La Reina apoya a las mujeres que luchan por la igualdad en los pueblos indígenas
Agradece que la Cooperación Española haya conseguido llevar agua al departamento de Sololá: «Ahora hay vidas mucho más sanas»
La Reina, en la zona más deprimida de Guatemala: donde los jóvenes se dignifican y huyen de las maras
A 144 kilómetros al oeste de la ciudad de Guatemala —muy cerca del lago de Atitlán, rodeado por volcanes— se encuentra el departamento de Sololá. En esta zona apartada de las extensas urbes hay una comunidad de mujeres indígenas, que desde hace más de treinta años se moviliza para tener derechos y así erradicar la violencia de género, el racismo y la discriminación. Una lucha con la que reivindican su espacio en la sociedad.
Hasta aquí se desplazó ayer la Reina Letizia para conocer a una representación de las 2.500 mujeres que forman la Asociación de cooperación indígena para el desarrollo integral (Coindi), que trabajan para mejorar la situación económica y social de las mujeres en 25 comunidades de seis municipios de este departamento: Santa Lucía Utatlán Sololá, Nahualá, Santa Catarina Ixtahuacán, San Andrés Semetabaj, Sololá y San José de Chacayá.
En San José de Chacayá, la Reina conoció el apoyo que la Cooperación Española brinda a estas mujeres lideresas, donde la Aecid ha invertido 6 millones de euros. «Recibimos la visita de la Reina como una gran oportunidad para que apoye a las mujeres porque aquí existe mucha desigualdad, discriminación y machismo», contó a ABC la directora ejecutiva de Coindi, Leonicia Pocop.
A sus 57 años, tiene un hijo de 27 años y una hija un poco más mayor que él y que está casada y es madre de un bebé. Desde pequeña, Leonicia caminaba ocho kilómetros diarios para ir a la escuela. En su clase, de 25 alumnos, solo dos eran mujeres. Cuando decidió estudiar Trabajo Social, tuvo que salir de Sololá, porque aquí las mujeres tenían prohibido estudiar. Por eso, desde muy joven, se involucró en cambiar las mentalidades en la sociedad.
Lucha por la igualdad
«Es importante promover la igualdad desde casa, para que haya igualdad de género y así acabar con la violencia. Para eso lo que requiere es que la mujer indígena no sea marginada», explica Leonicia, al tiempo que añade que su misión pasa por «incidir en la importancia de las nuevas masculinidades». Este compromiso de los hombres para querer cambiar su visión y acercarse a las mujeres —que en España se ha extendido y popularizado a través de la serie 'Machos alfa' (Netflix), donde se habla de las nuevas masculinidades y la masculinidad tóxica—, esta comunidad de mujeres indígenas lo reivindica desde el origen: con doce eventos donde las mujeres se movilizan y se posicionan frente a la violencia que sufren a diario, a través de talleres de capacitación de mujeres emprendedoras y con cursos de formación donde las mujeres se conciencian sobre sus derechos.
«Trabajamos con las autoridades comunitarias para que haya otra visión sobre las nuevas masculinidades. Son nuevas formas de pensamiento para la mujer y el hombre, para que toda la sociedad en conjunto sepa que la mujer no es la única que se encarga de la casa y que el hombre no tiene que ser el único que participa en la toma de decisiones importantes, ya sea en el hogar o en la sociedad», apunta Leonicia. Y añade: «Aquí sufrimos violencia doméstica, intrafamiliar y agresiones sexuales y verbales todos los días. También violencia social de los hombres y las propias mujeres. Nos señalan por participar en los espacios públicos para intentar cambiar las cosas. Lo ven como algo inapropiado porque esos espacios siempre los ocupan los hombres y hay una mentalidad de que las mujeres no podemos trabajar para cambiar las cosas».
Cuenta Leonicia que durante la pandemia, cuando las mujeres de Coindi tuvieron que parar su trabajo por el confinamiento, se movilizaron para establecer un canal de televisión que se llama Nojib'äl, que emite desde las ocho de la mañana hasta media noche: «Es una señal que sirve para fortalecer todo lo que defendemos desde un punto educativo y social. Hay programas para niños y también para mayores». A través de este canal, se cuelan todos los días en los hogares de sus comunidades, es una ventana desde la que hablan «de racismo, masculinidad, igualdad y discriminación» con spots, programas de entretenimiento y testimonios de mujeres que «han salido adelante, que han sobrevivido a la violencia en sus núcleos familiares». «En Coindi construimos historias de vida y ayudamos a otras mujeres para que desde sus casas no se sientan solas y tengan elementos para salir adelante», explica.
Cambiando vidas
Pero el trabajo de Leonicia no termina aquí. Con ella trabajan mujeres de otros municipios de la zona, que en los últimos años se han movilizado para conseguir tener agua en sus casas y así contribuir a que sus comunidades estén más limpias y saneadas, lo que repercute en la higiene personal y la eliminación de la contaminación fecal en el ambiente. El hecho de tener agua en casa, ha mejorado la salud de más de 6.000 personas. En los colegios hay espacios de higiene bucodental y también han disminuido las enfermedades diarreicas.
Muchos de los vecinos de estos municipios todavía no son conscientes del avance que han experimentado al tener grifos con agua potable en sus casas. «Nos ha cambiado la vida», cuenta Imelda Petronila, de 58 años, alcaldesa de Santa Lucía Utatlán. Y concluye: «Hace quince años las mujeres íbamos al río todos días a lavar ropa y a por agua para nuestras casas. Era algo durísimo. Gracias a la Cooperación Española y a la municipalidad, ahora tenemos agua las 24 horas del día».
Al finalizar la visita, junto a los alcaldes de los municipios, la Reina declaró que gracias a estas iniciativas «ahora hay vidas mucho más sanas de muchos niños y muchas niñas».
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