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¿Para qué quiere guardar tu iris el creador de ChatGPT?

Protección de datos investiga a la empresa que paga 30 euros en criptomonedas a cambio de escanear tu ojo en un centro comercial de Bilbao

Inteligencia artificial, el nuevo objeto de deseo de las marcas de lujo

El iris del ojo humano es único e irrepetible en cada indivícuo AFP

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Cuando nos dicen que algo «cuesta un riñón», inmediatamente nos vienen a la mente algunos de los productos más caros y exclusivos del mercado. Pero, ¿alguna vez se ha preguntado cuánto puede costar su iris? Si estos días pasa por Bilbao hallará la respuesta: una empresa ligada a tecnología de inteligencia artificial ofrece entre 20 y 30 euros en criptomonedas (dependiendo de la fluctuación del valor cada día) a cambio de dejarse escanear la parte que da color al ojo y que es única e irrepetible en cada individuo.

Detrás de esta extraña petición, que se realiza entre quienes van de compras o a pasar la tarde a un centro comercial de Bilbao, está la empresa Worldcoin. Se trata del proyecto más controvertido de Sam Altman, el CEO de Open AI, empresa creadora del popular ChatGPT. «La economía mundial pertenece a todos», reza el cartel promocional junto al cual varios comerciales intentan captar nuevos clientes. Van pertrechados con dos esferas de acero, que simulan un ojo gigante, y que cuentan con un escáner. Basta observar un rato para darse cuenta de que el reclamo capta constantemente la atención del público más joven. Y Bilbao no es una excepción: estos puntos de escaneo están repartidos por centros comerciales y estaciones de transporte público de toda España.

Aunque es en el País Vasco donde está levantando una mayor polémica. El problema, explican desde la Autoridad Vasca de Protección de Datos, es que no está «nada claro» cuál es el destino de esos iris escaneados. En su página web, la empresa señala que lo que aplican es «un protocolo open source» que está «respaldado por una comunidad global de desarrolladores, particulares, economistas y expertos en tecnología» y que su objetivo es «ampliar el acceso a la economía global y la participación en la misma». Destacan, asimismo, su utilidad para «proporcionar acceso universal a la economía global», «independientemente» de cuál sea el país de origen de los usuarios, de tal manera que «todos los humanos» se beneficien de la Inteligencia Artificial. Asegura, también, que sus datos están «encriptados tanto en tránsito como en reposo», pero nada más indican sobre el tratamiento y uso que se hace de los mismos.

«Tenemos serias dudas de que se esté dando una adecuada información a los usuarios que se prestan a ceder su iris», añaden esas mismas fuentes de la Autoridad Vasca de Protección de Datos. Creen que no se informa adecuadamente de que lo que se están cediendo son datos biométricos y dudan de que la empresa esté cumpliendo con la normativa que obliga a realizar una evaluación de impacto a la hora de recopilar datos. «No están informando de los riesgos que existen a la hora de ceder este tipo de datos», añaden. E incluso hay dudas de que se controle que los usuarios son mayores de edad.

único e irrepetible

Y es que, según publicita la propia web, basta darse de alta en una aplicación y después acercarse a uno de los puntos de escaneo de iris para formar parte de la comunidad. A cambio, los usuarios reciben diez tokens, que en función del valor de la criptomoneda oscila entre los 20 y los 30 euros. Estas criptomonedas se pueden emplear en los sitios web que acepten ese medio de pago, o bien pueden cambiarse por dinero.

No es casualidad que lo que se escanee sea el iris. Presenta unas características únicas para cada individuo, lo que permite identificar a una persona sin apenas margen de error. La incógnita es qué hace la empresa con esos datos que identifican «inequívocamente» a las personas. Durante el lanzamiento del proyecto Worldcoin sus creadores aseguraron que su método podría ser «una solución confiable» para distinguir a los humanos de la inteligencia artificial o incluso «permitir la celebración de procesos democráticos globales». Sin embargo, no es menos cierto que hay expertos que piensan que la información podría estar utilizándose para entrenar nuevos modelos de inteligencia artificial y que los riesgos podrían ser elevados si ciberdelincuentes se hicieran con los datos del iris humano. Y es que, una contraseña robada se puede modificar, pero nuestro iris es único y no podemos cambiar de ojos.

La Autoridad Vasca de Protección de datos confirma que hay dos investigaciones abiertas. Una de ellas se ha trasladado a Alemania, porque es allí donde está ubicada Worldcoin; la otra está en manos de la Agencia de Proteccion de Datos española. Todo ello está en fase de investigación y serán esos organismos los que determinen si se está vulnerando la normativa en materia de protección de datos. Entre tanto, continúa la recopilación de iris humanos. Según figura en su página web, hasta la fecha ha escaneado ya casi tres millones y medio de ojos en 120 países, 400.000 solo en España. Podría ser solo en principio porque la empresa aspira a recopilar los datos de 2.000 millones de personas si ningún organismo público se interpone antes en su camino.

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