Sumar se abstiene en una ley del PP y facilita otra derrota del PSOE
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El esperpento a veces se disfraza de aliado de la oposición. El Pleno del Congreso ha discutido este martes la toma en consideración de una proposición de ley del PP sobre un asunto que está ya en tramitación en la Cámara Baja porque el propio PP lo aprobó con su mayoría absoluta en el Senado. La norma está en el plazo de enmiendas, pero, lo que 'a priori' podía parecer «absurdo», como remarcó algún orador durante el debate parlamentario, 'a posteriori' se ha traducido en una nueva derrota del PSOE y ha servido para exhibir las costuras abiertas no ya con sus socios de investidura, que también, sino con el aliado con el que comparte Consejo de Ministros.
Sumar se ha abstenido en la votación de la reforma de la Ley de Seguridad Nacional y con ello ha facilitado que el PP, que ha sumado también el apoyo de Vox, Podemos y Unión del Pueblo Navarro, salga victorioso de un pleno en el que los socialistas han defendido el voto en contra de la iniciativa. El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, tras la reunión de la Junta de Portavoces, defendió el rechazo de su partido al texto argumentando que el Senado ya había aprobado esa ley y estaba en tramitación en la Cámara Baja. Eso es cierto, pero también lo es que el PSOE ya se opuso a ella en la Cámara Alta y que sus socios se abstuvieron, como han vuelto a hacer BNG y Coalición Canaria.
La inmensa mayoría de los aliados de la investidura de Pedro Sánchez, como ERC, Junts, Bildu y PNV, se han acogido al argumento de López, que es kafkiano tomar en consideración una ley que ya se está tramitando en el Congreso –ahora habrá que acumularla con la iniciativa previa–, pero fuentes de Sumar, por la mañana, dejaron pistas de lo que iba a suceder después. «Si el PP mira con buenos ojos nuestra ley –sobre hipotecas–, nosotros miraremos con buenos ojos la suya».
Dicho y hecho, Sumar se ha abstenido en la iniciativa de los populares y el PP ha votado a favor de la propuesta sobre hipotecas para perseguir las cláusulas abusivas de los bancos e impedir los desahucios de personas afectadas por las mismas. Eso sí, para añadir tensión, incluso el portavoz de Sumar en el debate, Agustín Santos, ha acusado a los populares de querer provocar «un galimatías procedimental» con una ley gemela a la aprobada por el Senado.
La propuesta del PP, al que han afeado que mantuviese la posición contraria cuando gobernaba, plantea que el Gobierno deba tener autorización del Congreso tanto para enviar material militar al extranjero –léase guerra de Ucrania– como para lanzar misiones internacionales que no estén directamente relacionadas con la seguridad de España.
El PP propone esta cuestión después de que su líder, Alberto Núñez Feijóo, se haya quejado amargamente de que el presidente Sánchez no consulte con él, como jefe del primer partido de la oposición, la postura a adoptar en asuntos sensibles de política exterior. Algo que se hacía tradicionalmente, pero que el socialista ha dejado en desuso.
En cualquier caso, los populares son conscientes de las discrepancias de fondo del PSOE y sus socios tanto en el envío de ayuda a Ucrania, rechazado por Podemos, como en la postura con Israel. Poco a poco Sánchez se ha ido acercando a los postulados de sus aliados en esto segundo, pero Sumar, ERC, Bildu y Podemos le exigen que vaya más allá y coordine la presión internacional para juzgar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por supuesto genocidio sobre la franja de Gaza y otras zonas limítrofes de Oriente Próximo.
Este intercambio de votos permite hacer más evidente una nueva derrota del PSOE a las puertas de la negociación de los presupuestos generales del Estado, donde sus apoyos habituales ponen exigencias dispares encima de la mesa. Junts, por lo pronto, le pide una negociación previa para respaldar el objetivo de estabilidad con un reparto del que salga beneficiada Cataluña; el propio Sumar establece posiciones de máximos en materia de vivienda y Podemos exige la ruptura de relaciones con Israel.
El cruce de votos, que tras la sesión Íñigo Errejón negó que hubiese sido un intercambio de favores, era aun así innecesario porque ambas tomas en consideración habrían salido adelante. Solo sirven para dejar al PSOE en una posición más delicada. La ley del PP estaba garantizada con el apoyo de Podemos y la de Sumar, con el del PSOE y el resto de socios. Quizá el recuerdo de la norma para regular los alquileres de temporada estuviese reciente.
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