El Zoo puja por el pulpo Paul

Su nombre se ha hecho más famoso que el de la mayoría de los jugadores del propio Mundial de Sudáfrica. Tiene más de 5,2 millones de entradas en Google. Cuenta con artículo propio (y bastante extenso) en Wikipedia. Es el oráculo de los futbolistas, de sus clubes. Dicen que el holandés Robben anda detrás de él para comérselo a la gallega... Pero pronto podría mudarse a Madrid. Hablamos del pulpo Paul, ese octópodo con cara de pocos amigos con el que más de uno querría jugar la quiniela cada semana. Y eso que no pesa más de 700 gramos.

Los directivos del Zoo-Aquarium de Madrid, del grupo Parques Reunidos, ya se han puesto manos a la obra para que sus tentáculos se posen sobre tierras españolas. Aseguran desde la empresa que el tímido pero inteligente Paul, que debe su nombre a un poema de Boy Lorsen, se «nacionalizaría» español muy pronto.

La voluntad popular así lo quiere. Decenas y decenas de peticiones han llegado al parque madrileño para que quien anticipase el pase a la final de España en el Mundial, primero, y su victoria total en el torneo, luego, se venga a la patria de la Roja y convertirse, así, en un fichaje más galáctico que el del mismísimo Cristiano Ronaldo. Si al final recala en nuestro país, el pulpo más mimado del orbe terráqueo «recibirá las mejores atenciones, reflejo del gran cariño que todos los españoles le profesan», indican desde el Zoo. Esta borrachera de halagos podría subírsele a la cabeza a Paul, miembro de una especie que, dicen, no vive lo suficiente como para que este personaje llegue a pronosticar la final de la Eurocopa 2012.

Tiene origen inglés y se siente cómodo en el acuario Sea Life de Oberhaussen, en Alemania. Pero todo será que nuestro Zoo —bien realizando una buena oferta económica, por cesión o intercambio con otros animales— se haga con la custodia de Paul para que todos los españolesa los que les interese conocer su futuro se acerquen a sus aposentos marinos a preguntarle qué hacer con sus cuitas. Como si de una Elena Francis de ocho patas se tratase.

Aventuraron los gurús del márketing que Paul podría generar 4 millones de dólares en publicidad, pero, visto lo visto, igual se quedan cortos. Aunque Paul, por esa ley que se empeña en rebatir, no vivirá lo suficiente para comprobarlo.