El PP busca con las nucleares otra mayoría con Junts
Explorará el flanco energético al ver cómo los catalanes y el PNV «han perdido el miedo de votar con Vox»
Dos diputados del PP y uno de Vox ofrecen su dimisión por las rebajas de penas a etarras, pero sus partidos las rechazan
La vicepresidenta Ribera se desdice ante Europa: sí a las nucleares y más inversión en redes
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Hay cierta satisfacción en Génova estos días, felices los populares por irse de vacaciones tras haber partido en dos al bloque de investidura en el último pleno del año. El apoyo de Junts y PNV a una de las enmiendas del PP a la ... reforma fiscal —la que tenía que ver con la derogación del impuesto a las energéticas— se unió al de Vox, endosando al Gobierno una de sus mayores derrotas parlamentarias del curso. Un golpe que la dirección del partido quiere repetir en el futuro próximo y para ello estudia ya nuevas propuestas que caminen sobre una línea económica y fiscal similar a la Junts, formación a la que intentará seducir con un asunto clave para Cataluña como es la producción de la energía, los gravámenes a la misma y la continuidad de las nucleares.
Es en este último asunto en el que el PP quiere poner el foco cuando se retome la actividad parlamentaria en el mes de febrero. A la espera de que pueda debatirse una proposición no de ley (PNL) registrada a finales de octubre, la dirección del partido estudia ya otras alternativas para proponer el blindaje de las cinco centrales que funcionan en el país. «En el PP llevamos mucho tiempo diciendo que es necesario prolongar la vida útil de las centrales nucleares. En el plan energético que presentó Feijóo a Pedro Sánchez hace dos años ya hablaba de ello. La decisión de cerrar estas instalaciones —todas tienen a día de hoy fecha de caducidad— es una decisión a contracorriente, tomada por una cerrazón ideológica y no es inteligente. Para nosotros es un asunto muy importante y hablaremos de él en los próximos meses», explica Paloma Martín a ABC.
La vicesecretaria de Desarrollo Sostenible del PP explica que su formación ya ha llevado al Congreso diferentes alternativas al problema de las nucleares. En diciembre, ya logró que se aprobara (con el voto favorable de Junts) una PNL en la Comisión Mixta de la Unión Europea para pedir que se suspenda cautelarmente el calendario de cierre de la central de Almaraz (Extremadura) programado para 2027 y el camino abierto por el apoyo de los catalanes y PNV a las enmiendas del pacto fiscal abre la puerta para que haya propuestas más ambiciosas en este ámbito. «La nuclear es una energía que ya está instalada en España y que solo necesita que se alargue su vida útil. Nos da seguridad de suministro y no hay que depender tanto de un gas y un petróleo que no tenemos. Si se cierran las centrales vamos a tener un problema y por eso trabajamos con Europa, que ya ha dicho que la nuclear es una energía libre de emisiones. Energía verde que quieren los territorios donde está implantada», señala Martín, cuyas palabras respalda el gobierno de la Junta de Extremadura, cuya presidenta, María Guardiola, expuso esta problemática a Pedro Sánchez en la pasada Conferencia de presidentes. Aunque sin mucho éxito.
En el turno de ruegos y preguntas, la popular pidió que se reconsiderara la decisión de cerrar Almaraz en 2027, exponiendo que una decena de países europeos han abandonado la idea de cierre de sus centrales y que hasta Teresa Ribera, exministra de Transición Ecológica y actual comisaria de la UE, ha cambiado su percepción de este tipo de energía. «El Gobierno quiere llevar a cabo un apagón sin argumentos, porque no encaja en ese modelo urbanita y sectario de la izquierda que decreta cierres aquí en España y luego respalda la nuclear en Europa», apuntan a ABC fuentes de la Junta de Extremadura.
Mayoría alternativa
El de las nucleares es un asunto sobre el que el PP quiere pivotar para buscar un nuevo punto de encuentro con Junts. No obstante, de las cinco centrales que actualmente funcionan en España, dos están en Cataluña —Vandellós y Ascó— y los de Puigdemont ya han dejado claro en varias ocasiones que no están por la labor de que se cierren en 2030 según el calendario previsto por el Gobierno. «Estamos seguros de que no vamos a estar de acuerdo con Junts en el tema territorial, pero sí podemos estarlo en otros asuntos como el energético», señala a ABC una persona cercana a la dirección del PP.
Las cinco estrellas
Almaraz (Cáceres)
Cuenta con dos instalaciones, Almaraz Iy Almaraz II. Su cierre está previsto para 2027 y 2028.
Ascó (Tarragona)
La central de Ascó I deberá ser desmantelada en 2030 y un año después le tocará el turno a Ascó II.
Cofrentes (Valencia)
En servicio desde 1985, el Gobierno aprobó su final para el año 2030.
Vandellós (Tarragona)
Si nada cambia, se empezará a desmantelar en julio de 2030
Trillo (Guadalajara)
La más nueva y la última en cerrar, en el mes de noviembre de 2034
Tras ver cómo se agrietaba el bloque de investidura en el último pleno del año, en Génova quieren ahondar en esa fisura del Ejecutivo para aflorar su debilidad. Y eso pasa por presentar iniciativas atractivas para PNV y Junts. «No es cuestión de atraer a nadie. Nosotros lo que vamos a hacer es presentar propuestas para ganar votaciones. Y ganarlas en materia económica, fiscal y energética es lo normal. Lo anómalo era que Junts y PNV estuvieran de acuerdo con las políticas dictadas por Sumar y Podemos», señalan fuentes del PP, que creen que «se ha demostrado que hay una mayoría alternativa a la de la investidura».
En esa mayoría, el PP incluye ya a los nacionalistas vascos y a los separatistas catalanes, que no tuvieron problema para votar junto al partido de Santiago Abascal en las enmiendas del pacto fiscal. «Por fin han perdido el miedo a votar junto a Vox y eso es muy interesante», explican desde Génova, donde creen que la pesadilla del Gobierno «solo acaba de empezar».
«Tenemos por delante la cuestión de confianza, que desde la Mesa del Congreso han frenado porque saben que era otra derrota más. Antes de la caída de Mariano Rajoy, el contexto político y social era mucho más tranquilo que el actual y acabó como acabó. Veremos ahora cómo finaliza toda esta situación», afirman fuentes del PP, que ya han puesto en marcha la maquinaria para convertir lo que queda de curso político, hasta el próximo verano, en un via crucis parlamentario para el Ejecutivo.
Como muestra, la nota de prensa que ayer envió Junts, en la que exigía la tramitación de sendas propuestas varadas en el Congreso —«decisivas para sectores estratégicos de Cataluña»— que versan sobre gases de efecto invernadero y el impuesto a la producción energética.
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