Vox busca distinguirse del PP en campaña recurriendo a la inmigración y el campo
Convierte ambos temas en eje de las próximas elecciones y reivindica su tradicional lema: «Solo queda Vox»
El Senado levanta otro dique contra la amnistía al iniciar el conflicto institucional ante el Congreso
![El líder de Vox, Santiago Abascal, en un acto electoral en Vitoria](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/04/10/abascal-pv-RTlA30yJfn4cwcvIsRi7WMK-1200x840@diario_abc.jpg)
El desafío al que se enfrenta Vox en los próximos dos meses con el vertiginoso calendario electoral que está por delante es mayúsculo. Necesita retener voto y para ello ha decidido centrar su campaña en dos asuntos centrales para el partido, casi viscerales, ... la inmigración y el mundo rural. Y además, le sirven para contraponer su programa al del Partido Popular, al que acusa de tibieza en ambos asuntos: por colaborar con las políticas que amplifican el «efecto llamada» y por rendirse a la «globalista» Agenda 2030.
La llegada de inmigrantes ilegales y la situación del campo serán indudablemente los dos grandes asuntos que coparán el debate de toda Europa en las elecciones al Parlamento comunitario del mes de junio, pero Vox se ha adelantado a ello y los difunde ya sobre el terreno en la campaña para los comicios vascos y catalanes.
De hecho, ha hecho de la inmigración su principal mensaje en ambas comunidades, priorizándolo al discurso antinacionalista que forma parte de su ADN desde su nacimiento y que tanto ha explotado hasta ahora. Los discursos de Santiago Abascal y de todos sus dirigentes están plagados de alertas contra el PNV, Junts, el secesionismo en Cataluña o los pactos de Pedro Sánchez para mantenerse en el Palacio de la Moncloa; pero los efectos de la inmigración ilegal siempre acaban convirtiéndose en el grueso de sus diatribas.
Un ejemplo de este viraje fue el acto de inicio de campaña en Bilbao la pasada semana. En 2020, Vox se protegía con fuertes medidas de seguridad frente a ataques ‘abertzales’; el viernes denunció que era «un grupo de inmigrantes africanos» el que intentaba acceder a la plaza del mitin para boicotearlo.
Pese a la actualidad de las elecciones, el tema no es nuevo para Vox, sobre todo en Cataluña, donde su secretario general y candidato autonómico, Ignacio Garriga, lleva meses recorriendo sus cuatro provincias denunciando la inmigración ilegal y sus efectos. «¿Delincuentes en tu barrio? Nosotros tenemos su billete de vuelta», reza el lema de precampaña que Vox difunde ya en la comunidad relacionando directamente la inseguridad con la inmigración ilegal. Sus propuestas para combatir el fenómeno las desgranó el propio Abascal este miércoles en el Congreso: desplegar a la Armada para frenar la llegada de pateras, ampliar los medios de la Policía y la Guardia Civil, expulsar a todos los inmigrantes ilegales o echar también de España a «los delincuentes multirreincidentes».
Y además, es un hueco que aprovecha Vox para atacar al PP. Más aún tras la votación del martes en el Congreso en la que los populares apoyaron la iniciativa legislativa popular que propone la regulación de inmigrantes. «El señor Feijóo acaba de apoyar algo mucho peor que regular a medio millón de ilegales -denunció poco después Santiago Abascal en X-. Han apoyado (todo el Congreso menos Vox) el negocio de las mafias que los han traído, han amplificado el efecto llamada y harán que vengan muchos más en las mismas condiciones». Y no se quedó ahí y avisó de que los populares «se revisten de sensibilidad y compasión» pero «colaboran» con el tráfico de personas.
Abascal recordó el asunto un día después en la comparecencia del presidente del Gobierno y acusó a toda la Cámara de «conceder» una amnistía a los inmigrantes ilegales, sin importarles que el Departamento de Seguridad Nacional haya situado el fenómeno entre las tres principales amenazas para España. Además, aprovechando esta percha, el grupo parlamentario de Vox ha vuelto a registrar una proposición no de ley en el Congreso para que la inmigración ilegal sea declarada como situación de interés para la Seguridad Nacional, una iniciativa que ya fue rechazada por la Cámara. Todo ello coincide con la votación a favor en el Parlamento Europeo para un nuevo pacto migratorio, que Vox se atribuye como «un éxito» por haber logrado incluir en él el que denomina ‘informe Buxadé’ por el papel de su jefe de delegación. Y que precisamente es uno de los puntos que más polémica ha suscitado por incluir el registro de inmigrantes a partir de los seis años de edad.
18 medidas para el campo
El propio Buxadé, en conversación con ABC, explica que la inmigración irregular será uno de los asuntos centrales de la próxima legislatura europea y por eso será uno de los ejes de su campaña electoral, junto al sector primario. «Las políticas de asilo e inmigración y las de agricultura y pesca son políticas comunes y por tanto centrales en la Unión Europea. Pondremos el foco ahí y en todo lo vinculado a la Agenda 2030”, explica tildando de «auténtico desastre” la gestión de la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen. «Llevamos años desgañitándonos y teníamos razón”.
El otro foco de atención de los de Santiago Abascal, también prioritario en Europa, es el campo, en el que ya se volcó con las recientes manifestaciones de agricultores y sobre el que está preparando un discurso que vaya abonando su mensaje para las elecciones del 9 de junio. El primer paso lo dió esta misma semana reuniendo en la sede nacional de la calle Bambú a sus consejeros con responsabilidades de agricultura y campo en las comunidades autónomas de Castilla y León, Aragón, Extremadura y Comunidad Valenciana.
De allí salió la creación de una «mesa de trabajo de agricultura» y Vox puso sobre la mesa un total de 18 medidas que resumen su política: «que se reformulen todas las políticas agrarias nacionales y europeas para dejar atrás el fanatismo climático que hoy ahoga al sector y que los objetivos medioambientales no primen sobre la rentabilidad de las explotaciones». José Antonio Fúster, portavoz del partido, señaló directamente las «graves consecuencias» que provoca la Agenda 2030 y lanzó un guiño a los agricultores reivindicando que son «quienes mejor cuidan el medioambiente y el bienestar animal».
Y si hay que reforzar las fronteras para impedir la entrada ilegal de personas, Vox también reivindica un mayor control fronterizo para «evitar la competencia desleal». Todo confluye en una misma idea: «España, primero».
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