querido que la duquesa se sienta orgullosa de mí y creo que lo he conseguido. Tenemos una buena relación.
-¿Cómo explica a sus hijos estos viajes y la labor que quiere hacer?
-En España no son tan conscientes de las diferencias, pero cuando viajan a México o Kenia sí ven los contrastes. Por eso, en sus maletas siempre meten cosas para repartir. Los niños nacen generosos. Es importante que las nuevas generaciones entiendan que todo lo que tenemos en la vida es prestado.
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