El PP registra una queja por escrito contra la gestión de Armengol
Miguel Tellado pedirá amparo a la Mesa por una labor ajena al deber de neutralidad
Los populares denuncian que incumple el Reglamento al permitir las ofensas a personas concretas e instituciones del Estado
El Partido Popular tiene previsto registrar a lo largo del día de hoy una queja formal solicitando amparo a la Mesa del Congreso de los Diputados por la falta de imparcialidad de su presidenta, Francina Armengol, en su dirección de los debates parlamentarios y ... en la gestión de la Cámara Baja. El escrito, al que ha tenido acceso ABC, se acompaña de una cronología de hechos que motivan esta crítica, empezando por el mismo 17 de agosto en el que Armengol asumió el puesto con un discurso «ajeno al papel moderador y a las funciones y obligaciones que le venían encomendadas con el cargo», denuncia el portavoz del PP, Miguel Tellado. Recuerda también que estos «discursos de parte» alcanzaron incluso al acto de acatamiento de la Constitución por parte de la Princesa de Asturias.
La primera de «una serie de decisiones arbitrarias» fue permitir la utilización de todas las lenguas de las comunidades autónomas en el Congreso desde la sesión constitutiva, «algo que excedía sus facultades, que no recogía el Reglamento del Congreso y que, como se vio más adelante, era una primera transacción a cambio de que los partidos separatistas le prestaran su apoyo para ser la presidenta de la Cámara». Esa práctica se desarrolló antes de estar aprobado el cambio en el Reglamento. El PP denuncia que incluso una vez aprobada se está generando «múltiples y graves problemas en su aplicación efectiva, tal y como advirtieron desde el inicio los servicios jurídicos de la Cámara».
El PP denuncia además que durante ese proceso, Armengol «avaló con su inacción la sucesión de contratos menores de traducción e interpretación para eludir el procedimiento competitivo y público de adjudicación». En esos primeros compases de la legislatura, también recuerda Tellado en su escrito, la presidenta del Congreso, junto a los miembros de su partido y de Sumar en la Mesa, permitió la constitución de los grupos parlamentarios de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) «sin que cumplieran los requisitos necesarios, lo que además comporta ventajas en la distribución de medios materiales y humanos que por su representación no les corresponderían».
Como ejemplo de partidismo el PP recuerda que hizo pública la fecha de celebración del debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo apenas veinticuatro horas después de haber sido propuesto por el Rey. Mientras que en el caso de Pedro Sánchez tardó más de cuarenta días en fijar la fecha de la sesión de investidura, mientras el PSOE cerraba sus pactos. Un tiempo en el que «mantuvo paralizada la actividad del Congreso».
Pero sin duda la maniobra principal que concentra el rechazo a la acción de Armengol es el nombramiento como secretario general de la Cámara Baja de Fernando Galindo, recordando que hasta entonces «ostentaba un alto cargo en el Gobierno socialista». Un nombramiento auspiciado para avalar la admisión de la proposición de ley de amnistía, contraviniendo a su predecesor como letrado mayor, que en 2021 rechazaba que la amnistía pudiera debatirse por su «palmaria» inconstitucionalidad. El PP señala estos ejemplos como hitos de «la falta de imparcialidad de la Presidencia en la dirección de la institución, al eludir el ejercicio de algunas de sus obligaciones».
Una de las que más condena el PP es la de ordenación y moderación de los debates, en los que, denuncia, «cada vez se utiliza un lenguaje más inapropiado, con abundancia de insultos, que hasta ahora la Presidencia no ha contenido». Además de aplicar «distintos parámetros» en función del grupo parlamentario al que pertenezca el orador. El PP incluye en el escrito en el que solicita amparo una serie de ejemplos concretos que constatan «esa distinta vara de medir» al no llamar al orden o retirar «determinadas ofensas contra las instituciones del Estado, contra partidos políticos, contra jueces –a los que se señala con nombres y apellidos–, contra periodistas también en ocasiones señalados con nombres y apellidos, o empresarios. Además de negarle al PP el uso de la palabra «para defender su propio honor, el de las personas ofendidas o el decoro mismo de la Cámara».
Durante la sesión de investidura de Pedro Sánchez, la entonces portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, solicitó que se retirarán del Diario de Sesiones los insultos al Poder Judicial. «Revisaré las palabras y tomaré la decisión», dijo Armengol. El PP denuncia que transcurridos tres meses no se ha tomado ninguna decisión al respecto.
Son decenas de ejemplos entre los que figuran las últimas intervenciones de Junts, ERC, Bildu y BNG en el último debate habido sobre la ley de amnistía. Esos ataques ocupan cinco páginas en el escrito del PP, que denuncia que Armengol permaneció impasible, mientras sí interrumpió al líder de la oposición por afear esa conducta: «Señor Feijóo, no me parecen adecuadas sus palabras, tiene que ir terminando».
Recuerda el PP que debe aplicar el Reglamento en lo que tiene que ver con lo preceptuado en los artículos 103 y 104 del mismo «para retirar del Diario de Sesiones alguna expresión que atente contra el decoro de la Cámara u otras instituciones y personas». Tellado solicita amparo a la Mesa para que se rectifiquen las «actitudes partidistas» y se ordene la retirada de las numerosas ofensas y faltas de decoro acaecidas.
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