La tensión crece en las zonas afectadas: «Lo ha perdido todo y ahora hace guardia para salvar su casa»
Casi 80 detenidos por pillaje en apenas 48 horas, la mayoría españoles, demuestra cómo las Fuerzas de Seguridad tienen que garantizar la seguridad además de auxiliar a las víctimas
El TSJ de la Comunidad Valenciana confirma que ya son 12 los individuos enviados a prisión provisional por los saqueos
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![La Guardia Civil identifica a una persona en un polígono de Ribarroja](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/11/02/dana-RHJCDkWw42Bw9wIljH6v0PM-1200x840@diario_abc.jpg)
Las Fuerzas de Seguridad lo habían advertido: el dispositivo para evitar actos de pillaje en las zonas más afectadas por la tragedia de Valencia no sólo se iba a mantener, sino a intensificar. La prueba de ello es que las cifras de detenidos no ... hacen más que aumentar. A la hora de redactar esta información ascendían a cerca de 80, más de sesenta realizados por la Policía Nacional y otros veintisiete por la Guardia Civil.
Según datos actualizados este sábado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, ya son 12 los individuos enviados a prisión provisional en los dos últimos días. Sólo el Juzgado de Instrucción número 3 de Torrent, en funciones de guardia, dictaminó ayer la medida para un total de ocho relacionados con saqueos en un centro comercial de Aldaia.
La imputación, un delito de robo con fuerza agravado por perpetrarse aprovechando la “existencia de un riesgo o peligro general para la comunidad que haya debilitado la defensa del ofendido o facilitado la comisión impune del delito”. Otras once personas a disposición del juzgado de Torrent quedaron en libertad con medidas cautelares e imputados por los mismos hechos.
Como informó ayer ABC, la miseria humana de estos individuos les llevó a desvalijar, incluso, vehículos que tuvieron que ser abandonados por sus dueños para evitar ser engullidos por el agua. Cuatro de estos sujetos fueron detenidos por la Policía, que además ha puesto a disposición judicial a otros cinco criminales por el desvalijamiento de una joyería del centro comercial Bionaire de Aldaia.
La Guardia Civil, como la Policía, trabaja a destajo y se encuentra con situaciones que añaden más sufrimiento al sufrimiento. «Hay una persona que ha perdido todo, pero que hace guardia delante de su casa para salvar lo poco que le queda», explican a ABC fuentes del Instituto Armado. La pregunta es si es un caso aislado –«no tenemos constancia», precisan–, pero todo apunta a que la situación no es aislada.
La Fiscalía ha ordenado pedir prisión incondicional para todos los arrestados, y los jueces parece que van a seguir ese criterio. Se les acusa, alternativamente, de hurtos o robos con fuerza, en función de las circunstancias. Las penas, de tres a cinco años en su grado máximo, que es el que va a pedir el ministerio público.
Hay que insistir en las dificultades que presenta un dispositivo de este tipo, porque el área afectada es muy extensa, las comunicaciones por carretera muy precarias, de modo que aún hay puntos a los que no se ha podido acceder, y los criminales aprovechan cualquier resquicio para colarse en comercios, supermercados y casas. Además, buena parte de los recursos hay que seguir dedicándolos a apoyar a los ciudadanos.
Las Fuerzas de Seguridad en la Comunidad Valenciana están desplegadas al máximo de su capacidad y con todos los medios materiales disponibles, pero aun así es muy complicado que puedan llegar a todos los lugares donde son requeridas, lo que provoca el desánimo de una población agotada y desesperada por su situación.
Dos grupos más de las UIP
El Ministerio del Interior, que tiene un papel fundamental en el centro de coordinación de la crisis, decidió ayer por la tarde potenciar el despliegue policial en la zona del desastre. Dos grupos de las Unidades de Intervención Policial se van a desplegar en las próximas horas para potenciar tanto el auxilio a los ciudadanos como la protección de las zonas más sensibles.
La tensión crece en las zonas más afectadas y se hace imprescindible que todos los ciudadanos afectados sientan muy cerca la presencia del Estado para que los ánimos no se desborden. Algunos bulos difundidos anoche por redes sociales, según los cuáles se había producido un asalto a una armería, tampoco ayudan, sobre todo porque en el mismo mensaje se incitaba a la población a ir fuertemente armada para evitar asaltos.
La magnitud del desastre hace que cualquier dispositivo se quede pequeño, aunque también es cierto que tiene que haber una coordinación eficaz para que todos los recursos sean aprovechados al máximo de su capacidad. Sindicatos policiales y asociaciones de la Guardia Civil, sin duda con la mejor de las intenciones, piden que se les deje formar parte del operativo con los medios que tienen a su alcance. Pero los expertos sostienen que los recursos deben ser movilizados sólo cuando lo decidan los responsables del centro de coordinación de la crisis, que son los únicos que tienen la información completa para tomar las decisiones más correctas.
Soldados y capacidades
Lo mismo sucede con fuentes militares consultadas con ABC, que consideran que «una cosa es desplegar soldados, como se ha hecho hasta ahora, y otra aportar todas las capacidades que tienen los Ejércitos. Las Fuerzas Armadas pueden aportar zapadores, ingenieros, son capaces de montar campamentos y cocinas en pocas horas y colaborar en atención sanitaria... Los helicópteros de transporte son capaces de llevar material y personal a cualquier escenario, y la sola presencia de los uniformados es una fuerza disuasoria importante a la hora de garantizar los bienes de los afectados. En crisis de esta gravedad, es esencial que el ciudadano perciba muy próxima la presencia del Estado».
Estamos aún en la primera etapa de una crisis que se va a prolongar durante muchas semanas y que va a exigir que haya relevos continuos de los distintos equipos —militares, de Fuerzas de Seguridad, Protección Civil...— para que en ningún momento disminuya la intensidad de los trabajos de recuperación de la zona. Eso obligará a movilizar cada vez más recursos, pero siempre bajo la coordinación de los responsables de este gigantesco operativo.
La gran incógnita, para todas las fuentes consultadas, es si la política acabará llenando de fango la crisis. Y lo cierto es que no hay mucho optimismo entre ellas.
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