las denuncias contra directora del cnio
«Tía chula... ¿tú quién te crees?»
Las denuncias contra la directora del CNIO la acusan de utilizar expresiones déspotas, «humillantes» y hasta «racistas» en su relación con los trabajadores
Los trabajadores del CNIO denuncian una «caza de brujas» por las publicaciones de ABC
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La directora del CNIO, María Blasco, recibió duras acusaciones por parte de investigadores y trabajadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, algunas de supuesto corte racista, de abuso de poder, o de acoso laboral, según se desprende de las propias denuncias a ... las que ha tenido acceso ABC. En algunas de estas denuncias, se explica textualmente la actitud mantenida por la directora científica del Centro hacia determinados trabajadores.
Es el caso de una denuncia formulada el 26 de mayo de 2016 por una investigadora en el grupo de Telómeros y Telomerasa del Centro. En esta denuncia, se dice textualmente que «la doctora María Blasco me ha acusado permanentemente con 'emails' argumentando que mi proyecto va muy lento sin querer entender que solo tenía cuatro horas en mi jornada (...) En una reunión a puerta cerrada, la doctora Blasco fue muy agresiva y me insultó personalmente, diciéndome textualmente los siguientes improperios: 'Tía chula, ¿quién te crees que eres?, no solo eres chula sino mala persona... no eres una jugadora de equipo, no sé lo que tienes en la cabeza'». «Aquí no se hace magia negra», asegura que la espetó a la denunciante la directora científica, «comentario que —según la denunciante— se corresponde con una connotación extremadamente racista referida a mi raza y a mi color de piel».
Según esta misma denunciante, «los gritos de la reunión se pudieron oír por varios testigos fuera del despacho de la doctora Blasco. Salí llorando de su oficina y llegué llorando a recoger a mi hijo del colegio».
«La doctora Blasco me está desplazando de mi proyecto asignando a otros compañeros al mismo. Yo estoy obligada a darles entrenamiento y supervisión e incluso dejarles más protocolos y reactivos de desarrollo de laboratorio, para que hagan lo que yo perfectamente puedo hacer y para lo cual carecen de la experiencia que yo he adquirido durante los últimos años».
Otra denuncia se corresponde con una persona relacionada con el Departamento de Personal. Este trabajador se dirige al director gerente del Centro y asegura que «he sido objeto de una persecución constante por parte de la directora, configurando un caso claro de acoso continuado». Esta denuncia se formuló en Madrid el 5 de diciembre de 2023 pero no es la única.
En otra ocasión, uno de los miembros del llamado PDC, el Comité de directores de programa, se dirige una vez más al gerente y se refiere a la situación que esta persona vivió en una reunión celebrada en junio del 2024. Según la denuncia, «la situación fue ultrajante, preparó una trama basada en mentiras sin opción a defensa por falta de información ni preaviso del tema a debate en la que me vi impotente y enormemente agraviada frente a compañeros y superiores. Sufrí una trama tejida a base de mentiras que tenía una vez más la sola intención de atacar al grupo de investigación en el que trabajo. Esta ha sido la gota que ha colmado el vaso porque, a diferencia de otras veces, ha sido un ataque público, frontal, sin datos, en una reunión en la que la directora científica ha pedido el apoyo de todos los componentes del PDC contra nosotros. Me consta que esta trama la han extendido, transmitiendo sus mentiras al secretario de Estado de Investigación, a la secretaria general de Investigación y a la comisión delegada formada por la directora científica y por el subdirector del Carlos III».
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Otra de las denuncias se refiere a la formulada por un empleado de la Fundación del Sector Público Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas desde el año 2005. En esa denuncia, el empleado relata un encuentro con la doctora Blasco en el que explica que «llegamos a la sala de juntas y antes de conocer el motivo de la reunión, la urgencia y la razón de por qué no había recurrido al canal de comunicación establecido a través de mi superior jerárquico, comenzó la reunión utilizando un volumen de voz muy alto a decirme que yo no era nadie y cómo se me había ocurrido puentearla en el acto de Ciencia y Arte que se estaba celebrando. María Blasco se dirigió a mí con gestos burlescos y, en un tono de voz muy inapropiado, me hizo advertencias en tono amenazante relacionado con las personas con las que podía y no podía hablar y comer sin su permiso expreso».
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