El boom de los mercadillos de vaciado de casas
tendencia
Las 'estate sales' americanas comenzaron en Madrid poco antes de la pandemia, y a su término han florecido, con ventas casi cada fin de semana
![En las casas se pueden encontrar desde vajillas y muebles hasta ropa y objetos raros](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/estilo/2023/01/03/pozuelo_arq-R3JPxrfhQ0JaYbaETzIIKyL-1200x840@abc.jpg)
La pandemia y la preocupación por la sostenibilidad están teniendo impactos en todos los ámbitos de la vida, y dando luz a actividades y hábitos adaptados a las nuevas formas de vida y sobre todo de consumo. En el hogar el cambio es notable en ... cuanto al auge por su decoración y mejoras. El confinamiento nos obligó a redescubrirlo y a ponerlo a tono con nuestra realidad de repente íntima y bajo techo de forma permanente. Sectores como la jardinería o la cocina también notaron su efecto. Pero la onda expansiva fue más allá y trajo consigo otro tipo de aficiones tras la vuelta a la 'normalidad'. Lo vivido apuró la consciencia sobre nuestro impacto en el entorno e instaló la idea de las tres 'R', reciclar, reusar y reducir. En España, todo esto obró de puntapié definitivo para el mercado de segunda mano, lo vintage, lo artesanal y los rastros y rastrillos, y abrió la puerta a una costumbre que hasta ahora estaba reservada al mundo anglosajón, la de los mercadillos en casa.
Las 'estate sales', como se las conoce en Estados Unidos, donde son algo muy habitual y profesionalizado, congregan ya casi cada fin de semana en Madrid a cientos de personas que acuden a estas nuevas ventas o liquidaciones en viviendas deseosas de encontrar en ellas tesoros y oportunidades.
Aquí comenzaron tímidamente, poco antes de la pandemia, y a su término han florecido como una opción aún reducida pero creciente que mezcla interiorismo y coleccionismo con ocio, similar al paseo por un rastro o mercadillo callejero pero con el añadido, un poco 'voyeur', de entrar a una propiedad privada y descubrir cómo vivían y qué acumulaban sus ocupantes.
Cómo funcionan
Aunque es una tendencia joven y aún minoritaria, el procedimiento está ya bastante aceitado. Lo han instrumentado personas o pequeñas sociedades que han encontrado en la organización de este tipo de ventas abiertas una nueva vía profesional. Para ello, primero valoran todo lo que hay en el hogar que se quiere vaciar, deciden qué tiene valor y sentido ofrecer al público, preparan los artículos y establecen su precio, ordenan todo para que esté a la vista de la mejor manera posible, promocionan la convocatoria (sobre todo en redes sociales) y, los días señalados, se ocupan de estar en la vivienda recibiendo a los potenciales compradores y enseñando, cobrando y entregando los objetos.
Es un trabajo que han adoptado en la capital una serie de mujeres aficionadas a la decoración y a los mercadillos y rastros, que han estudiado esta modalidad en otros mercados y la han adaptado al local. Llegaron a esta actividad un poco por casualidad, y hoy son referentes y apasionadas, con más propuestas de 'vaciado de casas' casi que tiempo para montar estos laboriosos mercadillos privados, por lo que deben seleccionar muy bien las propiedades que aceptan como 'clientes'.
![Una casa vaciada por Arquitectura del Orden](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/estilo/2023/01/09/pozuelo2_arq-U25634133412fCC-624x350@abc.jpg)
Las ventas se realizan de jueves o viernes a domingo, por lo que se plantean también como una alternativa de plan en la ciudad (de hecho, en nuestra Agenda de los jueves solemos dar cuenta de ellas). La entrada siempre es gratuita. Generalmente el primer día es previa inscripción, con aforo limitado, ya que los coleccionistas, anticuarios y verdaderos fanáticos valoran ser los primeros para no perderse lo más valioso, mientras que sábados y domingos es libre y sin reserva anticipada.
Estas casas que abren sus puertas están siempre vacías de ocupantes. Al llegar, los asistentes se comportan como en cualquier otro mercadillo o 'pop up', pero en lugar de pasearse por los puestos lo hacen por las habitaciones y estancias de la vivienda, descubriendo y mirando su contenido. El último día, las organizadoras suelen rebajar el precio, porque la idea es no dejar nada, o lo mínimo, en el inmueble, que es para lo que se las contrata, para un vaciado total que, además, genere ingresos.
Qué casas son
Está claro que no se trata de ventas de pequeños trasteros ni todas las casas merecen este tipo de eventos. Las expertas ya saben seleccionar en cuáles tiene sentido esta modalidad de 'vaciado' mediante un mercadillo porque cuentan con suficientes objetos interesantes que ofrecer.
Habitualmente son propiedades de gran tamaño y cuyos ocupantes eran coleccionistas o acumulaban antigüedades o buenos muebles, arte, artículos de una disciplina concreta, o simplemente mucha vajilla, herramientas, libros, ropa de valor y variedad de objetos decorativos y heredados. Suele tratarse de pisos en zonas residenciales de lujo de Madrid o chalés de municipios del norte, pero con el paso del tiempo las organizadoras también han montado algunas ventas puntuales de diversos fondos combinados en otros entornos.
![Imagen principal - Una casa que se vació este verano vendiéndolo todo.](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/estilo/2023/01/04/20220910_140316-U05372062580UHH-758x470@abc.jpg)
![Imagen secundaria 1 - Una casa que se vació este verano vendiéndolo todo.](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/estilo/2023/01/04/20220910_134924-U74104038737skC-464x329@abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - Una casa que se vació este verano vendiéndolo todo.](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/estilo/2023/01/04/20220910_133237-U14135564762ouY-278x329@abc.jpg)
En estos mercadillos en casa hay objetos que cuestan desde un euro, o incluso menos, hasta varios cientos de euros si se trata de obras artísticas o de mobiliario, por ejemplo.
Estas viviendas necesitan ser vaciadas completamente de su contenido por diversos motivos, desde el fallecimiento de sus ocupantes hasta una mudanza internacional o de larga distancia, un cambio radical de estilo decorativo o de vida, una expropiación o el traslado a una vivienda de menor tamaño por la emancipación de los hijos, una quiebra o un divorcio.
Las expertas
Una de las primeras en lanzarse a este mundo fue Astrid Romero, quien comenzó en 2018 de forma imprevista (ella prefiere decir que «no hay casualidades, sino causalidades») cuando una conocida le pidió ayuda para vender las pertenencias de una familiar fallecida. Ella había vivido en Estados Unidos y de ahí había traído la idea de estos mercadillos. Empezaron a encadenarse las oportunidades nacidas del boca en boca de aquel primer éxito y se sumó al proyecto su socia María José López, con quien dio forma ya a lo que hoy es Arquitectura del Orden, su proyecto profesional de vaciado de casas.
Ellas afirman que su trabajo «pone en valor» lo que hay en la vivienda y sobre todo la historia de esas personas y esas familias que la ocuparon. Aunque comenzó con el orden y la redecoración como eje del negocio, con el paso del tiempo -y la buena acogida que vieron- este servicio se ha convertido en su actividad principal, centrada "en ayudar a las personas a despedirse de todo aquello que no necesitan fomentando una economía circular y un consumo sostenible», según explican sus fundadoras desde el sofá a cuadros, aún sin comprador, de un adosado desocupado de Pozuelo donde llevan tres días recibiendo a compradores venidos de toda la capital.
![Imagen - Acumulamos tantas cosas que deshacerse de ellas llega a ser angustioso y lo más sencillo es que terminen en un contenedor. Pero nuestros 'trastos' pueden ser un tesoro para otros.](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/estilo/2023/01/09/arquitecturadelorden-U32458374855iwi-170x170@abc.jpg)
Acumulamos tantas cosas que deshacerse de ellas llega a ser angustioso y lo más sencillo es que terminen en un contenedor. Pero nuestros 'trastos' pueden ser un tesoro para otros.
Astrid Romero y María José López
Arquitectura del Orden
A través de sus Puertas Abiertas, que durante 2022 han tenido lugar casi cada fin de semana en una casa distinta de la Comunidad (e incluso han dado el salto por primera vez a otras ciudades), ellas organizan todo el proceso. Sus mercadillos se distinguen por su ambientación, ya que a las dos les gusta recolocar las cosas, adornar con flores y otros detalles y armar conjuntos para dar ideas decorativas y de uso de los artículos a los potenciales compradores (montan mesas y rincones, por ejemplo, en las casas vacías).
También se dedica a este original negocio Blanca de Carlos, en forma paralela al Rastro de Las Rozas que lleva tiempo coordinando. En su apartado de 'estate sales', que bautizó Espacio en claro, une su experiencia en el mundo de la decoración y el diseño con sus años de residencia en suelo estadounidense, donde le encantó la idea y pensé en trasladarla a su regreso a España.
Son una experiencia diferente de compra. Puedes entrar en casas preciosas, ver cómo están colocados los muebles y los cuadros, proyectarlos en tu propio espacio.
Blanca de Carlos
Fundadora de Espacio en claro
De Carlos se vale de un equipo de expertos, con anticuarios y tasadores entre ellos, para valorar y preparar los objetos de las viviendas con las que trabaja, en lo que constituye una «manera muy práctica, rentable y rápida de resolver el problema que supone vaciar una casa, porque lo que unos no quieren otros lo están buscando», explica a ABC mientras envuelve unas herramientas usadas que se lleva una pareja en un chalé de Boadilla del Monte cargado de artículos de caza, ropa vintage y recuerdos de viajes por el mundo.
«Se trata de pasear por todas las habitaciones buscando caprichos o cosas prácticas a unos precios bajísimos y en muchas ocasiones encontrando tesoros», afirma ella.
El fenómeno va creciendo poco a poco y ha hecho que surjan más personas dedicadas a ello, como quienes están detrás de Be House Market o The Circular Market, por ejemplo. Para todas ellas, el trabajo previo a la venta es el más largo y laborioso, por lo que además de un porcentaje sobre las ventas finales suelen cobrar un fijo a los propietarios que necesitan deshacerse de todo. Durante esa fase anterior al mercadillo, además de limpiar, catalogar y preparar los productos y las habitaciones, deben ocuparse intensamente de promocionar los días de venta para conseguir público y compradores. Hay desde parejas que están montando su primera casa hasta curiosos, coleccionistas, interioristas, aficionados a la decoración y personas comprometidas con el consumo dentro del circuito de segunda mano. Todos, todos, suelen encontrar algún objeto que, desde esa memoria que guarda, su singularidad o el buen precio que tiene, acaban colándose en su bolsa. Que también hay que llevar desde casa a estos mercadillos, ningún detalle se escapa.
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