Sánchez se muestra convencido de que aprobará la amnistía y agotará la legislatura: «Tengo todo el tiempo del mundo»
El presidente niega que sus pactos hayan influido en el batacazo gallego
El Rey Mohamed VI recibirá en audiencia a Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está plenamente convencido de que logrará aprobar la ley de amnistía que le exige Carles Puigdemont y que, consecuentemente, podrá agotar la legislatura hasta el año 2027. Así lo ha manifestado en una conversación sin micrófonos con los periodistas que cubren su visita oficial de este miércoles a Marruecos, donde será recibido por el monarca del país vecino, Mohamed VI.
«Hasta el 2027 tengo tiempo. Todo el del mundo» ha señalado a bordo del avión que le ha llevado al país vecino, al que ha llegado directamente desde la sesión de control en el Congreso en la que se ha sometido a las preguntas de Alberto Núñez Feijóo, y a las de las portavoces de Junts y Bildu, Míriam Nogueras y Mertxe Aizpurua. En cuanto a la prórroga de la tramitación de la ley de amnistía, que volverá a debatirse el próximo 7 de marzo, ha considerado que es algo «lógico», dado que aún no hay acuerdo y de no haberse aplazado la fecha hubiera decaído toda la reforma.
El jefe del Ejecutivo ha manifestado en todo momento su convencimiento de que la norma para conceder el olvido legal a quienes violentaron en 2017 la Constitución y el Estatut saldrá adelante «con todas las garantías jurídicas». Preguntado sobre si se ofrecería a los independentistas catalanes alguna otra cuestión al margen de la amnistía, como él mismo hizo en su día planteando una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para acotar las instrucciones judiciales, Sánchez ha evitado contestar, aduciendo que se sabrá en su momento.
Igualmente, el jefe del Ejecutivo ha restado importancia a la iniciativa para declarar la independencia de Cataluña que se aprobó este martes en la Mesa del Parlament, con los votos a favor de los representantes de Junts. Incluso ha negado tajantemente que se trate de una provocación por parte de los de Puigdemont, que junto a la CUP, que también votó a favor, ha desafiado el criterio de los letrados de la cámara autonómica, mientras que ERC se abstuvo y el PSC votó en contra (PP, Vox y Ciudadanos no tienen representación en el órgano de gobierno del Parlament) de la iniciativa secesionista.
El líder del PSOE también se ha pronunciado sobre el batacazo de su partido en las elecciones gallegas del pasado domingo, donde pasó de 14 a 9 diputados y se quedó en el 14% de los votos, frente a la mayoría absoluta del PP de Alfonso Rueda. A su juicio, y como vienen repitiendo los portavoces gubernamentales, el análisis del resultado no tiene nada que ver con la política nacional, con sus pactos con los nacionalistas ni tampoco con la ley de amnistía. En un tono respetuoso con el BNG y su candidata Ana Pontón, el presidente ha asegurado que si no es el PSdeG el que lidera la oposición y la alternativa para la Xunta se frustra el cambio porque, ha dicho de manera gráfica, «se generan anticuerpos en la derecha».
Sánchez ha enfatizado los buenos resultados que obtienen los socialistas gallegos en las municipales, como evidencian las alcaldías de La Coruña, Lugo y Vigo, y en las generales. «Los votantes están ahí», ha concluido, aunque admitiendo que las cosas a nivel autonómico no se han hecho bien. No obstante, ha vuelto a mostrar tu total respaldo a José Ramón Gómez Besteiro, a su juicio el «líder natural» de los socialistas gallegos. Sobre él, y en un tono algo críptico, ha dicho que sabe lo que ha ocurrido en Galicia desde que llegó hace diez años a la Secretaría General del PSOE, y ha aludido a las imputaciones pasadas contra Besteiro que, ha puntualizado, «quedaron en nada». No ha querido ir más allá, en un momento donde las denuncias por 'lawfare' o guerra sucia judicial están a la orden del día en el debate político en España.
Sobre la renovación pendiente de los liderazgos autonómicos en el PSOE, se ha referido a ese proceso como al de un «ciclo vital» del partido que terminó en las autonómicas y municipales de mayo, cuyo resultado enseñó el camino de salida a importantes líderes autonómicos como Ximo Puig, Javier Lambán o Guillermo Fernández Vara. Un proceso, ha recordado, que ya hizo el PP y que ahora tienen que afrontar los socialistas.
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