Noor de Jordania: viejas amistades, nuevos rumores
Una supuesta relación con el magnate Carlos Slim de nuevo la sitúa en el foco mediático
Elisabeth Halaby , más conocida como Noor de Jordania , ha llevado en los últimos años una discreta vida repartida entre sus residencias de Londres, Nueva York y Amman. Sin embargo, la boda el pasado mes de marzo de la tercera de sus hijas y del fallecido Rey Hussein de Jordania , la princesa Iman, la devolvía a las portadas de las revistas, al tiempo que se destapaban en la prensa y en los mentideros de la jet-set internacional los viejos rumores de un romance que jamás se ha confirmado entre el multimillonario mexicano de ascendencia libanesa Carlos Slim y la famosa consorte. Las relaciones entre el hombre más adinerado del planeta, también viudo desde 1999, y la Reina Noor fueron subrayadas en un reportaje publicado por «Vanity Fair» , en el que se hablaba de antiguos «encuentros» entre ambos en una finca que el desparacecido empresario e íntimo amigo de Felipe González , Luis Cereceda , tenía en la localidad madrileña de Brunete. Se sabe que Noor y Slim comparten intereses filantrópicos
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Halaby, rebautizada en el circuito real como Noor o «luz», nació hace 61 años en Estados Unidos de padre sirio y madre sueca. Licenciada en Arquitectura, se convertía el 15 de junio de 1978 en la cuarta esposa del Rey Hussein y madre de sus cuatro hijos menores, entre ellos Hamzah, el heredero al trono hasta diciembre de 2004, momento en el que su hermanastro, el actual Rey Abdallah y marido de la bella Rania, se cruza en su camino despojándole del título en una batalla fratricida por el poder.
Intrigas palaciegas
Acosada por las intrigas palaciegas –con una Rania que no deseaba su competencia, un hijastro que quería devolver a su madre, la inglesa Toni Gardiner, la gloria perdida, y todo un complot digno de los mejores dramas de Shakespeare para que su hijo perdiera el derecho al Trono–, Noor vería desvanecerse su última parcela de poder, refugiándose en una vida acomodada en Estados Unidos y retornando a la efervescente Jordania para posados y causas benéficas varias como Reina viuda, un título inexistente y sin protocolo. Los expertos en Casas Reales que la han tratado dicen haber quedado fascinados por una historia personal que va más allá de los cuentos de hadas en los que la mujer joven y guapa se enamora del poderoso Rey. Bajo de la superficie, hay una mujer con una trayectoria inspiradora.
Intereses comunes
Alejada de la vida social tras la muerte de su esposo, actualmente colabora con varias organizaciones internacionales para la resolución de conflictos. Como si Pyongyang no existiera, la Reina Noor ha defendido estos años el desarme nuclear con contundencia y es una de las integrantes de Global Zero, una iniciativa que cuenta en sus filas con ilustres nombres como Jimmy Carter o Mijail Gorbachov , y que busca la eliminación de las armas atómicas en el mundo. Ostenta también la presidencia de la organización Colegios del Mundo Unido y dirige la Fundación Noor Al Hussein (NHF), especializada en programas de erradicación de la pobreza, salud, microfinanzas e intercambio intercultural, y la Fundación Rey Hussein (KHF) , creada en 1999 para difundir el legado del monarca en Jordania.
Twitter como medio de expresión
Activa usuaria de Twitter, no duda en afirmar que las redes sociales han funcionado como catalizador durante la primavera árabe y han proporcionado una plataforma de expresión, especialmente a las mujeres de la región, demostrando así que son algo más que un grupo pasivo y homogéneo sin opinión.
De la silenciosa guerra mantenida contra el icono más mediático de Jordania, la palestina Rania, la americana parece haber salido victoriosa en su tierra adoptiva. En un país en el que la actual Reina no es popular y nunca lo ha sido, la serena Noor puede presumir de haber conquistado el corazón de los jordanos, que la siguen considerando un referente.
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