El Rey decidió continuar con el desfile a pesar de la intensa lluvia
El aguacero obligó a suspender el desfile aéreo y el salto paracaidista, pero no evitó los pitidos a Pedro Sánchez
Feijóo exige a Sánchez explicaciones sin límite de preguntas y el presidente le llama «Torquemada»
![El Rey conversando con Pedro Sánchez y Margarita Robles en un momento del desfile](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/10/12/1487277368-RwoWWU9SxxK1fiN748sgLXP-1200x840@diario_abc.jpg)
Avisó y no falló. Los pronósticos meteorológicos llevaban toda la semana avisando de que la lluvia sería la protagonista este sábado sobre el cielo de Madrid y las nubes no quisieron desmentirlos. Sobre todo entre las diez y las doce y media de la ... mañana, justo cuando todo estaba preparado para que las Fuerzas Armadas desfilaran por el centro de la capital como cada año por el Día de la Fiesta Nacional.
El aguacero se convirtió así en protagonista de la jornada, impidió que se celebrara el desfile aéreo y tampoco la Patrulla Acrobática Paracaidista del Ejército del Aire (Papea) pudo saltar con la bandera de España. El desfile terrestre sí que pudo celebrarse, aunque peligró su continuidad debido al intenso aguacero que caía sobre el paseo del Prado.
Los militares dejaron momentáneamente de desfilar frente a la tribuna real y se pudo ver al Rey y las autoridades intercambiando opiniones. Tras unos minutos de incertidumbre, la parada militar continuó por decisión de Felipe VI, que tuvo en cuenta la voluntad de los propios militares y a los ciudadanos que habían salido a la calle para ver a sus Fuerzas Armadas pese a las inclemencias meteorológicos.
La lluvia tampoco evitó que los madrileños que desafiaron al mal tiempo recibieran con pitos y abucheos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aunque las protestas no fueran tan audibles como en anteriores ediciones. El jefe del Ejecutivo llegó de forma discreta a la zona de autoridades y allí, junto al Jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Teodoro López Calderón; la ministra de Defensa, Margarita Robles; la presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso; y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; recibieron a los Reyes –Don Felipe con traje de capitán general del Ejército de Tierra– y a la Princesa Leonor, que estrenó el uniforme de gala de la Armada.
Ausencias
Al desfile acudieron casi todos los miembros del Gobierno y solo faltaron las ministras de Hacienda, María Jesús Montero, por una lesión en un pie, y la de Igualdad, Ana Redondo, que se encontraba de viaje. Tampoco acudió la de Juventud e Infancia, Sira Rego, en su primer 12 de octubre en el Ejecutivo. Fuentes del Ministerio explicaron que tomó la decisión de forma conjunta con su organización, Izquierda Unida, «que ha vuelto a su actitud tradicional de no asistir a los desfiles militares ni al besamanos del jefe del Estado».
Los tiempos de espera antes del inicio del desfile permitieron además que se formaran varios corrillos entre presidentes autonómicos –destacaron Salvador Illa y Juan Manuel Moreno conversando distendidamente– o entre autoridades civiles y militares.
Bajo un intenso aguacero comenzaron los actos con un homenaje a los que dieron su vida por España, en el que también participó la Princesa, y el desfile terrestre, este año al mando del general jefe de la Brigada Almogávares VI de Paracaidistas (Bripac). Primero desfilaron, como es habitual, las secciones motorizadas con una amplia exhibición de capacidades de las Fuerzas Armadas, aunque el público echó de menos algunos de los vehículos estrella del Ejército de Tierra, como el carro de combate Leopardo o el Pizarro.
Banderas de la OTAN y la ONU
El desfile a pie lo abrió una agrupación de la Guardia Real, a la que siguieron banderas y estandartes de varias unidades. Entre ellas las de países de la OTAN compañeros de España en misiones en la frontera con Rusia, y también la bandera de la ONU como homenaje a los militares desplegados en Líbano, en pleno conflicto de Oriente Próximo.
Asimismo desfilaron alumnos de las escuelas militares y agrupaciones de la Armada, el Ejército del Aire, la Unidad Militar de Emergencias, la Guardia Civil y el Ejército de Tierra. Ni siquiera los legionarios ni los regulares se salvaron de las inclemencias del tiempo y tuvieron que renunciar a sus característicos pasos específicos. Quien no faltó fue la mascota de la Legión, Killo, un borrego macho de seis años.
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