Un violento motín obliga a la Policía Nacional a tomar el CIE de Aluche
Uno de los internos tuvo que ser trasladado al hospital al sufrir cortes con cristales rotos
Casi la mitad de los inmigrantes encerrados en los CIE no llegan a ser expulsados
Uno de los internos desafiando a los agentes; a la derecha, parte de los destrozos en el centro
Un grupo de internos del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche se amotinaba el pasado viernes por la tarde en el patio, en una tensa situación que solo fue abortada tras la presencia de la Policía Nacional. El incidente se saldó sin detenidos y solo uno de los participantes resultó herido por cortes de cristales. Según el Sindicato Unificado de Policía (SUP), la mecha prendió cuando un interno solicitó su medicación durante el período de Ramadán, «lo que derivó en un estado de nerviosismo y alteración notable de este sujeto».
La actitud desafiante se incrementó hasta el punto de proferir «amenazas de muerte, insultos y agresiones físicas hacia el personal policial y la infraestructura del centro». Al mismo tiempo, el alborotador procedió «a autolesionarse y a utilizar su sangre como medio de intimidación, mientras otros internos exacerbaban la situación, impidiendo la salida al patio y facilitando objetos para ser usados como armas improvisadas».
El incidente, que terminó con la destrucción de mobiliario, puertas y ventanas, «se agravó aún más con la participación de otros internos, incluyendo a grupos de sudamericanos, quienes se unieron al motín, retransmitiendo los hechos a través de redes sociales y aumentando la tensión y el peligro dentro del centro». En uno de esos vídeos se observa a uno de los implicados desafiar a los policías nacionales a través de una cristalera.
En plena revuelta, los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) se desplegaron por el lugar y lograron controlar el motín, sin necesidad de activar ningún tipo de intervención más. El interno que desató el conato de rebelión tuvo que ser trasladado al hospital al sufrir cortes con cristales rotos.
En 2019, la Policía Nacional ya frustró otro motín en el CIE, y al igual que en esta ocasión, la rápida intervención fue fundamental para controlar la situación. Entonces, un helicóptero de la Policía sobrevoló la zona para evitar posibles fugas por la azotea, ya que algunos internos habían accedido a la parte alta del edificio.
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