Una Navidad hacinados en Barajas
Tres magistrados han constatado el colapso que viven los solicitantes de asilo en el aeropuerto de Madrid y la Policía está desbordada
Chinches, escasez de alimentos y una veintena de menores entre los afectados, que duermen en colchones tirados en el suelo
Jueces piden a Interior medidas para acabar con la «situación insostenible generada»
![Puesto fronterizo del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid- Barajas](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/23/aeropuertobarajas-RLfTbv4N0nyrjqvi9gVjqaL-1200x840@abc.jpg)
«En situación excepcional y de colapso». Así se encuentran las salas destinadas para acoger a los solicitantes de asilo de las terminales T1 y T4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde se sobrepasa el número de plazas disponibles para albergar a las personas que viajan hasta España para acogerse a la protección internacional.
Lo han podido constatar tres magistrados encargados de supervisar los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), que se han dirigido a Interior para reclamar medidas «urgentes». Hay alrededor de 250 personas durmiendo en colchones tirados en el suelo, «sin las más mínimas condiciones» de salubridad o higiene, y la comida escasea. Entre los afectados hay familias y 19 menores de edad. Los policías encargados de las salas de asilo están desbordados.
La legislación española configura el asilo como la protección dispensada a los nacionales no comunitarios o a los apátridas que se les reconozca la condición de refugiado de acuerdo, también, a la Convención de Ginebra de 1951 y el Protocolo de Nueva York de 1967. En concreto, tal condición se reconoce a toda persona que tenga «fundados temores» de ser perseguida por «motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a determinado grupo social, de género u orientación sexual».
En los últimos tiempos, las llegadas de solicitantes de este derecho han aumentado de forma «exponencial», sobre todo las de ciudadanos con pasaporte keniata, que suponen un 60% de las peticiones. Desde el sindicato Confederación Española de Policía (CEP) elevan, a fecha de 19 de diciembre, el número de personas a 270 en las instalaciones, de las que 116 eran keniatas. «La cifra desborda las capacidades porque se estima que todo lo que pase de unas 70 personas por sala, y siendo generosos, ya es demasiado», advierten fuentes del sindicato a ABC.
En un comunicado, la CEP denunció la situación a la que se enfrentan los agentes de policía que trabajan en las dos salas de asilo de las terminales T1 y T4 del aeropuerto de Madrid. «La carga de trabajo es muy alta», explican. «Estamos desbordados, no da tiempo a tramitar los expedientes, no se pueden hacer rechazos tampoco», señala a este diario un agente que trabaja actualmente en una de las salas.
El proceso para la solicitud de protección internacional o asilo comienza con la llegada del pasajero al aeropuerto, explica este trabajador. Una vez la persona en cuestión informa de que quiere acogerse a este derecho, se abre un expediente y se inician las comprobaciones pertinentes para verificar que se reúnen las condiciones para poder acceder a España. «Son supuestos ciudadanos del país que acreditan», explican desde la CEP. La respuesta no es inmediata y, por este motivo, hay personas que tendrán que permanecer en la sala varios días hasta que se resuelva su caso.
A 19 de diciembre había 270 personas. «La cifra desborda las capacidades porque lo que pase de 70 ya es demasiado»
Mientras se tramita el expediente, ya sea para permitir la entrada o para ser devuelto, no pueden abandonar las instalaciones. «En caso de no cumplir con los requisitos se les rechaza, pero hasta que no sale un vuelo no pueden salir ni pueden entrar en el país, ni se les puede trasladar a una comisaría porque no están detenidos», dice uno de los policías de la sala de asilo. Es ahí donde surge el problema. Son tantas las llegadas y peticiones registradas en las últimas semanas que las instalaciones están colapsadas.
«Viven aquí día y noche», lamenta el agente. El sindicato CEP denuncia que la situación, que afecta directamente a los policías que trabajan en el puesto fronterizo del aeropuerto, se está volviendo «preocupante» dado que los espacios cedidos por AENA «no tienen la capacidad ni el acondicionamiento necesario para acoger a los solicitantes que tienen que alojarse en los habitáculos», usando «colchonetas esparcidas por el suelo».
La plantilla, que normalmente consta de dos o tres personas por sala, más la colaboración del personal de seguridad privada, «no es la adecuada» porque no solo tienen que encargarse del trámite en sí y las entrevistas a los solicitantes, sino también de la seguridad. Es decir, controlar la convivencia de tantas personas aglutinadas. A esto se suma las condiciones de higiene. El 12 de diciembre, el sindicato envió una carta a la autoridad competente porque habían aparecido chinches en una de las salas, denunciando los riesgos para la salud que esto conlleva. «Han tenido que fumigar recientemente», explica uno de los policías.
Fuentes de Interior explican que «la Policía Nacional ha reforzado la presencia en el aeropuerto con más agentes, procedentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras» para poder adaptarse a la demanda de solicitudes. Asimismo, estas fuentes aseguran que «se han incrementado los equipos informáticos para acelerar la tramitación».
«Visado de tránsito»
No obstante, desde la CEP barajan otra solución a ejecutar en origen. Dado que en gran parte de las peticiones se presentan pasaportes keniatas, creen que es necesario «activar la petición de un visado de tránsito aeroportuario» para esa zona. «Es una pegatina que se coloca al pasaporte y que expide el país a donde se quiere viajar. Aquellos que quieran viajar a España para pedir asilo deberán acudir a la embajada a pedirlo. Es como filtro para los que necesitan de verdad acceder y evitar que se use la protección internacional por mafias», defienden desde el sindicato.
Por otro lado piden a AENA que se habiliten espacios en el aeropuerto para poder gestionar con «las debidas garantías» tanto la tramitación de los expedientes como la acogida de los solicitantes. Fuentes de AENA señalan a ABC que el aeropuerto colabora «de forma permanente con la Policía». Por su parte, Interior afirma que se ha habilitado un nuevo espacio «para realizar las entrevistas, garantizando la privacidad» de los llegados. Pero para tres jueces de Madrid es insuficiente, la situación es «insostenible» y han reclamado al Ministerio que adopte cuantas medidas sean precisas y con carácter urgente.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete