El pacto PNV-Moncloa tritura la imagen de López y eclipsa su gestión
El PP reprocha al lendakari su reacción ante el «mercadeo» con Rodríguez Zapatero

Iba a ser la puesta de largo en el Parlamento de Patxi López como lendakari, su primer pleno de política general tras 16 meses de Gobierno para exponer los avances de su gestión en asuntos tan cruciales como la recuperación de espacios de libertad o los avances policiales en la lucha contra el terrorismo. Pero su intervención en el Parlamento de Vitoria, en la que apostó por una revisión del sistema fiscal vasco y volvió a reclamar unidad para afrontar la recta final del terrorismo, se vio en buena medida eclipsada por el acuerdo cerrado la víspera entre Iñigo Urkullu y Rodríguez Zapatero. El traspaso de las políticas activas de empleo fue durante toda la jornada la principal «comidilla» en los corrillos que se formaban en los pasillos de la Cámara vasca. Una negociación cocinada en Madrid a espaldas del PSE y el Ejecutivo vasco, que obligó al lendakari a tirar de cintura política.
Desde el primer minuto, Patxi López se esforzó por encajar como natural el rejón recibido desde La Moncloa antes de que el PNV pudiera exhibir su «trofeo» en la tribuna, y comenzó felicitándose por el acuerdo alcanzado. «Es una buena noticia para todos», dijo, que el PNV «se implique en la gobernabilidad de España» y negocie apoyar los Presupuestos dentro del marco de Guernica. En su estrategia para aplacar la «jugada» del PNV, el líder socialista alegó que este traspaso es también mérito de su Gobierno, que lo llevaba entre sus prioridades, y recordó a los nacionalistas que es a él a quien le corresponde gestionarlo. Asimismo, señaló que si la competencia no había llegado antes al País Vasco, era porque el grupo vasco en el Congreso lo había vetado.
Sus argumentos no convencieron al resto de grupos políticos, tampoco al PP, que le acusaron de falta de liderazgo. «El PNV ha conseguido ningunear al lendakari y Zapatero ha aceptado ese juego», resumió por la mañana el portavoz popular, Leopoldo Barreda, en declaraciones a los periodistas. En su turno, el presidente del PP, Antonio Basagoiti, se lamentó por el hecho de que el lendakari no haya estado «al frente de la negociación» y denunció el «mercadeo» de transferencias desde el Gobierno central a las comunidades, fruto, según dijo, del «egoísmo de Zapatero». Un diagnóstico similar al realizado por Joseba Egibar, jefe de filas del PNV en la Cámara autonómica, quien se jactó de haber «arrancado» el acuerdo «por un cuadro de necesidad-angustia» del Presidente, que ha provocado que sus compañeros vascos estén pasando «bastante mal trago».
Y aunque el PP también celebró el traspaso, se mostró cauto antes de conocer la letra pequeña del documento, toda vez puede haber «riesgos claros de quiebra de la solidaridad entre ciudadanos españoles». Para la formación popular, la línea roja es clara: debe consagrarse el mantenimiento de la Caja Única de la Seguridad Social. «Estoy absolutamente convencido de que este acuerdo no rompe con la Caja Única», aseveró el lendakari en su turno de réplica tras asegurar que su Gobierno se ha movido siempre desde el principio de solidaridad.
Con la punta de los dedos
En el debate —al que no ha asistido Iñigo Urkullu, que asistió en Bilbao a la presentación de un libro—, el lendakari planteó la necesidad de abordar una reforma fiscal en la próxima primavera, una vez que se celebren las elecciones municipales y forales vascas. Un asunto en el que no cuenta con el respaldo inicial de su socio parlamentario, el PP, que ha reiterado su negativa a subir los impuestos.
Más esperanzador fue el discurso del lendakari sobre ETA. «Estamos tocando con la punta de los dedos la libertad definitiva», aseguró Patxi López, quien llamó al conjunto de fuerzas políticas a no dejarse «enredar» por los supuestos movimientos de la banda. «No debemos dejarnos llevar por la premura del deseo», recalcó.
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