cuestionario
Luis Astolfi: «Con el corazón también se puede sufrir»
El jinete olímpico, uno de los grandes confidentes de la Infanta Doña Elena, habla por primera vez sobre su familia y sentimientos
Ha dedicado su vida a ser jinete. Y esta dedicación –lleva más de cuarenta años de profesión, debutó a los 14 en competición– le ha llevado a pertenecer a la élite del deporte español. Con cuatro Juegos Olímpicos a sus espaldas y cientos de trofeos en su haber, Luis Astolfi, el hombre que susurra a los caballos casi desde que nació, además es alto, guapo, educado, atractivo y listo.
Podría seguir así sin encontrar calificativos negativos, pero claro, se me iba a notar. Que nos une una antigua amistad. La suficiente para poder decir de él esto y mucho más. ¿Por ejemplo? Que este hombre, licenciado en Derecho, tiene una filosofía de vida, una ética, y una moral innatas a su persona, de esas que no se aprenden. O que su gran pasión son sus hijos. «Y tengo la gran fortuna de haber nacido en una familia de catorce hermanos con unos padres que nos han inculcado el respeto y el amor hacia la gente que nos quiere. Como decía él, entre padre e hijos, hermanos, cualquier familiar o amigo de verdad, no se debería tener que dar nunca una explicación».
1. ¿Qué me aconseja que le pregunte para que este cuestionario no se convierta en una entrevista más?
–Lo que le divierta y considere. Estoy seguro de que no será una entrevista más.
2. ¿Cuál es la noticia de la que le gustaría ser protagonista?
–Que lo importante fuera el contenido y que fuera tan buena noticia que todos los países del mundo la pudieran aprovechar sin distinción de partidos, razas o religiones. Que no generara ninguna clase de conflicto y que consiguiera poner de acuerdo a todos.
3. Si tuviera que formar un dueto, ¿con quién lo formaría?
–Imposible formar un dueto porque soy incapaz de cantar. Si tuviera que hacerlo lo haría «callado» dejando al otro cantar. Pero sin ninguna duda formaría un dueto de por vida con mi madre.
4. «Quien habla mal de mí a mis espaldas, mi trasero lo contempla». Lo dijo Churchill. ¿Comulga con esta frase?
–Me daría mucha pena que alguien hablara de mí a mis espaldas pero no por mí, sino por esa persona, por perder su tiempo. En el peor de los casos la ignoraría.
5. ¿Ha tenido que comerse a menudo sus propias palabras?
–No, si lo hiciera pediría perdón sin ningún problema.
6. Si se reencarnase, ¿qué preferiría ser, hombre o mujer? ¿Por qué?
–Hombre, porque lo soy y me gusta, con lo cual no tengo miedo de volver a serlo. Mujer, como nunca no le he probado, para qué arriesgarse.
7. ¿Cuál es la pregunta más ridícula que le ha hecho un periodista antes de hoy?
–Alguna incongruencia quizás. Pero de verdad que de las cosas ridículas no me acuerdo.
8. Arriésguese, hágase un tatuaje. ¿Cuál ha escogido?
–No llevo ninguno pero si tuviera que escoger me haría un corazón –con él se llega al fin del mundo– y una cruz porque con el corazón también se puede sufrir.
9. Abre los ojos y se encuentra a un desconocido en la cama. ¿Qué haría?
–Le preguntaría las razones de por qué se encuentra en ella antes de hacer nada.
10. El fin del mundo a la vuelta de la esquina. Rápidamente, ¿qué es eso qué haría que nunca tuvo el valor de hacer?
–Pensar en la muerte. No he pensado nunca en la muerte y quizás empezaría a hacerlo.
11. ¿Cuál es el peor defecto de los otros?
–El rencor y el ser humillador. A veces, no afrontar las cosas para ver la pura realidad.
Veredicto. Me parece que ya lo he dicho. Me gusta Luis. Y me ha sorprendido. Con la sencillez y naturalidad que habla de sentimientos y emociones. Lo que más me impresiona: que nunca haya pensado en la muerte. Cuánto le envidio. Por saber hacerlo.
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