El PSOE fleta autobuses por todo el país para hacer del Comité Federal una exaltación a su líder

Una ola de apoyo que eclosionará hoy en la calle Ferraz, donde el aparato del partido ha dispuesto todo para que la reunión del Comité Federal, que iba a ser casi un mero trámite para ratificar a la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, como candidata a las elecciones europeas, se convierta en una gigantesca y espectacular muestra de apoyo. Habrá pantallas gigantes en la calle para que los miles de militantes que llegarán a Madrid procedentes de todas las federaciones, con autobuses fletados expresamente por las direcciones regionales, puedan seguir el transcurso de la reunión. Llegarán 13 de Castilla y León, siete del País Vasco y decenas desde distintos pueblos de Madrid.

A diferencia de lo habitual, el encuentro será íntegramente en abierto, cuando suele ser a puerta cerrada salvo la intervención inicial del Secretario General, que dada su ausencia correrá esta vez a cargo de la número dos del partido, y del Gobierno, María Jesús Montero, una de las personas que aparecen en las quinielas sucesorias si finalmente Sánchez decide no continuar. Además, el orden del día se ha cambiado para que la lista completa a las europeas se discuta más adelante, disipando así cualquier posible fisura interna en un día que tiene que servir para que haya un clamor a favor del líder.

Todo ello es ajeno al propio Sánchez, que permanece 'bunkerizado', según el relato de varios dirigentes, algunos de los cuáles han visto cómo por primera vez en años ni siquiera les contesta a llamadas o mensajes. Algo que le ha ocurrido incluso a veteranos líderes autonómicos, a los que hasta se les ha advertido que casi mejor no intentarlo. Por ello el pesimismo gana enteros en una formación que ve difícil que la operación de apoyo, que tendrá esta mañana su principal escenificación en Ferraz, pueda surtir efecto. «No hay margen de influencia», constata un dirigente, mientras que algunos hablan de una situación de «bloqueo» o, más gráficamente, de que «se ha roto el motor».

Lo cuál es mucho decir de quien blasonó en los títulos de sus dos libros de 'Manual de resistencia' y el año pasado de 'Tierra firme'. Ahora no parece haber ni lo uno ni lo otro, y no sólo por la apertura de diligencias ante la denuncia contra Begoña Gómez del polémico sindicato Manos Limpias, ya que no es más, explican, que «la gota que ha colmado el vaso». Las informaciones sobre su mujer han afectado enormemente al presidente desde el primer momento, y han generado una enorme tensión en Moncloa, como se ha visualizado cada vez que el asunto ha salido a colación en las ruedas de prensa de los martes de la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, otro de los nombres que se apuntan para una de momento hipotética sucesión.

Algunos de los dirigentes consultados admiten que entrar en esa materia no era fácil, porque aunque están convencidos de que en la actividad privada de Gómez no hay nada ni remotamente ilegal, y creen que sufre una campaña injusta de acoso, confiesan que algunas de las cuestiones que se han suscitado no son «estéticamente bonitas». Algo que vale tanto para sus reuniones con el consejero delegado de Air Europa, Javier Hidalgo -en plena negociación del rescate millonario de la aerolínea durante la pandemia- como para la firma con la que avaló la petición de fondos al Ministerio de Economía de la unión temporal de empresas (UTE) liderada por Carlos Barrabés, otros de sus contactos en el mundo de la empresa. Sin olvidar los encuentros que junto a Hidalgo tuvo también con Víctor de Aldama, uno de los principales implicados en el escándalo Koldo, a partir del cuál empezaron las informaciones sobre Gómez. Y sin olvidar, como relataba ayer ABC, su fulgurante ascenso en la Universidad Complutense tras llegar Sánchez a La Moncloa. De ser profesora externa a dirigir una cátedra y dos másteres.

Si finalmente Sánchez es inmune a la campaña de apoyo de los suyos no será por falta de ardor en la misma. En ella se está empleando con declaraciones públicas diarias José Luis Rodríguez Zapatero, quien ayer arremetió contra la «hipocresía» en la que a su juicio incurren los «defensores de la familia», que cuestionan la actividad privada de Gómez. Y ayer reapareció, después de mucho tiempo, la ex número dos de Sánchez en el PSOE, Adriana Lastra, uno de sus baluartes en 2016, cuando abandonó la Secretaría General para luego volver triunfalmente al cargo. Mientras otras federaciones prefieren ser discretas sobre su apoyo logístico, la ahora vicesecretaria general de Asturias, fiel a su estilo franco y directo, compareció en rueda de prensa para mostrar su apoyo al líder, detallando incluso el número de autobuses fletados. Los sanchistas están más alineados y movilizados que nunca. A la espera de que el líder escuche sus plegarias.