La Torre de Babel del Congreso: traductores autónomos a 100 euros la hora, pantallas con subtítulos y antenas de radiofrecuencia
Las medidas adoptadas para que se ponga en marcha el uso de lenguas cooficiales en el Parlamento son provisionales en muchos casos y tendrán un coste inmediato de 54.000 euros, a los que se sumará el salario de los intérpretes, a 100 euros por hora
Albares, a ganar tiempo en la UE con las exigencias de los secesionistas sobre las lenguas de sus regiones
![El Congreso ya está listo para su estreno, con antenas de radiofrecuencia y auriculares para los diputados](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/09/19/montaje-congreso-k57-U60244930680vZH-1200x840@abc.jpg)
No hay actividad en el Congreso, pero resuenan las voces en el interior, donde varias personas se afanan trabajando en diferentes zonas del habitáculo. Resuena el eco en las entrañas del hemiciclo, donde un operario ejerce de diputado por unos minutos. Su discurso improvisado sirve de prueba de sonido para reducir la vibración y mejorar la acústica. Ensayo general para que la voz de sus señorías llegue lo más limpia posible a partir de este martes a los oídos de los traductores. Será el estreno del uso de lenguas cooficiales en la Cámara Baja, una reforma exprés, «impuesta» según el PP y «necesaria» para el PSOE y Sumar, que ha tenido que armarse en tiempo récord. Tanto, que la mayoría de las decisiones adoptadas son provisionales, lo que hace que la Torre de Babel del Parlamento nazca sobre cimientos inestables, aunque aun así supone un claro guiño del Gobierno en funciones a sus posibles socios de investidura.
Por eso, el Congreso se preparaba este lunes para lo que se convertirá en normalidad en la próxima legislatura. La secretaría presentará a primera hora de este martes a la Mesa su propuesta para poner en marcha el servicio de traducción, poco antes del inicio del pleno, previsto para mediodía. Mero trámite, pues todo lo que aparece en ese plan será aprobado para que minutos después pueda iniciarse con normalidad la actividad parlamentaria.
En esa propuesta, conocida ayer lunes por ABC, se hace una estimación del gasto, aunque la celeridad de la reforma ha hecho que todo sea un poco provisional. Como la cámara cuenta ya con 200 auriculares, se ha establecido la compra de otros 450 que costarán 7.600 euros. A eso hay que sumarle el servicio por el alquiler de los equipos técnicos de traducción -los llamados transmisores, que seguramente se compren a partir de 2024 y que tienen un coste de 300 euros cada uno (195.000 si se adquieren también 650)- y su mantenimiento por el que habrá que desembolsar 45.900 euros hasta el 31 de diciembre. En total, 53.500 euros, a los que habrá que añadir el salario de los intérpretes. La gran incógnita.
Estos, elegidos de la bolsa de trabajo que existe ya en el Senado, integrarán un grupo del que el Congreso podrá hacer uso siempre que lo necesite. En un principio se contará con doce de ellos, aunque en función de las necesidades se podrá ampliar el número. Como no se sabe aún cuánto tiempo habrá que contratarlos –son autónomos y cobran alrededor de 100 euros por hora–, no se puede hacer una estimación del gasto que supondrá su participación, aunque no se descarta que en el futuro se pueda crear un cuerpo propio por el alto coste que tienen. En cualquier caso, cada uno de ellos no podrá superar los 14.999 euros anuales, cifra máxima establecida para los llamados contratos menores, aquellos que son discrecionales y no necesitan salir a concurso publico. En el Senado, un traductor gana por jornada 555 euros más dietas.
Pantallas con subtítulos
Por el momento, y hasta que la actividad parlamentaria alcance su ritmo normal una vez que se haya elegido al nuevo Gobierno, su presencia será menor, pero habrá que ver qué ocurre cuando además de los plenos deban dar servicio a las diferentes comisiones parlamentarias y demás actividades de la cámara.
A las pruebas de sonido mencionadas, que llevan días produciéndose, se unió el lunes la instalación de dos grandes pantallas, una a cada lado de la tribuna de oradores. En ellas se proyectarán los subtítulos en castellano cuando uno de los diputados haga uso de alguna de las lenguas cooficiales en sus territorios. Una especie de red de seguridad por si fallan los 'pinganillos', esos auriculares conectados a un transmisor que desde hoy serán el mejor aliado de sus señorías. Su plan principal para seguir el pleno con garantías. A través de ellos llegará la traducción de los intérpretes que no estarán en el mismo edificio y harán su trabajo a distancia.
Además de los cascos que recibirán todos los diputados, otro de los nuevos elementos que ya se aprecia dentro del hemiciclo son las pantallas de infrarrojos y antenas de radiofrecuencia instaladas en la parte alta de la cámara. Su funcionamiento es clave para que todo lo que se diga en la tribuna llegue sin interferencias hasta los intérpretes, que harán una única traducción al castellano. Nada de traducir al catalán, al gallego o al vasco, por lo que los diputados que quisieran olvidarse del castellano para entender a sus homólogos no podrán hacerlo, al menos por ahora.
Junqueras en el Congreso
Una de las incógnitas que no ha sido desvelada aún es qué pasará con los taquígrafos que toman nota de todo lo que se dice para conformar el diario de sesiones. En el Senado, donde ya se hace uso de estas lenguas cooficiales de manera puntual, son los propios intérpretes quienes llevan a cabo esta labor de transcripción, pero en el Congreso aún no se sabe qué ocurrirá. En la Cámara Alta cobran 5,73 euros por minuto de transcripción, un coste que habría que añadir a los previstos por la secretaría. Dudas que sobrevolaban a solo unas horas de que la Cámara Baja afronte una de sus revoluciones más notables.
Para ver en práctica el sistema habrá que esperar a mediodía de este martes, pero ya hay grupos, como el Popular, que han dicho que no van a hacer uso de las lenguas cooficiales de los diferentes territorios. «Vamos a hablar en castellano. No vamos a hacer el canelo. Este debate no va de lenguas, va de sentido común y habría que recuperarlo en el Congreso», reconoce el popular Borja Sémper.
Enfrente, los nacionalistas, felices por lo que consideran un día histórico. Tanto, que Oriol Junqueras viajará hasta Madrid para estar en el Congreso y poner en valor el éxito de que se pueda hablar allí en catalán por primera vez. Ellos solo utilizarán el catalán a partir de ahora; como el BNG lo hará con el gallego. Más políticos serán en el PNV, abiertos a utilizar el vasco o el castellano en función de la situación. Una Torre de Babel cuyo coste real solo se sabrá cuando hayan pasado varios meses.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete