Las salas de asilo e inadmitidos de Barajas al borde de otro colapso con 370 personas
Aena lleva 30 literas a la sala en la que se hacinan 86 mujeres y niños en colchonetas en el suelo
El aeropuerto 'combate' la plaga de chinches y cucarachas con dos limpiadoras y lejía
Las salas de asilo e inadmitidos de Barajas, convertidas en 'pateras'
![Una de las literas en una de las salas de Barajas](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/01/16/camas2-kdr-U601129096681wrF-1200x840@abc.jpg)
A grandes males, parches. Es lo que están haciendo los distintos responsables de la situación al límite en las salas de protección internacional e inadmitidos del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, tras las denuncias del sindicato mayoritario de la Policía (SUP), de trabajadores sociales, y ... del tirón de orejas de tres jueces de Madrid a finales de diciembre.
Los datos actualizados de ocupación de las tres salas evidencian el colapso y el descontrol y un grave «atentado a la dignidad humana», como ha trasladado el sindicato policial al Defensor del Pueblo, de momento sin respuesta. Las cifras de llegadas no paran de aumentar y, por tanto, el número de personas ingresadas en esas dependencias. En la sala 4, la más grande y la más saturada se ha pasado de 142 a 170 peticionarios de asilo en las últimas horas, según las cifras a las que ha tenido acceso ABC.
Es además, la más afectada por una plaga de chinches y la aparición de cucarachas, supuestamente por falta de higiene. Tres fumigaciones no han servido para nada y la última «limpieza profunda» que se ha llevado a cabo hoy mismo ha consistido en dos limpiadoras provistas de lejía, según fuentes policiales.
En la sala 3 hay en estos momentos 110 solicitantes de protección internacional y 4 inadmitidos, mientras que en la Sala 2, la provisional destinada a mujeres y niños se ha pasado de 42 a 86 personas, más del doble en las últimas horas. Ese habitáculo de la Terminal 2 «carece de estándares básicos de habitabilidad e higiene. Esto incluye ventilación inadecuada, iluminación artificial durante todo el día, un solo baño para todas las mujeres y niños, y colchonetas inflables sin desinfección adecuada sin camas», según la carta enviada a Ángel Gabilondo. Las condiciones infrahumanas de esa habitación las confirma una trabajadora social a ABC.
Tras aparecer la noticia, Aena ha llevado a la Sala 2 una treintena de literas (mujeres y niños, algunos bebés, estaban en colchonetas desparramadas por el suelo), insuficientes para las cerca de 90 personas que alberga ya ese lugar en el que sigue sin actuar Cruz Roja, según el SUP.
Ni AENA, ni el Ministerio del Interior han reaccionado públicamente a estas denuncias pese a que la situación está lejos de ser un «problema puntual» como la describió el ministro Fernando Grande-Marlaska el pasado 4 de enero. Aseguró además que ya estaba solucionado, aunque las cifras y las condiciones de dichas salas desmientan esa afirmación.
En las últimas horas no se han producido fugas, pero ayer hubo un intento de entrada irregular desde la zona internacional del aeropuerto a través de los sistemas ABC System. Un individuo trató de colarse por ese lugar saltando las compuertas que franquean el paso tras registrar el pasaporte. La Policía Nacional le interceptó y fue ingresado en la sala de inadmitidos.
![A la derecha, una cucaracha en una de las salas. A la izquierda, uno de los baños](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/01/15/montaje-suciedad-k3xB--624x350@abc.jpg)
En las peticiones enviadas al Defensor del Pueblo por el sindicato policial se incluye que se eleven las barreras físicas entre la zona internacional y el puesto fronterizo para prevenir entradas irregulares. No obstante, la principal reivindicación es que se acondicionen adecuadamente las salas 2, 3 y 4 «con limpieza adecuada, medidas de seguridad para garantizar la integridad física de los policías y asilados que eviten las fugas y reyertas entre ellos, así como camas suficientes y duchas para alojar a las personas durante el tiempo que permanecen ingresadas mientras se resuelven sus situaciones administrativas».
Los policías que trabajan en esas dependencias muestran también su disgusto por el papel que está desarrollando Cruz Roja en los últimos días y acusan a la ONG de no cumplir con sus obligaciones mínimas. «Ni siquiera se está recogiendo la basura en condiciones», insisten.
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