Rafael Amargo queda en libertad provisional a la espera de que se dicte sentencia
La Fiscalía solicita nueve años de cárcel al bailaor acusado de tráfico de drogas
Una llamada revela que Rafael Amargo buscaba un almacén de droga con la tapadera de una lavandería
Traje negro, camisa blanca con el cuello elevado, cabello engominado. Rafael Amargo ha sonreído al ver familiares y caras conocidas en la sala, las manos esposadas al pecho en señal de rezo, y enseguida han empezado las preguntas. El bailaor ha llorado, reído y arrancado risas de todos los presentes desde el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid. La Fiscalía pide nueve años de cárcel por un delito contra la salud pública por tráfico de drogas y Amargo ha defendido su inocencia: «Es un despropósito todo». Tras una sesión de cinco horas, el tribunal ha concedido la libertad provisional a Amargo, y a otro de los acusados en prisión, hasta que se dicte sentencia.
La investigación policial comenzó en 2020: los agentes recopilaron indicios de que Rafael Amargo vendía droga en su piso del barrio de Malasaña. En diciembre de ese año, el bailarín y dos hombres más, su productor artístico y segundo cabecilla del presunto narcotráfico, Eduardo de Santos, y su socio y supuesta mula, Miguel Ángel Batista, fueron detenidos. Solo dos días antes del estreno de 'Yerma' en el Teatro La Latina, una obra que los investigadores creen que financiaron con su negocio ilícito. Amargo fue puesto en libertad provisional con la obligación de firmar cada 15 días, pero incumplió a finales de 2023 e ingresó en prisión.
Este viernes, tras casi seis meses entre rejas, Rafael Amargo ha pedido perdón. «Yo tenía que haber venido a firmar como me comprometí aquí, yo reconozco mi fallo», ha dicho delante del tribunal, «me he metido en la cárcel por imbécil». Durante el interrogatorio, el bailarín ha negado haber distribuido sustancias estupefacientes entre abril y diciembre de 2020 y haber utilizado su casa de narcopiso para comprar y vender droga. «Yo lo único que hago es regalar mi generosidad y mi arte y abro la puerta de mi casa a todo el mundo. No tengo ninguna necesidad de dedicarme a otra cosa que no sean las artes escénicas»», ha asegurado.
Tras las preguntas de su abogado, Amargo ha recordado el registro policial, el día de su detención, en que los agentes no encontraron «nada», ha afirmado. «Es un despropósito todo, señor letrado», ha insistido. Solo hallaron una bolsa que posteriormente se analizó, ha señalado el abogado, con feniletilamina en su interior.
–Ojú –ha respondido Amargo–, no sé qué es, lo he buscado y es un producto que se vende en Amazon para el pelo. Yo tengo muy buen pelo.
El bailarín ha lamentado una y otra vez las acusaciones «inciertas»: «Me han hecho mucho daño, viendo las portadas en los periódicos, todo filtrado por la Fiscalía… Me han arruinado la vida. Mi hijo ha tenido que dejar el fútbol con una depresión, porque le dicen: "¡Desde que tu padre es narcotraficante no metes goles!" Tengo corazón y soy humano y tengo hijos y comprenderá el dolor», ha declarado ante el tribunal, con la voz quebrada.
–No es momento, Rafael –le ha interrumpido el juez.
–Vale, pero yo se lo cuento para que se le quede en la cabeza.
Con los informes médicos, el abogado de Amargo ha mostrado la drogodependencia del bailarín, que él mismo ha reconocido: «Estaba muy mal». Ahora ha asegurado haber ingresado en Proyecto Hombre, la fundación volcada en tratar las adicciones. Su defensa pide la absolución, así como eximentes y atenuantes de la pena, alegando que la droga que se movía en la casa de Amargo era exclusivamente para su consumo propio. Los otros dos acusados, Eduardo de Santos y Miguel Ángel Batista, han defendido la misma postura: eran adictos, sobre todo, a la metanfetamina.
La fiscal, no obstante, no ha aceptado esos argumentos. Las pruebas –tres incautaciones de droga, dos registros domiciliarios y horas de llamadas intervenidas– demuestran «claramente la venta a terceras personas» por parte de Amargo y De Santos, que «trabajaban de manera conjunta». Batista, el hombre apodado el 'Cubita', ayudaba presuntamente a repartir la mercancía. Y no solo metanfetamina, de acuerdo a las conversaciones telefónicas escuchadas por la Policía, en las que se habla de «tusi» (tucibí o cocaína rosa), «ketamina», «pastillas», «cristales»... Las cantidades incautadas, además, no se corresponden con el autoconsumo, opina la fiscal, puesto que ese nivel «resultaría mortal para el ser humano». Tampoco considera que la adicción de los acusados alterase sus facultades: «No cometían un delito para consumir, cometían un delito para lucrarse».
El «traqueteo» y el almacén
De Santos ha explicado por qué los policías encontraron 52 gramos de metanfetamina en su piso, cómo mezclaba cristal con agua junto a su pareja y la manera en que dejaban la pipa en su mesita de noche. El productor asegura pasar días sin dormir por la «bomba química» y niega haber comprado droga junto a Amargo: «Jamás, el vicio se lo paga cada uno». Una de sus llamadas provocó los registros domiciliarios, una en la que De Santos dice, preocupado, que ha perdido «el móvil del traqueteo». Según él, con ese término no se refiere al trapicheo, sino a relaciones sexuales. «Entre adictos se tienen conversaciones de adictos», ha concluido su abogado, que ha tildado la investigación de «bastante defectuosa».
El letrado de Rafael Amargo ha calificado incluso el caso de «montaje policial». En un momento dado, el bailaor ha confesado que un policía «casado con su mujer» consumía en su casa y mantenía relaciones sexuales con un chapero: «[Los policías] me tenían ganas». Los acusados también pretendían desmontar la prueba del almacén, unas conversaciones entre Amargo y De Santos sobre la posibilidad de alquilar una buhardilla sin telefonillo, un supuesto narcopiso, que pasara desapercibido entre los vecinos. Según han declarado este viernes, fue un intento de contar con un vestuario para los actores de 'Yerma'.
En el turno de la última palabra, solo Amargo ha hablado para pedir salir de prisión, una manera de garantizar que no vuelve a caer en la adicción. El tribunal de la Audiencia Provincial, que no contempla riesgo de fuga, ha decidido dejar al bailaor en libertad provisional sin medidas cautelares, desde este mismo viernes por la tarde, igual que a De Santos y Batista. A la salida, el padre de Amargo celebraba: «¡Libre, libre!». Al menos, hasta la sentencia.
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