Sánchez intenta recuperar la calle para remontar electoralmente
El PSOE prepara una campaña de reactivación apelando a «la gente», como hizo Podemos en su día
El presidente hará encuentros con los ciudadanos y celebrará en octubre el 40 aniversario del triunfo de González
«Ya nos hemos reunido muchas veces con el Ibex y hemos hecho muchos actos institucionales, pero ahora se trata de conectar directamente con la gente». La frase la pronuncia un alto dirigente del PSOE y del Gobierno, y resume a la perfección el espíritu de la campaña de reactivación electoral que los socialistas van a emprender y que la Ejecutiva Federal del partido aprobará este lunes, en su primera reunión después de las vacaciones. El lema «El Gobierno de la Gente», con claras reminiscencias de la retórica empleada en su día por Podemos bajo el liderazgo de Pablo Iglesias, servirá de lanzadera para que Pedro Sánchez recorra la geografía nacional hasta final de año, proclamando la buena nueva de medidas como la gratuidad en el transporte público, el aumento de las becas y las ayudas a los autónomos, todas ellas aprobadas esta semana en el pleno extraordinario del Congreso, tanto en la convalidación del decreto de ahorro energético como en otro específico sobre los trabajadores por cuenta propia. El próximo jueves, 1 de septiembre, está previsto que alcaldes socialistas acudan a las estaciones de tren de todo el país para dar cuenta a los viajeros del abono gratuito que ya se puede solicitar y que entrará en vigor ese mismo día, previo pago de una fianza de diez euros, hasta final de año.
El objetivo, explican fuentes de la dirección socialista, no es otro que el de volver a movilizar a un electorado que, según aseguran, está más en la abstención que en otras opciones, lo que explicaría tanto el paulatino descenso en las encuestas como los reveses electorales que el PSOE se ha llevado en los dos últimos años, con la excepción de la victoria electoral del PSC en 2021 en las elecciones autonómicas de Cataluña. El último de ellos, el retroceso en Andalucía, donde el Partido Popular (PP) logró por primera vez una mayoría absoluta, especialmente significativo. Los estrategas de Ferraz están convencidos de que las mismas encuestas que dibujan una posible victoria de Alberto Núñez Feijóo en las próximas elecciones generales y con mayoría suficiente para gobernar, reflejan también que las medidas que adopta el Gobierno son compartidas por una amplia mayoría de ciudadanos. Por eso la campaña tratará de «desenmascarar» al presidente del PP, sobre el que seguirán insistiendo, como han hecho todos los ministros este verano, en decir que «España le viene grande», en alusión a su pasado como presidente de la Xunta de Galicia, y en que no tiene ni «solvencia» ni «sentido de Estado». Por no tener, siempre a juicio de los socialista, Feijóo no tendría «ni equipo», algo que el entorno más próximo a Sánchez dice haber detectado en algunas de las entrevistas concedidas recientemente por el líder de la oposición. «Se nota que no tiene un asesoramiento adecuado, ni siquiera para preguntas que es obvio que le van a hacer a un aspirante a la presidencia», sentencian.
«Tocar a Sánchez»
En contraposición a ese oscuro retrato que trazan sobre Feijóo, en el PSOE están convencidos de que los actos que hará Sánchez reforzarán su perfil como el de un político que, aseguran, «no es distante, como a veces se quiere hacer ver, sino todo lo contrario, es muy accesible», explican personas del primer nivel de la Ejecutiva Federal. El secretario general de los socialistas ya tiene agendados dos de esos actos, que serán una suerte de «asambleas ciudadanas», huyendo del formato clásico del mitin, para que la gente pueda acercarse e incluso «tocar» al presidente. El 3 de septiembre estará en Sevilla y el 9 en Toledo, dos ciudades con alcaldías socialistas.
La campaña apelará también, como viene haciendo el propio Sánchez desde el debate sobre el estado de la nación e incluso antes, a que su Gobierno es «incómodo para los poderosos», por medidas como el nuevo impuesto a la banca o las compañías energéticas, comprometido para principios del año que viene (aunque con efectos sobre los beneficios de esas empresas en el presente año) mediante una reforma legal en la que ya trabajan el PSOE y Unidas Podemos.
Abucheos a Sánchez
Mayo de 2021, Ceuta
Los socialistas son conscientes del riesgo de que al volver a la calle se repitan abucheos a Sánchez, que atribuyen a movilizaciones de la derecha. El presidente fue abucheado la primavera del año pasado en Ceuta, tras el asalto migratorio instigado por Marruecos.
Septiembre de 2021, Guadalajara
Otro sonado abucheo se lo llevó Sánchez durante su visita a un centro de vacunación hace justo un año en Guadalajara. Se empezaba a volver a hacer vida callejera tras la pandemia y muchos ciudadanos expresaron su descontento con el presidente.
Julio 2002, Ermua
El último abucheo se lo llevó Sánchez el pasado julio en Ermua (Vizcaya), en el marco de los actos por el 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco.
A nadie se le escapa que ese afán por recorrer el país y singularmente algunas de sus ciudades no es ajeno a la larga precampaña que comienza ya de cara a las elecciones municipales y autonómicas de mayo, una prueba casi de fuego para las generales de final de 2023, siempre y cuando Sánchez cumpla su compromiso expresado hasta la saciedad de agotar la legislatura.
Conmemorar el 82
En este último cuatrimestre del año, además de esos actos callejeros, el PSOE realizará una serie de actividades para conmemorar una efeméride crucial en su historia: la victoria por mayoría absoluta de Felipe González en 1982, de la que el próximo 28 de octubre se cumplirá el cuarenta aniversario. Será poco antes de que Madrid acoja la cumbre de la Internacional Socialista, que Sánchez aspira a presidir, convirtiéndose en el primer español en hacerlo.
La reivindicación de González y de su legado servirá, según los socialistas, para «poner en valor las transformaciones llevadas a cabo por los distintos gobiernos socialistas». Sánchez y el primer jefe de gobierno socialista de la democracia se reconciliaron públicamente en octubre de 2021, con motivo del 40 Congreso Federal que tuvo lugar en Valencia, después de las graves desavenencias entre ambos durante la crisis del partido, que se resolvió en 2016 con la dimisión de Sánchez por negarse a facilitar con su abstención la investidura de Mariano Rajoy.
González no se ha privado en los últimos años de criticar al Gobierno de coalición, dado además su gran antagonismo con Unidas Podemos. Lo hizo con motivo de los indultos a los líderes separatistas condenados por sedición, y más recientemente deslizó críticas a la ley de Memoria Democrática. Una norma en la que Bildu logró introducir la creación de una comisión bajo la premisa de que los crímenes del franquismo se extendieron hasta 1983, coincidiendo con el primer año del PSOE en La Moncloa.
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