Radiografía de la basura en Madrid: ¿mi barrio recicla mejor que el tuyo?
La nueva tasa cuenta con una parte variable ligada a los residuos recogidos en cada barrio y su clasificación
Preguntas y respuestas sobre la nueva tasa de basuras en Madrid
Quien contamina paga. Esa es una de las pocas directrices que ofrece la Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados a los ayuntamientos para que diseñen la nueva tasa de basuras, que entrará en vigor el próximo año. A cambio, sí impone varios ... requisitos, además de la obligatoriedad de su imposición: no puede ser deficitaria, tiene que reflejar el coste real del servicio de recogida y permitir la implantación de sistemas de pago por generación de residuos. El Ayuntamiento de Madrid, obligado a crear un impuesto que «no nos gusta ni en la forma ni en el fondo», destacaba Engracia Hidalgo, delegada de Economía, Innovación y Hacienda, en el último Pleno, ha configurado un recibo que incluye una tarifa básica vinculada al valor catastral de la vivienda y una variable relacionada con los kilos de basura por habitante generados en cada barrio y el porcentaje de esta que se separa correctamente. Por lo tanto, saber cuánto se recicla en tu barrio ya no sirve sólo para satisfacer nuestra curiosidad, sino que también afecta al bolsillo.
De este modo, la memoria técnica y económica de la tasa de residuos elaborada por la Agencia Tributaria de Madrid con datos del parque de Valdemingómez, «uno de los informes más rigurosos de España sobre cómo se recicla», defendía Hidalgo, disecciona (no sin dificultad, por el sistema de recogida y la existencia de contratos plurianuales) los contenedores de cada uno de los 131 barrios de Madrid. Una verdadera radiografía de nuestros cubos de basura necesaria para dar forma a los 1,7 millones de recibos que empezarán a enviar el próximo año, con los que recaudarán casi 300 millones de euros.
Eso sí, con algunas limitaciones. «Lo ideal para cumplir el mandato de 'quien contamina paga' sería que a cada uno nos pesaran y analizaran nuestras bolsas de basura. Pero como eso es imposible, hay que crear todo un sistema de cálculo para cumplir con una ley tributaria que está mal hecha. Así, sabemos que usamos el mejor dato posible, que no es el óptimo. Este modelo, además, irá evolucionando según depuremos los datos», explican desde el Consistorio. Este método, continúan, usa los pesajes de los camiones que se hacen en Valdemingómez y, en función de sus rutas por barrios, cruzados con el censo de habitantes, estiman los kilos de residuos que genera cada madrileño.
A la hora de calcular la tasa que pagarán los hogares (hay otros cómputos para otros inmuebles, como comercios u oficinas), se incluyen los kilos de la recogida de residuos domiciliaria y «las generadas a través de otros modos, como la neumática, la que se realiza en algunas zonas de la ciudad con grandes contenedores y la de los puntos limpios», detalla la memoria técnica y económica a la que ha tenido acceso ABC. «No hemos incluido, por ejemplo, la limpieza viaria, porque entendemos que va contra el artículo 21 de la ley de Haciendas Locales, que dice que no se puede cobrar una tasa por este concepto. Y por un tema de técnica tributaria, no puedes identificar al contribuyente: ¿quién ensucia la calle? Además, no incluirlos modera los costes que hay que sufragar», señalan los técnicos del ayuntamiento.
El caso de Centro
Siguiendo esta metodología, el barrio que más basura por vecino produce es Aeropuerto (1.092,31), aunque desde Cibeles reconocen que hay un error de cálculo que subsanarán: «Lo bueno del modelo por zonas es que permite hacer un tratamiento individualizado. No hemos detectado otro caso similar», señalan. Le sigue El Plantío (886,33), Sol (854,22), Cortes (474,19) y Justicia (389,43). En el extremo opuesto se sitúa San Fermín (122,33), Vinateros (122,9) y Legazpi (122,98).
Si agrupamos los datos por distritos, en lo más alto del podio está Centro, que con una media de 423,47 kilos anuales es el que más basura per cápita produce. Aquí sí puede influir la cantidad de pisos turísticos ilegales de la zona, cuyas basuras no entrarían en otras categorías como comercio u ocio y hostelería. «Nos hubiera gustado darles un tratamiento diferenciado, esperamos poder hacerlo cuando avancen los planes para aflorar estas viviendas sin licencia, como el Plan Reside», apuntan desde el Ayuntamiento. En la parte baja de la tabla de generación por distritos está Arganzuela, con una media de 141,35 kg por censado.
Siguiendo también el espíritu de la norma nacional y para fomentar que se recicle mejor, se incluye también en esta parte variable del recibo un coeficiente corrector que premia la adecuada separación de la basura. Según la memoria técnica de la tasa, en este sentido el distrito que mejor hace los deberes es Chamberí, con un 22,35% de los residuos separados correctamente. Le sigue Hortaleza (22,23%) y San Blas (21,54%). Los que peor lo estarían haciendo son los vecinos de Moncloa-Aravaca con sólo un 16,26%.
Llama la atención que todo Madrid oscila entre el 16 y el 22% de desechos bien clasificados. ¿No sabemos reciclar? De nuevo, la explicación a estos datos es técnica: «Para Europa, los datos óptimos deben situarse en torno al 70%. El modelo perfecto al que esperamos llegar es al análisis de todos los cubos, pero de momento estos datos son resultado de un proceso de caracterización que evalúa la fracción resto (el cubo naranja, el que más contamina y que, en principio, peor se separa). Aquí se mezcla un 25% de materia orgánica, un 17% de envases, un 13% de cartón... Lo ideal sería que no hubiera nada de otros», detalla. «En este cubo naranja los indicadores de calidad hablan de un 18% de cumplimiento, pero en orgánico superamos el 70% y en envases está en torno al 45%», señalan fuentes municipales.
Lo que sí desmontan estos datos, apuntan los expertos, es la relación entre el poder adquisitivo y la generación de residuos. Los barrios más ricos no tienen por qué generar más residuos –«de hecho, suele ser al revés porque consumen más fresco y menos envasado», apuntan–, ni siquiera reciclar mejor o peor. Por eso, defienden desde el Consistorio, al final es más «justo» que la parte fija (que costea el 81% del total de los recibos) esté vinculada al valor catastral: «Así, una vivienda de 150 m2 que genere la misma basura pagará más en función de su ubicación».
Más bonificaciones
Sin embargo, un análisis de Más Madrid a propósito de la tasa critica además que los barrios del sur (Carabanchel, Puente de Vallecas, Latina...) son los que aportan más a los costes variables y los más «penalizados» por el diseño de esa parte del tributo. La oposición también ha denunciado que las bonificaciones, que en un principio solo se aplicaban a familias numerosas, no se extendiesen a otros colectivos vulnerables. Recogiendo este guante, el PP ha presentado una enmienda para rebajar a los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital (IMV) el cien por cien de un tributo que, sin duda, seguirá dando que hablar.
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