La Plaza Mayor desmantela sus 'escaparates' ilegales para turistas
La Policía Municipal ha requerido a los comercios de la zona la retirada de sus artículos de la vía pública
Madrid 'desenchufa' los altavoces de los músicos callejeros de la Plaza Mayor

Ni burros con camisetas de todas las formas y colores, ni expositores llenos postales con imágenes de la capital o llaveros con la bandera española, ni bufandas de equipos de fútbol o banderas colgadas con perchas de las paredes de piedra de los accesos a ... la Plaza Mayor. El Ayuntamiento de Madrid ha limpiado la vía pública de este enclave madrileño de los productos destinados a los turistas y expuestos ilegalmente fuera de los establecimientos para llamar la atención de los visitantes. Esto ha supuesto, lamentan los comerciantes de los locales de souvenires, una «considerable caída de las ventas».
Desde hace poco más de una semana, los locales situados en los accesos a este emblemático espacio de la capital –principalmante los de la calle de Gerona, de la Sal y de Felipe III, entre otras– recibieron una visita de agentes de la Policía Municipal, que les instaron a que retiraran del espacio público situado justo frente a sus tiendas los artículos que tenían a la venta, han confirmado fuentes municipales a este periódico. Esta cuestión formaba parte de los muchos requerimientos de la asociación Residentes de la Plaza Mayor de Madrid y Aledaños, que durante años han denunciado esta práctica irregular y «abuso» de más de una decena de tiendas dedicadas a la venta de recuerdos para los visitantes de esta plaza.
«Desde hace más de cinco años que reivindicamos esta agresión visual que esconde el valor de este bien. Estos comerciantes se autorizaban a sí mismos a dejar todo fuera», señala Ricardo Bustos, presidente de esta asociación vecinal. No solo la ocupación ilegal de una de las joyas monumentales de la capital formaba parte de las preocupaciones de los residentes, también resultaba un inconveniente para los viandantes. «Al estar toda esta mercancía fuera, la accesibilidad y los pasos estaban prácticamente cortados. No entendemos como es posible que esto no se haya hecho antes, pero mejor tarde que nunca», apunta.
Ahora, los accesos a la plaza que levantó Juan de Herrera a petición de Felipe II –y que fue declarada su protección como BIC en 1985 en categoría de monumento– no existe un exceso de expositores con todo tipo de souvenires, ni su fachada y columnas de granito se encuentran escondidas tras decenas de banderas, camisetas y bufandas.
Para los comerciantes, que hasta el momento cumplen correctamente con los requerimientos de la Policía Municipal de mantener los productos en el interior de los locales, esto ha supuesto un descenso de las ventas. «Nosotros sacábamos las cosas para que los clientes pudieran ver todo lo que vendes. La gente no entra aquí a preguntar si tenemos algo, sino que mientras caminan puede echar un ojo a todo», cuenta uno de los trabajadores de las tiendas que han tenido que recoger toda su mercancía de estos accesos a la Plaza Mayor.
Grupos de 'hooligans'
Esto se ha traducido, aseguran, en una «considerable» caída de las ventas: «acabo de abrir la caja y es la una de la tarde», señala el trabajador de la tienda que se encuentra en la calle de la Sal, al tiempo que vigila su establecimiento. «En un día como hoy, habríamos vendido mucho más». En torno al mediodía de ayer, decenas de 'hooligans' del Manchester City cogían fuerzas en las terrazas de esta plaza para el decisivo partido de vuelta contra el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. La llegada a la capital de 2.200 asistentes, según los datos de la Delegación del Gobierno en Madrid, al encuentro supone toda una oportunidad para los comercios y terrazas de esta zona, a pesar de que en esta ocasión la presencia de los aficionados en esta plaza en la que suelen calentar los ánimos haya sido mucho menor a la que se podía esperar, según consideran los hosteleros de unos de los restaurantes afincados en la Plaza Mayor.
Una mayor vigilancia para que este tipo de negocios no lleven a cabo estos «abusos» es una victoria más para los vecinos de esta zona. Hace poco más de dos meses, los residentes ganaron otra batalla, la del ruido contra los altavoces de los músicos callejeros (muchos de ellos ilegales), guías turísticos o conductores de tuktuk. El Ayuntamiento de Madrid anunció que la Policía Municipal puede retirar de la vía pública estos sistemas de amplificación prohibidos por la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica (OPCAT) salvo en excepciones autorizadas y muy concretas.
Sin embargo, su labor no termina aquí. Tal y como relata el presidente de la asociación Ricardo Bustos, aún quedan pendientes temas, entre los que se encuentran el de la seguridad en este espacio bastante frecuentado por turistas; el «bloqueo a los accesos» a la plaza por parte de las terrazas de los restaurantes; o al vuelta de las personas sin techo a los soportales.
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