Yolanda Díaz esperaba el impulso a la reducción de la jornada laboral en las primeras semanas del año
La vicepresidenta segunda estalló tras comprobar que su ansiada reforma no se iba a aprobar todavía
Cuerpo desmiente a Díaz y niega el supuesto bloqueo de Economía a la reducción de jornada
No es un enfrentamiento más de los muchos que se han dado entre socios desde que el PSOE comenzó hace ahora un lustro los gobiernos de coalición, primero con Unidas Podemos y ahora con Sumar. Ni tiene visos de remitir. El choque entre la vicepresidenta ... segunda y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, y el ministro de Economía, el socialista Carlos Cuerpo, a cuenta de la reducción de la jornada laboral que pretende la primera, para dejarla en 37 horas y media semanales, y a la que se comprometió el PSOE en el acuerdo de gobierno firmado a finales de 2023, es de alcance y recuerda a los momentos más tensos vividos en su día con Pablo Iglesias e Irene Montero.
Díaz esperaba que las primeras reuniones del Consejo de Ministros del año, celebradas este martes y el próximo, sirviesen para impulsar el anteproyecto de la reforma. Su descontento fue mayúsculo cuando supo que no sería así. Desde Trabajo denuncian que el ministerio lleva desde diciembre batallando con el PSOE para llevar al Consejo de Ministros la urgencia de tramitación del anteproyecto para asegurarse que entra en las cortes en el mes de mayo o junio y así, poder entrar en vigor este 2025, ya que, por procedimiento ordinario, es difícil que se cumpla el acuerdo de Gobierno PSOE-Sumar en el que la reducción de la jornada laboral quedó firmada como una contracción gradual: primero a 38,5 horas a finales de 2024 y, luego, a 37,5 horas en 2025.
Dos vías bloqueadas
A esta vía ha recurrido Trabajo ya hasta en dos ocasiones: en diciembre y anteayer, cuando volvió a quedar fuera del índice del Consejo de Ministros del próximo día 14, el cual se encarga de deliberar la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios. Este ha sido el primer 'veto' de Economía que tanto ha enfurecido a Yolanda Díaz.
El segundo se ha dado en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos (CDGAE), dependiente del Ministerio que dirige Cuerpo. En paralelo a la petición de urgencia, Díaz solicitó, también el martes, la inclusión de su medida estrella en la CDGAE del próximo lunes. Pero Economía bloqueó también esta vía a través de un escrito a Trabajo, emplazando, en su lugar, la inclusión de la reforma en la Comisión del día 27 aunque sin comprometerse a ello.
Trabajo acusa al PSOE de dilatar la reforma, pero confían: «Va a costar, pero va a salir. Ya lo hemos vivido en el seno del Gobierno»
«Es una dilación y una forma de posponer la reforma 'sine die'», se quejan fuentes del entorno de la vicepresidenta. «Ya lo hemos vivido en el seno del Gobierno» con la exministra Nadia Calviño, la 'ley rider' o la de vivienda, señalan estas mismas fuentes al tiempo que asumen que van a tener que batallar por que el PSOE cumpla lo firmado. Algo, dicen, que le cuesta «mucho» a su socio aunque luego, una vez salen adelante las medidas, saque pecho y se apropie de ellas. Aún así, en Trabajo se muestran confiados en que la reducción de la jornada laboral se aprobará este año: «Va a costar, pero va a salir. Tenemos experiencia en esto», zanjan.
«No vetamos nada»
Por todo ello, ayer, en una entrevista a primera hora en Telecinco, y sabiendo que apenas instantes después iba a verse las caras con todos sus compañeros, incluidos Pedro Sánchez y el propio Cuerpo, en el acto en el Reina Sofía de la capital por el cincuenta aniversario de la muerte de Franco, estalló. La titular de Trabajo acusó en público a Economía de vetar la tramitación de esa reforma, algo que ese Ministerio negó poco después. «No estamos bloqueando absolutamente nada», zanjó Cuerpo, quien aseguró que el mismo martes se remitió la petición de discutir el asunto en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos y se comprometió a que la discusión tenga lugar «los antes posible»
Con el ambiente así de caldeado y enconado, todos se vieron las caras en la sede del célebre museo, donde se palpó la tensión ambiente. Ni un gesto de acercamiento en público entre ambos. Aunque cada uno por su cuenta sí que hablaron con los secretarios generales de UGT y CC.OO. presentes en el evento, José María Álvarez y Unai Sordo. Los mismos líderes de las principales centrales con los que Díaz firmó antes de Navidad el acuerdo para esa reducción de jornada sin merma salarial, del que se descolgó la Patronal.
Los 2 'vetos' de Cuerpo
Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios
Díaz ha solicitado hasta en dos ocasiones, en diciembre y el pasado martes, la urgencia de tramitación del anteproyecto de ley para la reducción de la jornada laboral para llevarla al Parlamento antes de verano y asegurarse su entrada en vigor este año. Pero Economía le comunicó que volvía a quedar fuera del próximo Consejo de Ministros.
Comisión Delegada de Asuntos Económkicos
En paralelo, Trabajo ha recurrido también sin éxito a la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, dependiente del departamento de Cuerpo. Economía le contestó, también el martes, que la intentaría incluir en la comisión del día 27.
Desde el ala socialista del Gobierno de coalición no se oculta el descontento con la actitud negociadora de Díaz. «No se trata de anunciarlo, se trata de hacerlo», aseguran al respecto fuentes de la parte mayoritaria del Ejecutivo, donde explican que «cuando el debate se polariza, el consenso se aleja». Algo que ya habría pasado, recuerdan, en el debate sobre el impuesto a las eléctricas, que dividió a los socios del Gobierno (ERC y Bildu por un lado, Junts per Catalunya y el PNV por el otro) y que se salvó 'in extremis' y a base de otros compromisos en una sesión de la comisión de Hacienda del Congreso el pasado noviembre que terminó bien entrada la madrugada. E incluso afean lo que consideran ciertas prisas de la vicepresidenta segunda, ya que, de no tener el acuerdo de todos los socios, el proyecto quedaría tumbado a las primeras de cambio por la previsible enmienda a la totalidad de la oposición.
El Gobierno ya se vio obligado el año pasado a retirar la ley del suelo antes de su primera votación precisamente por esa falta de apoyos. Y tampoco es nuevo el reproche unánime de los socios de que Moncloa no negocia con la suficiente antelación sus iniciativas.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete