Montero niega ahora que la cesión a ERC sea un cupo catalán
Acusa de «mentir» a quienes dicen que quiebra la solidaridad, como denuncian varios socialistas y sectores de Sumar
El PP responde a la número dos del Gobierno que esta medida supone la «independencia fiscal» de Cataluña
Sánchez admite que el concierto catalán es un paso «incuestionable» en la «federalización» de España
El Gobierno valenciano acusa a Montero de «tomar por tontos a los españoles» con la financiación singular de Cataluña
Como poseedora de la llave que abre la caja de la financiación, María Jesús Montero es la responsable de la última entrega del Gobierno al independentismo: el control de todos los impuestos que se pagan en Cataluña a cambio de que Salvador Illa fuese nombrado presidente de la Generalitat. Un pacto anunciado por ERC, que los republicanos vendieron desde un principio -y ante el silencio atronador tanto de Ferraz como del PSC, la otra parte firmante del pacto- como la salida de Cataluña del régimen común y la obtención de un concierto económico al estilo del vasco y navarro. De esto hace ya más de tres semanas y Montero aún no se había manifestado públicamente. Hasta ayer.
La número dos del Ejecutivo y del PSOE por fin rompió el mutis del cupo catalán y lo hizo ni más ni menos que para negar su existencia: «Ni es un concierto económico ni es una reforma al uso del sistema de financiación», sostuvo durante una visita al Ayuntamiento de Rota (Cádiz). La responsable de Hacienda decidió así restar importancia a que los Oriol Junqueras se jacten de que el PSOE haya cedido a todas sus reivindicaciones en materia de financiación. «Lo podemos denominar de todas las formas que cada uno quiera», repitió en más de una ocasión a lo largo de su intervención ante los medios.
Acogiéndose a la negativa de que el pacto fiscal con ERC sea un concierto económico a la vez que otorgó licencia a sus socios catalanes para «designar los acuerdos de la manera que cada uno crea conveniente» -algo que, según la propia ministra, permitiría también referirse a él como concierto o cupo-, Montero defendió que la fórmula acordada con los republicanos está atravesada por dos ejes principales: la profundización en una mayor capacidad de autogobierno «a la que aspira Cataluña, pero también muchas otras comunidades y la solidaridad interterritorial, «entendida como la aportación de todos los territorios para asegurar la homologación de los servicios públicos vivan donde vivan los españoles».
Acto seguido, llamó a la más «absoluta serenidad» en las regiones porque el hecho de que exista una financiación singular para Cataluña «no supone ningún agravio con el resto de territorios» al igual que tampoco lo supone que exista para Canarias o Baleares, puso como ejemplo. Una tesis que no es nueva, recordó, ya que, desde Moncloa «siempre» han dicho que «es compatible el reconocimiento singular de territorios con un modelo de financiación que sea justo para el conjunto del país».
Es más, opina la vicepresidenta que el pacto PSC-ERC «arroja una nueva mirada sobre la financiación autonomica que puede tener interés para el conjunto del territorio», dado que el abordaje de una reforma fiscal a nivel de Estado no puede hacerse, dijo, «sobre esquemas antiguos». «Sería bueno cambiar la mirada», manifestó al mismo tiempo que «invitó» al resto de comunidades a «inspirarse» en el acuerdo catalán para «poder explorar otras rutas que permitan satisfacer las demandas de autogobierno que tienen todos los territorios sin que implique quebrar la solidaridad».
El discurso pronunciado ayer por Montero se contrapone al goteo de críticas que ha estado recibiendo el PSOE en las últimas semanas y que provienen de PP y Vox, pero también de dentro del propio partido, alcanzando incluso al corazón del propio sanchismo con la reprobación del concierto por parte de federaciones socialistas como la asturiana. Su secretario general, Adrián Barbón, llegó a tachar el pacto PSC-ERC de insolidario al primar, entre otras cosas, el principio de ordinalidad, que viene a decir que cada región reciba los mismos recursos que aporta al Estado. Una visión compartida no sólo por otros barones socialistas como Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha, que intentó provocar una revuelta en el PSOE para decir «hasta aquí» al independentismo, o Miguel Ángel Gallardo en Extremadura, quien se posicionó «radicalmente en contra».
La número dos del Gobierno y del PSOE invitó al resto de CC.AA. a «inspirarse» en el pacto PSC-ERC para «satisfacer sus demandas de autogobierno»
Otras voces críticas vienen directas de varios sectores sectores de Sumar, su principal socio de Gobierno. El portavoz económico del grupo parlamentario de Yolanda Díaz, Carlos Martín Urriza, cargó contra el cupo por «poner en riesgo» tanto la autonomía fiscal del Estado como la redistribución de recursos. Opinión compartida por compañeros de coalición como IU. Su diputado Toni Valero reconoció a ABC en una entrevista que la fórmula pactada para Cataluña era «ineficaz por remar en contra de la solidaridad interterritorial» a la par que acusó al PSOE de optar por la vía fácil, haciendo un «mal apaño» con tal de no abordar una reforma fiscal integral en la que tendría que enfrentarse tanto a la derecha como a las grandes empresas del país.
Todos ellos estarían incluidos, de acuerdo con las palabras de la propia Montero, en el paquete de «mentirosos» al que se refirió ayer al afirmar que «cualquiera que diga otra cosa, miente, y cualquiera que intente mentar contra estos dos principios -solidaridad y mayor capacidad de autogobierno- o acuse al Gobierno de atentar contra ellos, miente». Porque, aseguró, «todo lo que el Gobierno impulse va a ser bueno para el conjunto del Estado español» y esos «comentarios, interpretaciones y críticas no se aproximan a la realidad de lo que se firmó». Un pacto, recordemos, del que aún se desconoce la gran mayoría de detalles.
Feijóo no está «legitimado»
Al que también acusó de «mentir» fue al Partido Popular, que ha hecho de la confrontación con Cataluña «el eje de su política en todo el territorio» pero que, sin embargo, «no hay una propuesta sobre cómo ayudar a normalizar las relaciones con esta parte tan importante de España» ni «una fórmula alternativa de modelo de financiación». Aun así, denunció, Alberto Núñez Feijóo ni siquiera está «legitimado» para hablar de solidaridad del sistema actual, ya que «practian una política fiscal insolidaria en las comunidades que gobiernan. Primero le bajan los impuestos a los ricos y después le piden un esfuerzo al conjunto de los trabajadores del país«.
«Las comunidades del PP se han atrincherado en posiciones de máximos», expresó dando a entender Montero que no tiene previsto volver a reanudar la negociación sobre una posible reforma íntegra del modelo de financiación en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Acto seguido, instó al presidente popular a presentar «una propuesta de ley orgánica» para reformar el modelo de financiación y no a limitarse a plantear «principios inspiradores» en los que «estamos todo el mundo de acuerdo».«Ya le digo yo que no lo va a hacer -opinó-. »No tiene liderazgo ni fortaleza para encauzar ese debate«.
«No sé si es que la ministra Montero toma por tontos a todos los españoles o simplemente miente descaradamente y sin ningún pudor», denuncia el PP valenciano
En la calle Génovalas palabras de Montero fueron recibidas con estupefacción. Para los populares, el acuerdo sellado por los socialistas con ERC no solo es un cupo para Cataluña, sino que puede incluso bautizarse como una verdadera «independencia fiscal». El problema, para el PP, es que la vicepresidenta y todo el Gobierno defendían la postura contraria hace solo un mes y ahora no saben cómo justificarlo. Los de Alberto Núñez Feijóo pidieron la comparecencia de María Jesús Montero en el Congreso y reivindican que ahí es donde tiene que dar explicaciones. A primera hora de la mañana el portavoz de Economía de los populares, Juan Bravo, ya había denunciado que el pacto catalán «rompe el sistema de financiación« y reivindicado un nuevo modelo autonómico pactado de manera multilateral por todas las comunidades. Informa Pilar de la Cuesta.
Similar reacción provocaron las palabras de Montero en los gobiernos autonómicos del PP. En Valencia, fuentes del Ejecutivo popular de Carlos Mazón aseguran que no saber si «la ministra Montero toma por tontos a todos los españoles o simplemente miente descaradamente y sin ningún pudor». Además, opinan, que «si el acuerdo consiste en gestionar, liquidar, recaudar e inspeccionar el 100% de los impuestos correspondientes a Cataluña, es decir, que Cataluña se quede con todo lo que recauda y luego negocie con el Estado para pagar un cupo por los servicios prestados...Si esto no es un concierto que baje Dios y lo vea«. Informa David Maroto.
«Lo que es peculiar es que una ministra de Hacienda llegue a un acuerdo bilateral con una comunidad autónoma, no explique los detalles y encima culpe al resto de comunidades de que no se reforme el sistema de financiación», responde desde el Gobierno de Baleares su vicepresidente y consejero de Hacienda, Antoni Costa, a las «peculiares» declaraciones de la ministra. «Montero debe dejar de atrincherarse y de responder con excusas de mal pagador», añade el político ibicenco, que exige a la ministra de Hacienda que lidere el proceso de reforma del sistema de financiación en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera «y no mediante acuerdos bilaterales a espaldas del resto de regiones».
Antes de eso, Costa pide a la ministra que explique los detalles en qué consiste el acuerdo bilateral firmado con ERC «guiado por intereses exclusivamente partidistas del señor Sánchez y el señor Illa». «Ahora dice que no es un concierto ni una reforma del sistema de financiación, ¿entonces qué es?», pregunta el consejero balear. Informa Mayte Amorós.
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