Seamos claros: nadie del PSC y Junts votará al PP
En el ocaso de CS, el PP ambiciona liderar ese espacio. Pero Vox existe. Y la transferencia entre ambos y sobre los restos de CS será lo determinante
Artículos escritos por Víctor Ruiz de Almirón en el diario ABC
Los datos del Centro de Estudios de Opinión (CEO) catalán reflejan algunas pistas que pueden ser de utilidad a los partidos que tienen pendiente nombrar candidato a los comicios del 12 de mayo. El PSC está en primera posición. Y existe una doble pugna entre ... ERC y Junts por la segunda plaza y el liderazgo del mundo independentista. A su vez, hay una lucha por la cuarta posición entre el PP, Vox y los comunes. Entre los dos primeros se libra un pulso particular por la supremacía del voto contrario a la independencia. ¿Cómo vota en unas elecciones catalanas un elector contrario al espacio independentista? ¿En qué parámetros se expresa en unas autonómicas el votante de centro-derecha no nacionalista? El sondeo publicado ayer no le concede representación a Ciudadanos, aunque un análisis más pormenorizado no haría descartable una mínima representación por Barcelona. PP y Vox estarían ambos en una horquilla de entre 9 y 13 escaños. Dos ideas.
La posición de Vox es más sólida de lo que muchos piensan. Y el crecimiento del PP es inevitable, pero no termina de despuntar. ¿Dónde se produce la batalla? Entre los votantes de Ciudadanos, un tercio dice estar muy dubitativo. Casi un 28% se iría al PP y un 17% al PSC. Entre los votantes populares un 11% está indeciso. Su fidelidad de voto es alta (76%), mientras que los populares aspiran a un 14% de los votantes de Vox. El flujo en el otro sentido es menor: un 6% de quienes votaron PP piensan ahora en Vox, que tiene una fidelidad del 62%. En la disputa de esos flujos cruzados se dirimirá quién es el líder del constitucionalismo catalán y del espacio contrario a la independencia. Y un dato clave: el PSC no tiene votantes que piensen en decantarse por el PP (2%). En el caso de Junts es un 0%.
Ese flujo no existe y es una ensoñación que entronca con la España de 1996, que ya es solo un recuerdo. En el ocaso de CS, el PP ambiciona un gran crecimiento para liderar ese espacio. Pero Vox existe. Y la transferencia entre ambos y sobre los restos de CS será lo determinante. Los votantes de esos tres partidos sitúan la «relación Cataluña-España» como principal problema. El candidato que elija Feijóo tiene que competir en ese espacio. Y no en aspiraciones por ahora espectrales.
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