La portavoz del PSOE lleva 50 días sin ofrecer su rueda de prensa semanal en Ferraz
Esther Peña aún no se ha estrenado en la sala de prensa de la sede central del partido tras ser ratificada en Sevilla
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![Esther Peña, al terminar una rueda de prensa en Ferraz](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/12/17/Imagen54016032750_bfa4bcf96b_o-RWENZbh7Z4qXyzWe5VwdP2K-1200x840@diario_abc.jpg)
La portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Esther Peña, ratificada contra muchos pronósticos en el cargo durante el reciente 41 Congreso Federal de los socialistas celebrado en Sevilla, lleva cincuenta días sin ofrecer la rueda de prensa de los lunes en la sede ... de Ferraz. Una cita que supone una norma no escrita de esa formación, y aun de la política española. En todas las redacciones de España ya se sabe que el primer día de la semana es en el que las cúpulas de los distintos partidos realizan su reunión semanal y luego ofrecen una comparecencia.
En Génova, la sede del Partido Popular (PP), es habitual ver al portavoz de los de Alberto Núñez Feijóo, Borja Sémper, en Bambú, la calle del norte de Madrid donde se ubica la sede de Vox, hace lo propio José Antonio Fúster, portavoz del partido que lidera Santiago Abascal. En Sumar es el ministro de Cultura Ernest Urtasun, a su vez portavoz del partido coaligado con el PSOE en el Gobierno, quien ofrece una comparecencia en el barrio de Lavapiés, y otro tanto hace Podemos, cuya rueda de prensa suele ser algo más coral, pues ante los periodistas aparecen tanto la eurodiputada Isabel Serra como el también portavoz de la formación y procurador en las Cortes de Castilla y León, Pablo Fernández, o María Teresa Pérez, también portavoz adjunta del partido liderado por Ione Belarra.
No se trata, desde luego, de una costumbre nueva o reciente, sino más bien inveterada. Acotándolo únicamente a los dos grandes partidos, por Génova y Ferraz han desfilado en las últimas décadas dirigentes como Dolores de Cospedal, Pilar Alegría, Pablo Casado o José Blanco, por citar los nombres más destacados. Hasta tal punto es un automatismo para políticos y periodistas que recientemente una veterana corresponsal política de un medio nacional acudió rutinariamente un lunes a Ferraz, como viene haciendo desde hace muchos años, dando por supuesto que se produciría esa rueda de prensa que se canceló de nuevo.
Pero el PSOE liderado por Pedro Sánchez —que además va a afrontar de manera inminente el relevo en su dirección de comunicación, cargo que abandonó recientemente Ion Antolín para recalar en el Gobierno como nuevo secretario de Estado de Comunicación— ha empezado a alterar sensiblemente esa práctica. La última vez que Peña compareció en la sala de prensa de Ferraz, ubicada en la segunda planta de la sede central de los socialistas, fue el pasado 28 de octubre, hace hoy cincuenta días, y la anterior ni siquiera fue una semana antes, sino dos, el 14 del mismo mes. El pasado lunes 2 de diciembre, Sánchez reunió a su renovada Ejecutiva, designada justo un día antes en el cónclave sevillano. No hubo rueda de prensa. El lunes siguiente, día 9, no hubo Ejecutiva, y tampoco rueda de prensa, aunque esto último no es automático, pues en etapas de portavoces anteriores se ha mantenido la comparecencia semanal incluso cuando no había previamente reunión de la cúpula del partido.
Ayer mismo, Sánchez reunió a su Ejecutiva, justo coincidiendo con la declaración del comisionista Víctor de Aldama ante el Tribunal Supremo (TS). El equipo de comunicación de Ferraz envió unas fotografías del encuentro y lo que en el argot de los medios de comunicación se conoce como un 'mudo', es decir, las imágenes de toda la Ejecutiva reunida en una gran mesa de forma rectangular, con la que luego se ilustran las piezas de los informativos de televisión. Pero de nuevo no hubo rueda de prensa de Peña, quien como es obvio entre otros asuntos habría tenido que enfrentarse a las cuestiones relativas a las acusaciones de Aldama, aunque no sólo, dado lo intenso de la agenda judicial de esta misma semana. Mañana mismo la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, comparecerá ante el juez de Madrid Juan Carlos Peinado, que la mantiene imputada desde abril por presuntos delitos relacionados con la corrupción. Y el próximo viernes lo hará Cristina Álvarez, la directora de programas de Moncloa que actuó como asistente de Gómez, una tarea que abarcó también, como ya se admite en la Presidencia del Gobierno en privado, las actividades comerciales privadas de Gómez. Por si fuera poco, hoy mismo acude a declarar Koldo García, el exasesor del exministro José Luis Ábalos, quien ya declaró el pasado jueves en el TS.
No parece ésta la mejor semana para Peña, pero tampoco ha habido otras mejores ante un calvario judicial que el propio Sánchez y sus más cercanos, como el número 3 del PSOE, Santos Cerdán, atribuyen a un 'lawfare' o guerra sucia judicial en su contra, aunque se cuidan de utilizar expresamente el anglicismo. La semana pasada, en la conversación sin cámaras con los periodistas durante la tradicional copa de Navidad en La Moncloa, el presidente del Gobierno acusó incluso al PP de jugar «con las cartas marcadas» en connivencia con la judicatura. Una expresión que ayer no se pudo escuchar en la sala de prensa de Ferraz, cada vez con menor actividad.
Antes del congreso del PSOE en Sevilla, las quinielas apuntaban a la concejal de Madrid, Enma López, como nueva portavoz de la Ejecutiva, aunque finalmente Peña fue ratificada. Sin embargo, López cada vez aparece más como portavoz oficiosa del partido, con intervenciones casi semanales.
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