Una niña rumana de 10 años da a luz en un hospital de Jerez de la Frontera
La Junta de Andalucía estudia su entorno familiar y medita si procede retirar la tutela a los padres
El pasado fin de semana, mientras miles de niños celebraban el «puente» festivo disfrazándose con ocasión de Halloween o haciendo planes con sus familiares y amigos, una niña rumana de tan sólo diez años abandonaba el centro hospitalario de Jerez donde días antes había dado a luz un bebé, una niña, tras un parto natural en el que la recién nacida pesó algo menos de tres kilos.
Probablemente se trate de la primera mujer que sabe ya lo que es la maternidad sin haber conocido el siglo XX. En Andalucía al menos no hay precedente alguno, según confirmaba ayer la consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, quien mostraba su «gran sorpresa» ante este acontecimiento. El entorno de la niña, que reside en la provincia de Sevilla, ajena a que la noticia iba a correr como la pólvora y a estremecer a la opinión pública, se ha tomado el alumbramiento con total normalidad.
En principio, si no hay nada anómalo, tanto la niña como el bebé, que se encuentran en perfecto estado de salud, podrán seguir conviviendo en su entorno familiar, si bien la Junta, que ha activado el sistema de protección de la infancia a menores, se encuentra estudiando el caso por lo inédito del mismo y por si procediera aplicar alguna medida de protección, como la retirada de la tutela.
En el supuesto de que la administración determine que los padres no están en condiciones de hacerse cargo de la niña y su bebé, «intentará reforzar la protección y evaluar si en su núcleo familiar extenso pueden asumir esta responsabilidad», ya que la pequeña, «aunque haya sido madre es menor, y tan menor, pues sólo tiene diez años», explica Navarro.
La Consejería, que no tenía noticias sobre el caso hasta que le fue comunicado desde el Hospital de Jerez, ha indicado que no había establecido con anterioridad medida de protección sobre el núcleo familiar ni sobre la menor concretamente, por lo que ésta se encontraba bajo la responsabilidad legal de sus padres.
Los servicios sociales del Ayuntamiento de Jerez no tuvieron conocimiento de los hechos hasta el viernes, si bien no prestaron asistencia alguna ni al bebé ni a la madre, ya que residen en la provincia de Sevilla.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), José Manuel Bajo, ha expresado su confianza en que la salud física de la niña de diez años no se vea dañada, dado que el parto se ha producido de manera natural. Tanto la niña como su recién nacida gozan de buen estado de salud tras el parto registrado el pasado 26 de octubre. Sin embargo, los expertos consideran el embarazo precoz un problema de salud grave, tanto para la madre como para su hija, hasta el punto de que peligra la vida de ambas y aumenta el riesgo de que el bebé sufra discapacidades. En estos casos, ha apuntado Bajo, son frecuentes las césareas, al no estar en la adolescente completada la maduración del esqueleto de su pelvis, por lo que la cabeza del feto no es capaz de atravesar el canal óseo que le conducirá desde el útero al exterior.
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