Sánchez comunicó a Felipe VI su decisión de tomarse un descanso como presidente del Gobierno
El líder del PSOE no informó a sus colaboradores cercanos, pero sí habló con el Rey, como obliga la Constitución
Directo | Reacciones a la decisión de Sánchez y última hora sobre su continuidad
Sánchez barajó la dimisión, pero su núcleo duro le pidió tiempo y le ruega que aguante
Pedro Sánchez informó al Rey de su decisión de cancelar su agenda y tomarse cuatro días de descanso para «parar y reflexionar» sobre si dimite o no. Esta decisión, que la dará a conocer el lunes a través de una comparecencia ante los medios de comunicación, el presidente del Gobierno la dio a conocer ayer por la tarde en una «carta a la ciudadanía» publicada en Twitter.
Se trata de una decisión insólita, que el presidente del Gobierno no había comunicado ni a su equipo más estrecho de colaboradores. La mayoría se enteraron cuando Sánchez publicó la carta. Inmediatamente después, reunió con algunos miembros de su Gabinete en el Palacio de la Moncloa.
Según apuntan desde la Casa de S.M. el Rey, Sánchez mantiene "una comunicación permanente y fluida" con Felipe VI. El artículo 62 de la Constitución, en su apartado "g", dice que "corresponde al Rey ser informado de los asuntos de Estado y presidir, a estos efectos, las sesiones del Consejo de Ministros, cuando lo estime oportuno, a petición del Presidente del Gobierno". Que Sánchez amague con dimitir es un asunto de Estado, por lo que a quien sí comunicó su decisión fue a Felipe VI.
Si Sánchez publicó la carta por la tarde, avisó al Rey por la mañana. Don Felipe y el presidente del Gobierno mantienen una comunicación fluida, como también la tuvo con Mariano Rajoy tras ser proclamado Rey ante las Cortes Generales el 19 de junio de 2014.
Además de mantener un despacho semanal, que es de carácter privado y que puede variar de día según las agendas del Rey y el presidente del Gobierno, entre ellos hay una comunicación directa.
La decisión de Pedro Sánchez es insólita, por tanto, también lo es para Felipe VI, que vuelve a enfrentarse a una situación inédita en España en sus casi diez años de reinado, marcados precisamente por acontecimientos sin precedentes para los que ha tenido como norma de referencia la Constitución.
La Carta Magna siempre ha sido la mejor hoja de ruta para el Rey en los momentos complicados de su reinado. Cuando en 2015 encargó al líder del PP -el partido más votado entonces- formar Gobierno, Mariano Rajoy rechazó el mandato de Felipe VI. Se enfrentó entonces a otro momento insólito en la jefatura del Gobierno de España. En su papel de árbitro, el Rey realizó una segundo ronda de consultas que llevó a unas nuevas elecciones.
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