Crimen
Manuela Chavero: ¿víctima de un accidente o de un sádico sexual?
La juez prorrogará dos años más la prisión a Eugenio Delgado, al que se juzgará con jurado; se le imputa un homicidio, pero las acusaciones sostienen que hubo agresión sexual
![Eugenio Delgado tras ser detenido, en septiembre de 2020](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2022/09/03/asesino-manuela-chavero-RAMtbzpNT89wXQjfPJqek1L-1240x768@abc.jpg)
Eugenio Delgado lleva casi dos años en prisión provisional (que se prorrogará en los próximos días) por el crimen de su vecina Manuela Chavero, desaparecida el 5 de julio de 2016 en Monesterio (Badajoz). Los restos de la mujer, de ... 42 años, estaban enterrados en una 'zorrera', en una gigantesca finca de Delgado, desnuda y tapada con una sábana. El presunto autor llevó a la UCO hasta el cadáver tras una confesión a medias. Su versión es que aquella madrugada Manuela acudió a su casa para recoger una cuna que le había prestado a un amigo de Delgado -con el que ella tuvo una relación- y cuando sacaban el mueble del dormitorio la mujer tropezó con una chancla, cayó y sufrió un golpe que le costó la vida. Él trasladó el cuerpo a sus tierras y la enterró. Luego calló durante más de cuatro años hasta que fue detenido.
![Manuela Chavero](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2022/09/03/manuela-chavero-U36724303862ZOz-624x350@abc.jpg)
Los investigadores no le creen y sostienen que presenta «un trastorno parafílico denominado sadismo sexual» que le hace excitarse con el sufrimiento físico o psicológico de otra persona. Dicen que Delgado ha ido acomodando las versiones de lo que pasó para encajarlas a los indicios que se han conocido en cada momento (evidencias forenses) y que su comportamiento tenía «un propósito sexual».
Así lo recogen en un informe de la Sección de Análisis del Comportamiento Delictivo (SACD) de la Guardia Civil, al que ha tenido acceso ABC, solicitado por el entonces juez instructor (posteriormente le sustituyó una jueza). Esta sección ya había realizado un perfil criminológico en 2019, adelantado por ABC, cuando aún no se había detenido a nadie ni hallado el cuerpo de Manuela sobre quién podría estar detrás de su desaparición. El juez quería que los agentes compararan ese perfil «tentativo» (y muy certero) con las características personales y psicológicas de Delgado.
La Guardia Civil sostiene que Eugenio Delgado disfruta con la humillación y sometimiento de mujeres
Los agentes no pudieron entrevistarse con él en la cárcel de Badajoz; Delgado se negó. Su madre, su hermana y su tío, las personas más allegadas, tampoco accedieron. Sí lo hicieron cuatro amigos del investigado y otras personas de su entorno, entre ellas tres mujeres con las que «podía haber tenido una relación sentimental o interés en ellas».
Concluyen que Delgado es un hombre con pocos amigos y escasas habilidades sociales, solitario, absorbente, dependiente y servicial, tan resentido que estuvo nueve años sin hablar con su madre, «una sombra» de su padre. «Presenta una personalidad marcada por la inestabilidad emocional y la dificultad para regular sus emociones ('chispazos' de violencia con los animales), impulsividad conductual (gastos excesivos, conducción a gran velocidad)... Su respuesta ante el rechazo femenino son reacciones emocionales incontroladas». Dicen que tiene distorsiones cognitivas sobre la libertad sexual de las mujeres, que cree que puede usar a su antojo a una prostituta, por ejemplo.
Para justificar ese trastorno por sadismo sexual se basan en imágenes de su teléfono (una mujer duchándose que él captó) y en sus chats con prostitutas cuando Manuela ya estaba desaparecida. Pide prácticas sexuales violentas -descritas con detalle- «que buscan la humillación y el sometimiento de la mujer» (tirar del pelo, hablarle de forma obscena y otras más explícitas). A Manuela la desnudó, quemó sus ropas y utilizó un albornoz y una sábana. «La única explicación plausible es que ese comportamiento se realizase con ánimo libidinoso», dicen.
Este informe, aportado a la causa hace ocho meses, no ha sido suficiente para que el fiscal aprecie de momento el componente sexual. El pasado 25 de julio, en la comparecencia para la continuación del procedimiento ante el tribunal del jurado, calificó el crimen como un delito de homicidio consumado, muy por debajo de las expectativas de las acusaciones que sostienen que hubo un delito de asesinato, una agresión sexual, una detención ilegal, lesiones psíquicas y un delito contra la integridad moral. La defensa de Delgado mantiene que lo que ocurrió fue un accidente y ha aportado una pericial en la que se cuestiona el supuesto sadismo sexual.
El fiscal califica de momento de homicidio consumado, la defensa de accidente, el asesinato y otros cuatro delitos
Según este informe, el de la Guardia Civil «no cumple los estándares de calidad». Aprecian que el diagnóstico es indirecto, con información de terceros, sin haberse entrevistado con el preso y elaborado por los mismos que hicieron el anterior perfil cuando no se había puesto nombre a Delgado, por lo que tienden a encontrar datos que confirmen sus predicciones. Se da por hecho, afirman, que el presunto autor es «plenamente responsable de sus actos», aunque no se le ha explorado. Dado que, según estos peritos, no se justifica el diagnóstico de sadismo sexual, tampoco se puede atribuir esa motivación en la muerte de Chavero.
Las partes han pedido nuevas diligencias después de dos años de instrucción y varios jueces al frente del caso. Las de su defensa están encaminadas a tratar de esclarecer con otro informe del Instituto Nacional de Toxicología cómo se produjeron las lesiones que presentaba el cuerpo de la mujer y si estas pudieron ocasionarse en el traslado o en el enterramiento. Las de la acusación pretenden probar el daño moral sufrido por sus hijos y preservar la memoria de Manoli, sellando los sobres de la causa con las fotos. Para la familia de la víctima el único móvil fue sexual.
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