Zapatero: «Felipe, de “depre” nada»
Felipe González certifica el desánimo y el jefe del Ejecutivo le corrige ante 700 parlamentarios
El ex presidente dijo en el homenaje a Pablo Iglesias que cuando ve dificultades se siente «más disponible»
El PSOE celebró ayer su particular «día contra el desánimo» aprovechando que se cumplían cien años de la entrada del primer diputado socialista, Pablo Iglesias, en el Congreso, el 10 de junio de 1910. Y cada cual aportó su grano de arena contra el fatalismo de unos sondeos que dan diez puntos de ventaja al PP.
Hasta Felipe González, que últimamente no da respiro a José Luis Rodríguez Zapatero, apareció para ejercer la «militancia pura y dura» y declararse «más disponible» que nunca para su partido en esta hora difícil. «Este momento en que nos da la “depre” colectiva, José Luis, es uno de los menos malos...» porque «las cifras son jodidas», ironizó, pero quedan dos años y vete a saber qué pasará en 2012.
González defiende que aún se puede remontar porque esta España tiene 34.000 euros de renta y quedan dos años para elecciones
A renglón seguido tomó la palabra su sucesor para lanzarle tres o cuatro puyas entre las risas y aplausos de los 350 diputados y senadores actuales, y otros tantos que lo fueron en los últimos 30 años. Juntos se pudo ver de nuevo a José Luis Corcuera, Carlos Solchaga o Javier Solana con la nueva hornada. «Por cierto, Felipe, de “depre” nada. Estamos con todas las fuerzas y todas las ganas». Contó cómo al día siguiente de anunciar el decreto-ley con los recortes, González le envió un SMS para decirle: «Hoy, más que nunca, tienes todo mi apoyo. Gobernar es eso». Nada de rectificaciones y de «necios», que luego todo se malinterpreta...
Pero, con todo, lo más importante fue el llamamiento de Zapatero al Grupo Socialista para que mantenga la «disciplina y cohesión» de las que siempre ha hecho gala en los momentos más duros. Sonó a toque de atención por las informaciones que reflejan el malestar interno ante la falta de peso político del Gobierno, y los comentarios malévolos que algunos parlamentarios deslizan contra su portavoz, José Antonio Alonso. Ayer, éste volvió a defenderse recordando que el Grupo Socialista ha perdido sólo 22 de las 1.800 votaciones y el presidente del Gobierno aprovechó su presencia en el acto para echarle un capote por lo bien que dirige el grupo. Y le dio tiempo de recordar a González que la reforma laboral va por decreto después de dialogar hasta la saciedad con los sindicatos, no como ocurrió en su época y en la de Aznar.
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