¿Cómo acabará el triángulo amoroso de François Hollande?
Tres periodistas especulan sobre el desenlace de esta aventura donde están implicados el presidente francés, su pareja y la actriz Julie Gayet
Actualizado: GuardarTres periodistas especulan sobre el desenlace de esta aventura donde están implicados el presidente francés, su pareja y la actriz Julie Gayet
123HABRÁ BODA
Hollande y su pareja, la periodista Valérie Trierweiler - AFP Me gustaría pensar que Francois Hollande, ese culpable, recaerá, finalmente, en la soltería, porque con Valérie Trierweiler el amor, quizá, se esfumó como una promesa electoral, y porque Julie Gayet lo mismo no se anima a la titulación de primera dama, que en ella queda más bien antiguo. Me gustaría pensar eso, que Hollande se queda suelto, porque una le dice que sí, y la otra le dice que no, pero sospecho que va a tener razón de futuro Carla Bruni, que conoce bien todos los paños, y aconseja a Trierweiler el matrimonio. Que ya sabemos por Groucho Marx que acaba siendo la principal causa de divorcio. Habrá boda, en todo caso. La realidad desemboca en la boda propiamente dicha. La imaginación en la del presidente con su soltería.
Ángel Antonio Herrera.
UN POLIAMOR
La actriz Julie Gayet, supuesta amante del presidente francés - reuters Lo primero que llama la atención de Hollande es su éxito. Es la erótica del poder mezclada con el discreto encanto del señor de los anuncios de la tónica Schweppes. Si me mandaran a una rueda de prensa al Elíseo yo le preguntaría muy serio: Hollande, ¿qué las da?
El desarrollo de su affaire (justificado parece el uso del francés) admite varios escenarios. Por un lado, la continuidad del matrimonio. Aunque triste será ver cómo el rostro de Trierweiler se va ajando. Para ella será una sucesión de soponcios. Alguien dijo: El Matrimonio es una institución ¿y quién quiere vivir en una institución? En este caso, es una institución dentro de una institución. Hollande solo podrá ser feliz si aprovecha un sistema secreto de pasadizos para sus aventuras extra-maritales. Porque lo intra-marital será un martirio republicano.
Otra opción es un continuismo alternativo. Que deje a Trierweiler y se vaya con la actriz. Continuismo, por tanto, es cuando el pueblo le obliga a formalizar y a dejarse de alegrías.
Otra opción es la soltería, que vaya haciendo de las suyas como un repartidor de croissants a domicilio. Esto es poco deseable, sería la berlusconización de Francia. La que prefiero se sale de estos dos cauces. Sería la continuidad institucionalizada del menage-à-trois como excepción francesa. Aceleraría una VI República, con un croissant como escudo en medio de la tricolor y una posibilidad de poliamor que renovara los cauces de la vida sentimental europea y acercara el corazón de Francia a los gustos de su población inmigrante.
Hughes.
RESIDENCIA CON CUERNOS
Figuritas representando al presidente francés y a Julie Gayet - afp Si Hollande y Gayet llevan dos años juntos, la lógica sugiere que, una vez estallada la bomba, la actriz esté preparando los baúles para trasladarse al Elíseo. Sobre todo teniendo en cuenta que la legítima tampoco es que lleve un anillo con una fecha por dentro.
Valérie Trierweiller, la Pajarito francesa, se ha ido a La Lanterne, que tiene cornamentas en la entrada. También piscina, pista de tenis, bodega y acceso privado a los jardines de Versalles. Un pabellón de 1787 que fue residencia de primeros ministros (también de André Malraux) y de presidentes desde Sarkozy. Ahora de la novia del Presidente. Su Trianon.
A la espera de la decisión de «The Bachelor», y si Julie es la elegida, habrá que ver qué hace Trierweiller. Mutis sería aburrido. También el columnismo vengativo. La queremos a) vestida de blanco y con un cuchillo enorme como Glenn Close en «Atracción fatal» o b) atrincherada en La Lanterne hasta que la Gendarmería Nacional la eche.
Rosa Belmonte.