El Supremo asume el epicentro del caso Koldo y cita ya a Ábalos
Ofrece al exministro adelantarse al suplicatorio y declarar el día 12; Aldama y su asesor lo harán una semana después
Los delitos fiscales, de blanqueo, los 'mosqueteros' y la línea sobre un guardia civil seguirán en la Audiencia
Ábalos tacha de «acusaciones difamatorias» las declaraciones de Aldama y estudiará acciones legales contra él
Un mes después de que la Sala Penal del Tribunal Supremo aceptara investigar la implicación del exministro de Transportes José Luis Ábalos en el caso Koldo, el instructor de la causa, Leopoldo Puente, ha dado este lunes un paso adelante al citar a quien fue ... mano derecha de Pedro Sánchez en el Gobierno. El juez ha ofrecido al diputado, aforado ante el Alto Tribunal, la posibilidad de declarar voluntariamente el próximo 12 de diciembre, aunque eso sí, acompañado por su abogado, lo que anticipa su imputación formal tan pronto como pida el suplicatorio al Congreso.
En el mismo auto en el que el magistrado acuerda esta citación, se declara competente para investigar a los otros dos protagonistas de la trama: el comisionista Víctor de Aldama y el exasesor de Ábalos, Koldo García. Ambos tendrán que acudir como investigados los días 16 y 17 de diciembre, respectivamente. Y eso, pese a que ya tiene la declaración que prestó el comisionista a petición propia en la Audiencia Nacional el pasado 21 de noviembre y le granjeó salir en libertad provisional. Quiere escucharle de nuevo en un movimiento que no afecta a su actual situación. Cabe recordar que en el Supremo la causa también está en manos de Anticorrupción, representada por el fiscal Jefe, que lo es de Sala, Alejandro Luzón.
La decisión del instructor del Supremo materializa la advertencia que ya hizo la Sala de lo Penal cuando el 5 de noviembre, decidió asumir el caso. Aquel auto avanzaba ya que el tribunal se haría cargo también de las personas y conductas que tuviesen «una conexión material inescindible con los hechos investigados respecto de Ábalos». Y habida cuenta de que el exministro está señalado por sus relaciones con Aldama a través de Koldo, parecía anómalo que no se analizase de forma conjunta este triángulo en el que habrían mediado mordidas y tráficos de influencias con contratos sanitarios.
Es lo que decide ahora el instructor, quien considera en efecto que las conductas de los tres no se pueden analizar de forma aislada y por eso no es posible que el Supremo asuma sólo la parte correspondiente al aforado.
Argumenta, en este sentido, que Aldama sería la persona que «en beneficio propio y de terceros, a través de la realización de determinados pagos o contraprestaciones económicas, aprovechando su influencia sobre el también investigado Koldo García y sobre el propio Ábalos, habría logrado para sí o para terceros y con beneficio económico propio, la adjudicación de determinados contratos, fundamentalmente con Puertos del Estado y ADIF, pero también con otras administraciones o entidades a ella vinculadas».
Respecto de Koldo García, «podría haber actuado como enlace entre quien promovía, en su propio interés y en el de terceros, la adjudicación de las tan referidas contrataciones con la Administración o entidades vinculadas a ella, Aldama y Ábalos».
Este movimiento implica que el caso Koldo, que tras pasar un tiempo a caballo entre la Audiencia Nacional y la Fiscalía Europea, se investigaba de forma conjunta, vuelve a partirse de nuevo. El Tribunal Supremo asume lo que el propio magistrado Ismael Moreno definía como «el núcleo» de la causa, es decir, la «adjudicación de contratos entre la Administración o entidades vinculadas a ella a empresas privadas o conductas equivalentes» para la compra de material sanitario.
No precisa la resolución si además de Adif, Puertos del Estado o la Secretaría de Estado de Seguridad, su competencia se extiende a los contratos similares que se suscribieron también con presunta intermediación de Koldo García y beneficios para Aldama con los gobiernos de Baleares y Canarias, asunto aún en manos de la UCO.
Tampoco se mencionan los contratos públicos para la venta de los test de detección PCR que ofrecía un puñado de socios del comisionista, los denominados 'mosqueteros' de Aldama. Hay, además, dificultad para trazar los límites, pues de acuerdo a los investigadores, los pagos que habría realizado a Koldo García fueron sostenidos en el tiempo y se prolongaron más allá de aquellas adjudicaciones sanitarias, como también fueron posteriores los cohechos que de momento, se imputan a Ábalos, un chalet en Cádiz y los gastos del piso de su novia.
Los flecos, en el Central 2
Lo que sí deja claro el instructor del Supremo es que los flecos del caso han de seguir en la Audiencia Nacional, «que continuará en lo sucesivo con la instrucción de sus diligencias previas por lo que respecta a todos los demás investigados en ellas, así como con respecto a hechos diversos de los vinculados directamente con la persona del aforado que pudieran atribuirse a los referidos Sres. García y Aldama». Menciona como ejemplo los «delitos contra la Hacienda Pública y/o de blanqueo».
Con esta división, se quedaría en la Audiencia Nacional la subtrama relativa a la presunta corrupción de un comandante de la Guardia Civil, las maniobras para ocultar patrimonio en el extranjero o los movimientos de dinero en efectivo desde República Dominicana, por ejemplo; como también las vinculaciones de terceros que han ido aflorando a medida que avanzaban las pesquisas: desde el responsable del depósito Judicial de Murcia hasta otro guardia civil que prestaba servicios de seguridad en el Ministerio de Transportes, pasando por los responsables de la empresa que vendió las mascarillas, Soluciones de Gestión, y de quienes nada se dice en el auto que asume el grueso de la causa. El texto tampoco menciona el Delcygate ni el rescate de Air Europa, asuntos estos que abordaba el magistrado de la Audiencia Nacional cuando elevó el caso.
En espera de que se clarifique la investigación, lo que sí está en rojo ya en el calendario son las citaciones. Todo apunta a que Ábalos acudirá voluntariamente, pues ya había manifestado su interés en hacerlo, sin que haga falta pedir permiso antes al Congreso. En cuanto a Koldo García, guardó silencio ante el juez la primera vez que pasó a disposición y no ha vuelto a comparecer. Su postura es una incógnita, como la de Aldama, a quien conviene declarar en línea con su compromiso de colaborar con la Justicia.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete