Un planeamiento militar para anticiparse a las posibles situaciones de crisis
«Los militares tenemos planes para todo. Y el 99 por ciento de las cosas nunca llegan a pasar», explica un alto mando
Editorial | Otra decisión precipitada del Ministerio de Defensa
Robles frena los planes para una posible misión militar en Ucrania

«Los militares tenemos planes para todo. Y el 99 por ciento de las cosas nunca llegan a pasar». Así explica un alto mando de las Fuerzas Armadas la obligación de los uniformados de anticiparse a cualquier situación de crisis con planeamientos que, ... en la mayoría de los casos, nunca llegan a ejecutarse. Sobre el papel, esta teoría la plasma la denominada doctrina militar, que proporciona las herramientas que deben guiar la labor de as Fuerzas Armadas.
Esta ya deja claro la obligación, en caso de crisis, de realizar un seguimiento de la situación por los órganos de inteligencia y difundirla «a aquellos que lo necesitan». La doctrina militar explica que el planeamiento de operaciones militares consiste someramente «en el análisis del entorno y de la misión, el diseño y desarrollo de las posibles soluciones, la decisión y su desarrollo en directivas, planes u órdenes».
Es un proceso continuo y hay dos grandes categorías: el planeamiento preventivo y el planeamiento de respuesta de crisis. El primero es el que se realiza para hacer frente a los riesgos de seguridad a medio y largo plazo, ya sea para cuestiones permanentes o para anticiparse a riesgos identificados, como podría ser el de Ucrania. Hay un tipo concreto, el de los «planes de respuesta gradual», que tratan de tener previsto una respuesta progresiva ante riesgos emergentes en curso que podrían convertirse, o no, en una amenaza para la seguridad.
Todo esto es independiente de que el despliegue en Ucrania pudiera hacerse bajo bandera de alguna organización internacionales, como Naciones Unidas, o una coalición de países similar a la desplegada en Irak bajo liderazgo de Estados Unidos para luchar contra el terrorismo. Aún así, la misión requeriría de un planeamiento nacional sobre las capacidades puestas a disposición de la misión.
«La participación española en operaciones multinacionales requiere siempre un planeamiento nacional en el que se desarrollan tanto las responsabilidades puramente nacionales como las no transferidas a la cadena de mando multinacional», dicta la doctrina para el empleo de las Fuerzas Armadas. Todo esto antes de la decisión política de participar o no en una misión, en manos del Gobierno. Una decisión que, en el caso de Ucrania, tanto el jefe del Ejecutivo como la ministra de Defensa han avisado de que es aún «prematura».
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